Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 8 de noviembre de 2002
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Mundo
La resolución, "cobertura" para que países que la apoyan se justifiquen ante sus ciudadanos

EU, optimista de obtener hoy en la ONU luz verde para atacar Irak

"Amplio apoyo" a la iniciativa entre los países miembros del Consejo de Seguridad: Negroponte

La votación, para "unir al mundo civilizado y desarmar a Saddam Hussein", dice George W. Bush

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Nueva York, 7 de noviembre. Estados Unidos está a punto de lograr en la Organización de Naciones Unidas (ONU) que el Consejo de Seguridad le otorgue el aval para so-meter a Irak a un proceso que po-dría culminar en una guerra internacional y a la vez ofrecer a los países miembros suficiente "co-bertura" diplomática como para justificarse ante sus ciudadanos.

Esta noche el Consejo de Seguridad anunció que la resolución impulsada por Estados Unidos y Gran Bretaña será sometida a vo-tación a las 10 de la mañana de este viernes, mientras el embajador estadunidense ante la ONU, John Negroponte, expresó que "hay amplio apoyo" entre los países miembros de esta instancia.

El secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, Negroponte y la Casa Blanca han reiterado durante los recientes días que nada en esta resolución "ata las manos del presidente" de Estados Unidos, George W. Bush, si Washington decide atacar Irak.

Hoy, el presidente Bush declaró que la ONU votará a fin de "unir al mundo civilizado para desarmar a Saddam Hussein", y dijo que estaba "optimista de que obtendremos la resolución mañana". El debate "sobre si vamos a enfrentar a Hussein ya se acabó; la cuestión es cómo lo vamos hacer", subrayó.

Insistió en que tiene "un profundo deseo por la paz" y que se debería entender que Washington "no tiene la intención de conquistar a nadie... creemos en la libertad", y que "si tenemos que usar tropas, Estados Unidos, con sus amigos, se moverá ágilmente con la fuerza para hacer el trabajo".

Francia, Rusia y México habían dicho que no aprobarían una resolución que automáticamente autorice el uso de fuerza si Bagdad no cumple plenamente las condiciones de la inspección y desarme. Durante las semanas recientes estos países han buscado eliminar secciones del texto que pudieran ofrecer esta opción a Washington.

Pero esta tarde se filtró que Francia ya está dispuesta a apoyar la resolución enmendada, y todo indica que estos países miembros finalmente aceptarán concesiones esencialmente semánticas en la resolución ofreciéndoles suficiente justificación para aprobar -o por lo menos no obstaculizar- la aprobación de esta resolución.

La tercera versión de la resolución estadunidense sobre Irak fue formalmente presentada el miércoles ante los 15 miembros del Consejo de Seguridad, después de ocho semanas de negociaciones, con la intención de someterla a votación este viernes.

Hoy los 15 miembros se reunieron a puerta cerrada para evaluar el texto y buscar ciertas enmiendas mínimas en el lenguaje, para después consultar con sus capitales antes de emitir sus votos.

Una versión algo enmendada (al parecer se cambiaron sólo dos pa-labras) fue examinada por el consejo esta tarde y noche, y el resultado de esta última ronda de revisiones resultó en el texto final que, a falta de una sorpresa inesperada, será aprobado mañana.

A lo largo del día, diplomáticos franceses y rusos insistieron en que aún buscaban algunos cambios para remover "ambigüedades" en el texto, pero aquí todos saben que ellas no son accidentales sino diseñadas a propósito para permitir interpretaciones de cuándo y cómo Irak está "en violación material de sus obligaciones".

Otros países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, incluyendo a México, se limitaron a comentar que sus gobiernos es-tán "estudiando" el texto, en tanto que el embajador ruso dijo que no dejará satisfecho a nadie, pero que evaluarán esta última versión.

Al parecer, entre las intensas negociaciones en la sede central de la ONU y una última ronda de llamadas telefónicas del presidente Bush a sus contrapartes de Francia, Jacques Chirac, y de Rusia, Vladimir Putin, permitió que el mandatario republicano se declarara "optimista" de que estos países ya no se opondrían a su resolución revisada.

Una resolución, para ser aprobada, requiere de nueve votos en el Consejo de Seguridad, y ningún veto por parte uno de los cinco miembros permanentes.

¿Quién decide qué?

Por cierto, si esta resolución es adoptada, el gran debate posterior será en torno a qué constituye, y quién determina, una "violación material de sus obligaciones" por parte de Irak, y quién decide qué serán y cuándo se impondrán las "serias consecuencias" que señala el texto de la iniciativa.

Estos son los temas que más controversia han provocado y sobre los cuales se ha centrado la intensa negociación entre Estados Unidos y Gran Bretaña, por un lado, y los otros tres integrantes permanentes del consejo, Francia, Rusia y China.

Francia había insistido, con el apoyo de otros miembros, incluso México, en dos resoluciones o por lo menos dos etapas en este proceso: una estableciendo las condiciones para la inspección y desarme de Irak, y otra aparte que consideraría las "consecuencias", incluso autorizando el uso de la fuerza si Irak no cumplía.

Estados Unidos se negó a ceder ante esta posición, aunque ofreció en su lugar el compromiso de "consultar" y esperar una nueva ronda de evaluación por parte del Consejo de Seguridad en caso de que los inspectores reportaran una violación de las condiciones impuestas sobre Irak.

Vale subrayar que dentro del contexto de esta resolución, lo único que se estipula es que si los inspectores reportan problemas con el régimen de Irak, el asunto será considerado por el Consejo de Seguridad, pero no hay nada que obligue a Estados Unidos a someterse al consenso del mecanismo.

Por tanto, la opción por una guerra encabezada por Estados Unidos contra Irak, legitimida por la ONU sin tener que aprobar otra resolución, sigue vigente.

Denis Halliday, ex secretario general asistente de la ONU, comentó hoy que "aun si los iraquíes deseaban cumplir, y no me queda claro si eso quieren, dudo que podrían cumplir esta resolución. Tiene componentes que están diseñados sólo para una guerra del señor Bush".

El también ex encargado del programa de la ONU en Irak de petróleo por alimentos, advirtió que "es probable que en algún momento Negroponte utilizará la redacción confusa para argumentar que Irak esta en violación material, y Estados Unidos dirá una cosa y el resto del mundo otra".

Agregó que "muchos párrafos de esta nueva resolución están llenos de dobles normas; gran parte de ella debería aplicarse a todos los estados de la región que violan las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y están en posesión de armas de destrucción masiva".

De hecho, Colin Powell ha repetido la posición de Washington de que "si Irak viola esta resolución y fracasa en cumplirla, entonces el Consejo de Seguridad tiene que considerar de inmediato qué es lo que se debe hacer sobre eso, mientras que Estados Unidos y otros países que estén de acuerdo podrían determinar que podríamos hacer sobre eso si el organismo opta por no actuar".

Por tanto, Estados Unidos insiste en que tiene el derecho de determinar qué es una violación material, y si lanzar o no una guerra como respuesta.

Michael Ratner, abogado experto en derecho internacional y presidente del Centro de Derechos Constitucionales, afirmó hoy que "ésta es una resolución que permitirá a Estados Unidos argumentar que por sí solo puede decidir las consecuencias, incluso la guerra, debido a cualquier fracaso de Irak en adherirse al nuevo régimen de inspecciones".

La resolución establece un calendario para la inspección y desarme de Irak. Una vez aprobada por el consejo, Irak contará con siete días para aceptarlo o rechazarlo.

Además, dentro de los 30 primeros días tras la adopción de la resolución, Irak está obligado a presentar una declaración detallada y "precisa" sobre toda arma química, biológica o nuclear en su posesión.

Los inspectores de armas de la ONU, encabezados por Hans Blix, retornarán a Irak por primera vez en cuatro años dentro de un plazo de 45 días después de la adopción de la iniciativa, para reiniciar sus trabajos. El jefe de los expertos ha señalado que los equipos de inspección probablemente retornarían dentro de los primeros 10 días después de aprobarse la resolución.

Los inspectores contarán con 60 días a partir de la fecha en que reinicien sus labores en ese país para presentar su informe al consejo. Si enfrentan cualquier obstáculo o impedimento por el régimen iraquí, pueden reportarlo al organismo, el cual será convocado, lo cual podría resultar en una guerra.

La negociación de las ocho semanas anteriores no fue sólo un ejercicio diplomático o de semántica, ya que también resultó en ex-presión de intereses reales entre diversos países sobre el papel de la ONU y las relaciones internacionales en torno a Estados Unidos.

De hecho, diplomáticos de varios países que integran el Consejo de Seguridad caracterizaron esta negociación como un debate entre posiciones multilaterales frente a una unilateral de Estados Unidos, y algunos se atrevieron a comentar que fue un ejercicio para buscar imponer límites al último superpoder en el ámbito internacional.

Al mismo tiempo, el gobierno de Bush no necesariamente decidió mantenerse dentro de este debate y buscar el consenso de este foro multilateral en torno a una guerra contra Irak porque fue convencido por los argumentos de otros países, sino más bien en respuesta a sus propias presiones internas.

Una encuesta de la empresa Gallup en septiembre registró que 60 por ciento de los estadunidenses se oponen a una invasión unilateral a Irak, mientras que 83 favorecían una acción multilateral.

Por otro lado, una encuesta de Newsweek a finales de septiembre pasado registró que 84 por ciento opinaba que era importante que Bush consiguiera una aprobación formal de la ONU para una acción militar.

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