Incremento en un año; en total serán 221.3 millones

Siete millones más de pobres en Latinoamérica en 2002: Cepal

Crisis en las naciones de la región agudizaron el problema

REUTERS Y AFP

Santiago, 7 de noviembre. Las crisis económicas que afectan a la mayoría de los países latinoamericanos han agudizado la pobreza en la región en los últimos tres años, por lo que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) calcula que para finales de este año habrá 7 millones de pobres más que el año anterior, para sumar 221 millones 300 mil personas, lo que representa 44 por ciento de la población total de la región y un aumento de un punto porcentual en relación con el total de pobres de 2001.

En su informe Panorama social de América Latina, la Cepal precisa que entre 1990 y 1997 el porcentaje de personas ubicadas bajo la línea de pobreza se redujo en cerca de 5 puntos, hasta 43.5 por ciento, es decir 203 millones 800 mil pobres. Pero las crisis actuales han provocado que esa tendencia revire.

"La expectativa de un crecimiento económico negativo en 2002, de 0.8 por ciento (en Latinoamérica), implicaría un aumento de la pobreza en 2002 en la región", apuntó la comisión.

"En lo que respecta al volumen de la pobreza, las proyecciones arrojan un probable incremento en torno a los 7 millones de personas con respecto a 2001, y de cumplirse estas suposiciones el número de pobres en la región estaría aumentando 15 millones durante 2000-2002", agregó el informe.

El secretario ejecutivo de la Cepal, José Antonio Ocampo, anunció que 2002, según los cálculos preliminares, será el peor en relación con el aumento en el número de pobres: "Este será el año más crítico de todos", aseguró en conferencia de prensa.

El complejo panorama de las principales economías de la región comenzó a gestarse en 1997, con la llamada crisis asiática, que concluyó con el ciclo de crecimiento que permitió a varios países lograr adelantos en materia de reducción de la pobreza, según el informe.

El menor dinamismo de la economía a partir de entonces, que en algunos casos se tradujo en recesiones, aumentó el desempleo y, en consecuencia, el número de pobres e indigentes, es decir personas que no pueden cubrir necesidades básicas de alimentación, salud y vivienda.