Con su muerte se pierden secretos para esclarecer las matanzas contra estudiantes
El ex regente le garantizó impunidad al sistema: diputados de PRD, AN y PT
ROBERTO GADRUÑO Y CIRO PEREZ
Alfonso Martínez Domínguez, como buen operador, le garantizó impunidad al sistema, y con su muerte se pierden secretos fundamentales para el esclarecimiento de la represión contra los movimientos estudiantiles de 1968 y 1971, manifestaron diputados de PRD, PAN y PT.
En tanto, el priísta Gustavo Carvajal Moreno dijo que el ex gobernador de Nuevo León fue "un gran mexicano interesado en el bienestar del país", y al preguntarle sobre la responsabilidad de Martínez Domínguez en la represión de los movimientos estudiantiles, respondió: "una cosa es querer revisar lo que ya prescribió y otra querer buscar culpables".
Jaime Martínez Veloz, diputado por el PRD, dijo que Martínez Domínguez fue "el estereotipo de la vieja clase política priísta que realizaba las acciones que le encomendaban sus jefes y guardaba absoluta discreción. En un concierto de complicidades, era un operador nato que le garantizaba impunidad al sistema en las acciones que realizó para reprimir a los movimientos sociales de su tiempo. El distorsionó e impidió el esclarecimiento de los hechos de violencia de 1971, y reprimió al movimiento universitario y sindical en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Personajes como Martínez Domínguez representan un monumento a la impunidad, porque generó el terror en los movimientos sociales de las décadas de los 60 y los 70".
Por su parte, el petista Alberto Anaya -quien fue recluido en el penal de Topo Chico durante el gobierno de Martínez Domínguez- consideró al ex regente como signo de la impunidad: "No sólo fue producto del régimen político anterior, sino de los hacedores de este sistema. Su muerte es lamentable, pero fue un político duro, autoritario, ligado a la represión del 10 de junio de 1971 y a la formación del grupo los halcones. En Nuevo León ejerció un gobierno duro y de intolerancia que caracterizó al priísmo de los años 70. Ahora es importante desempolvar los archivos de la guerra sucia. Este gobierno no tiene interés de hacer justicia".
"Un gran mexicano": Carvajal Moreno
Carvajal Moreno recordó a su amigo como "un gran mexicano que luchó siempre por mejorar las condiciones del país; fue una gente que cuando llegó al gobierno de Nuevo León demostró lo que es tener oficio político, y toda la obra que hizo Alfonso en el estado hasta la fecha no ha sido superada. Fue un político de la Revolución Mexicana y con él se termina una generación".
-Aun así, se le considera responsable de la represión contra los movimientos estudiantiles.
-Es un caso prescrito, tiene 31 años, y tocarlo significa reabrir heridas innecesarias. Creo que se buscaron y no se encontraron las pruebas con qué demostrar eso. Lógicamente, la sociedad quiere saber, pero una cosa es lo que ya prescribió y otra es querer buscar culpables de lo que ya pasó.
El panista Tarcisio Navarrete lamentó el deceso, pero demandó dilucidar el pasado con el propósito de avanzar en la aplicación del estado de derecho: "Independiente de la pena que produce una pérdida como esa, me tocó vivir aquella época difícil en la que había represión y desaparecidos políticos, cuando para nosotros el nombre de Alfonso Martínez Domínguez estaba involucrado en esas cuestiones por los cargos que tuvo y la responsabilidad que asumió en esos casos.
"Siempre fue un momento doloroso porque estábamos ante un sistema cerrado, rígido, intolerante, donde no había elementos judiciales para denunciar violaciones a los derechos humanos, como en el caso de los halcones que se mencionaban en las represiones estudiantiles, y es bueno y sano que se pueda mirar el pasado para esclarecer estos hechos, puesto que hay familias afectadas que perdieron a sus seres queridos, y no por sed de venganza sino para fincar responsabilidades y evitar que esto vuelva a ocurrir y podamos vivir en un verdadero estado de derecho".
El perredista Emilio Ulloa dijo que con la muerte de Martínez Domínguez "termina una historia negra que el país no puede seguir viviendo; hay que reconstruir la historia de los movimientos estudiantiles de 1968 y 1971. Al señor Alfonso Martínez le quedaron muchas cosas qué aclarar a la sociedad. No se puede cerrar el pasado, es fundamental que el país resuelva esa parte para poder ver el futuro. El autoritarismo no se puede olvidar, aún está abierta la herida y necesitamos reconstruir el presente".