Mi nuevo libro es tan buena gente y tan pro
evangelio que el Papa me va a felicitar, asegura
Vanguardia es hacer arte sanador y bondadoso: Jodorowsky
Los hijos del Topo es el nuevo proyecto cinematográfico
del escritor, en el que también actuará
El eje del mal,
integrado por Bin Laden y Saddam Hussein, lo inventó Bush
MARIANA NORANDI ESPECIAL
Después de 12 años sin hacer cine, Alejandro
Jodorowsky (Chile, 1929) proyecta realizar un nuevo filme titulado Los
hijos del Topo. En este trabajo piensa tomar como base el inquietante
mundo que rodeaba a su segunda película, la mítica El
Topo (México, 1971). Escritor, cineasta, guionista de cómics,
tarotista, cabalista, dramaturgo y actor, vino a México para encontrarse
con la productora Titán, que financiará el proyecto del cineasta,
y para presentar su más reciente libro, Los evangelios para sanar,
en el que interpreta el Nuevo Testamento y profundiza en los males
de la humanidad.
Un día antes de su regreso a Francia, país
en el que reside desde hace varios años, nos cita en el hotel donde
se hospeda. Jovial, irónico, crítico, provocador y de gran
temperamento, Jodorowsky contesta las preguntas que le hacemos. Prefiere
charlar sobre el libro que de la película, pues insiste que Los
hijos del Topo es sólo un proyecto del que no quiere hablar.
Espera de 12 años
-¿Por
qué esperar 12 años para rodar una película?
-Es lo que le pregunto a los productores, ¿por
qué esperaron 12 años para irme a buscar? Yo estuve muy inspirado
en la vida de Bodidharma, que enseñó el budismo zen en China,
y cuando buscó a su sucesor, en vez de hacerlo en China, donde había
millones de personas, se puso a meditar mirando un muro y esperó
ocho años a que llegara. Yo hago lo mismo. Estaba en mi casa esperando
un productor y llegó Titán Producciones, que me ofreció
levantar el proyecto.
-¿Cómo se relaciona 31 años después
El Topo con Los hijos del Topo?
-En este proyecto retomo los personajes.
-¿Es una continuidad de El Topo?
-No. Cuando la haga, dentro de un año, se podrá
ver por separado, pero sí hago referencia al mundo de la anterior
película.
-¿Qué actores la van a protagonizar?
-Yo volveré a hacer el Topo. Jacqueline Luis también
volverá a hacer la madre enana, y tal vez Caín lo interprete
Marilyn Manson. Si no lo hace él lo hará un actor español,
pero todo es un proyecto, por lo que prefiero no hablar de la película.
-¿Y contará con actores mexicanos?
-También habrá. Pero es un proyecto.
-Solamente una pregunta más sobre la película,
¿sería rodada en México?
-En México no se pueden conseguir todos los capitales,
por lo que esta película será una coproducción. Si
la coproducción es española o canadiense, habrá que
rodar una parte en España o en Canadá, y otra aquí.
El imperio se ha comido al mundo
-¿En qué ha cambiado el cine en estos 12
años que ha estado alejado de los rodajes?
-El imperio se ha comido el mundo. Ha implantado en todos
lados su política, su hegemonía, su inhumanidad industrial,
su avaricia de petróleo, su decadencia monetaria y su cine tóxico.
Entonces los que quieren hacer cine son guerreros que se debaten para encontrar
pequeñas cantidades de dinero y salas. No tienen las grandes pantallas
ni los millones de dólares que tienen las imbecilidades de Lucas
o Spielberg. Lo que veo de maravilloso es que en ciertas partes surge el
milagro del cine, como en Corea o en México, con películas
como Amores perros, que recorren el mundo como pueden, con algo
que nada tiene que ver con el cine estadunidense. El verdadero cine no
se puede matar, porque, cuando lo matan por un lado, surge por otro.
-¿Qué películas de las que ha visto
últimamente le han gustado?
-Son todas de Corea, Japón, Hong Kong y China.
-¿Vio El crimen del padre Amaro?
-No, pero estoy feliz porque le hicieron escándalo
y eso le ha dado un impulso que hará que se vea en todo el mundo.
Ojalá a mí con Los evangelios para sanar me hicieran
un escándalo.
-Algo ya ha escandalizado...
-¿Ah, sí? ¡qué bueno! Pero
dudo que levante escándalo porque no da motivos. Es tan buena gente
ese libro y tan pro evangelio que el Papa me va a felicitar. Por lo único
que podría escandalizar es porque digo que a la virgen María,
cuando la poseyó Dios, tuvo el orgasmo más grande que se
ha conocido en la humanidad. Y eso me parece normal, porque si a mí
me posee Dios me hago gay.
-¿Qué otros temas se tratan en ese libro?
-Interpretaciones. Se leen los evangelios al pie de la
letra y se pregunta si determinado pasaje es real o no. Por ejemplo, se
dice que, de los cuatro apóstoles, tres afirman que Cristo no cargó
la cruz, y San Pablo dice que sí, entonces te preguntas, ¿cargó
o no la cruz?, ¿qué pasa si elijo que no cargó la
cruz? ¿Es un Cristo triunfante o víctima? Y lo desarrollo.
Exaltación de la belleza
-¿En algún momento se critica el catolicismo?
-No, es una exaltación del evangelio hacia la belleza,
la que que las interpretaciones limitadas de monjes solteros no exaltaron,
pervirtiendo la interpretación, sobre todo en la imagen de la mujer,
que es considerada el pecado más grande del mundo.
-En su libro habla de los males de la humanidad, ¿a
cuáles se refiere?
-Vivimos
en una civilización que agoniza. Estamos al comienzo de la implosión
de América del Norte, que se va a destruir por sí misma.
Estamos asistiendo a la crisis del sistema monetario, a la crisis industrial
y, sobre todo, a la crisis del petróleo, que es la energía
nefasta que ha arruinado a la humanidad. La gente ya no cree en la política
ni en la religión. La religión ya no sirve porque no ataca,
crea censura. Si el Opus Dei, que dirige las bancas, comienza a
establecer una censura a la libre expresión y continúa defendiendo
la castidad, vamos a estar como en la época de Franco, en la que
las mujeres van a ser de nuevo putas domésticas, produciendo 10
niños, y casadas con policías. Es lo que va a pasar, y no
queremos eso.
-¿Cómo ve esa nueva visión de un
eje del mal conformado por Bin Laden y Saddam Hussein?
-Eso lo inventó Mickey Mouse, ya sabes a quién
me refiero, ¿no? A Bush. Estados Unidos siempre ha creado los enemigos
que la atacan. Nadie en la prensa ha remarcado que el asesino que mató
a 10 personas lo hizo con un fusil que se llama Bush. Para George W. Bush,
Bin Laden es el mal, y para Bin Laden, Bush es el mal. Tenemos que llegar
a una comprensión de dos culturas y dos mentalidades, y repartirnos
el petróleo en partes equitativas, porque de eso se trata.
-¿Cree que son momentos difíciles para hablar
de positividad y poesía?
-Al contrario, hay que hablar. Hay que terminar con las
revoluciones políticas y pasar a las re-evoluciones poéticas.
Así como los terroristas hicieron una red, los poetas deben hacer
una. Lo único que puede salvar al mundo ahora es un espíritu
poético.
-¿A sus 73 años cree que todavía
se puede cambiar el mundo?
-No sé si se pueda cambiar, pero se puede comenzar
a cambiarlo. El otro día vi que una persona tiraba unos cerillos
al suelo y dije "no desprecies los cerillos, porque una pequeña
llama puede incendiar un bosque". Tú tiras unos cerillos en el cenicero
y no pasa nada, pero los tiras en un bosque y lo puedes inflamar entero.
Podemos comenzar a cambiar el mundo si empezamos a decir lo que pensamos
sin miedo.
No hay mito del encuentro con Castaneda
-¿Qué hay de mito en su encuentro con Carlos
Castaneda?
-No creo que haya mito, todo lo que tengo que decir lo
escribí en mi libro La danza de la realidad. Yo conocí
a mucha gente, fui amigo de Violeta Parra, de John Lennon, le leí
el tarot a Peter Gabriel, estuve comiendo hamburguesas con Marilyn Manson,
en Los Angeles, y estuve en París con Dalí. Entre todos esos
encuentros me topé con Castaneda. Me dijo que hiciera una película
sobre Don Juan, y le dije que no, porque sería una ridiculez hollywoodense.
Discutimos que no se podía, porque cuando se presentara al hombre
que se convierte en perro con efecto de cine, iba a parecer un cuento de
hadas, al igual que lo sería Anthony Quinn haciendo a Don Juan.
Se iba a arruinar la verdad de sus libros y no quise eso.
-¿En ese libro también cuenta su experiencia
con el peyote?
-En la danza de la realidad describo una experiencia
que tuve con el LSD y con los hongos que me dio María Sabina. No
he probado ayahuasca, pero he asistido a experiencias de gente que la tomó.
No la he tomado porque mi mente está tan abierta que si tomo estas
cosas me vuelvo loco. Peyote sólo comí una vez para ver qué
gusto tenía. Es un buen tónico, no tuve alucinaciones porque
habría que comerse un buen paquete para lograr lo que logró
Castaneda.
-¿Cree que esas sustancias ayudan a abrir la percepción
de la realidad?
-Todo el mundo debería tener un viaje con hongos
para tener la experiencia de abrir la mente racional, inclusive Fox y el
Papa. Es algo sagrado y necesario que tiene México.
-¿Se sigue considerando vanguardista?
-Sí, pero si antes la vanguardia era la catarsis
de la crueldad, ahora, como el mundo es cruel, ser vanguardia es hacer
un arte sanador y bondadoso. En cierta época Toulousse Lautrec,
Kafka, Dostoyevski y Juan Rulfo eran considerados la maravilla, y hoy son
unos neuróticos. Juan Rulfo nos presenta un mundo de muertos, Dostoyevski
un mundo totalmente decadente y qué hablar de Kafka. El mundo se
hizo vanguardista, ahora hay que ir más lejos, escapar de un arte
que refleje tu neurosis y crear un arte que sane.
-¿Se puede dar la revolución poética
en el cine?
-Para mí, hacer Los hijos del Topo lo es,
porque se trata de pura poesía.