Fin al impuesto suntuario; se reduce el ISR; estímulos a la inversión en ciudades medias
Fox: a gasto social, 90% de fondos federales
JUAN MANUEL VENEGAS, DAVID ZUÑIGA Y JESUS ARANDA
El 90 por ciento del presupuesto que ejercerá directamente el gobierno federal el próximo año se destinará a gasto social, aseguró el presidente Vicente Fox, quien por otra parte anunció que propondrá la eliminación del gravamen a artículos suntuarios, la reducción del impuesto sobre la renta (ISR) de 35 a 34 por ciento y la deducibilidad inmediata de la inversión fuera de las ciudades de México, Monterrey y Guadalajara.
De acuerdo con el presupuesto plan-teado para el próximo año, en tanto, se prevén un crecimiento y una tasa de inflación de 3 por ciento.
En una serie de largas explicaciones que ayer se dieron en torno al proyecto de presupuesto que el Ejecutivo envió al Congreso, el asesor presidencial, Ramón Muñoz, adelantó que tanto el Presidente como los secretarios de Estado tendrán un incremento en sus percepciones de 3 por ciento. Precisó que el gasto asignado a la Presidencia de la República ''anda en el orden'' de los mil 640 millones de pesos anuales, por debajo de los ''mil 780 millones'' que se gastaron en el último año del sexenio de Ernesto Zedillo.
Además, destacó el hecho de que hoy la llamada partida secreta presidencial ha desaparecido, ''por lo que el presidente Fox no tiene discrecionalidad sobre ningún peso del presupuesto''.
Primero en la entrega del Premio Nacional de Calidad 2002, en Palacio Nacional, y luego en una comida en Los Pinos con la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco), Fox hizo una amplia explicación del contenido de su propuesta de presupuesto para el próximo año.
En Palacio Nacional dijo que al ser el gobierno federal la institución que más recursos administra, ''está obligado a hacer las cosas con calidad y excelencia, y a gastar menos y hacer más''. Por ello, ''estamos abriendo camino a la construcción de este gobierno eficiente a través de una revolución silenciosa, pero efectiva, y que avanza con paso firme. Enmendamos, remendamos y construimos instituciones de calidad, productividad y eficiencia'', apuntó.
Con este compromiso, sostuvo, ''en el gobierno federal somos los primeros que nos apretamos el cinturón'', por lo que los 550 mil millones de pesos de que dispondrá en 2003 representan en realidad una reducción de 1.5 por ciento con respecto al presupuesto de este año. Precisó que las instituciones que tendrán ''incrementos sustanciales'' son los poderes Legislativo y Judicial, así como el Instituto Federal Electoral. ''Y esto hace aún más visible la reducción en el gasto del gobierno central'', señaló.
Respecto a la bolsa de 511 mil millones de pesos que de acuerdo con el proyecto foxista corresponderá a estados y municipios, dijo que representa 10 por ciento de incremento en los recursos participables y 4 por ciento en el rubro de los diversos ramos. Con todo esto queda claro ''que la única bolsa que tiene reducción y que está absorbiendo toda la austeridad para el próximo año es la federal, y vale la pena distinguir que hay más de 15 por ciento de reducción en gasto corriente y gasto que se pudiera denominar superfluo, mientras que hay un crecimiento en el gasto de inversión social de la bolsa federal''.
Según la explicación del mandatario, ''seguimos avanzando en federalismo y transfiriendo recursos a estados y municipios, a cambio de absorber la parte de austeridad en el presupuesto dentro del gobierno federal''. Y es que su propuesta incluye también la transferencia a los estados de los recursos que genere la recaudación a los causantes menores, particularmente personas físicas. Esta medida, confió, ''seguramente va a contribuir a reducir la economía informal''.
Más tarde, con los empresarios de la Concanaco -a los que Marta Sahagún de Fox presentó también un informe de las actividades de Vamos México-, el Presidente dijo que el proyecto de presupuesto que envió el Congreso es la ratificación de su compromiso de ''no caer en tentaciones populistas'', para lo cual habrá que mantener la disciplina en el manejo de la política monetaria y de la política fiscal.
Insistió en que el presupuesto del próximo año será austero y que en la propuesta que hizo al Congreso se prevé un crecimiento de 3 por ciento, con una tasa inflacionaria en el mismo nivel. Dejó claro también su objetivo de ''no endeudarnos más allá de lo aprobado, ni relajar la disciplina, a fin de reducir el déficit fiscal de 0.65 a 0.5 por ciento''.
Ratificó que sus principales metas son mantener la estabilidad económica y el fortalecimiento del mercado interno, que permita atraer más inversiones y generar más empleos. Para lograrlo, y tomando en cuenta ''las limitaciones'' de los recursos del sector público, reiteró sus intenciones de promover las inversiones ''mixtas'' con la iniciativa privada, sobre todo en infraestructura carretera, salud y educación.
Luego de advertir que terminaron las épocas en que el Ejecutivo ''gastaba en exceso y sin rendir cuentas'', Fox anunció su propuesta de eliminar los impuestos a los artículos suntuarios, la reducción del ISR, tanto para empresas como para personas físicas, y la deducibilidad inmediata de la inversión que se registre fuera de las tres principales ciudades del país.
Por otra parte, el secretario de Gobernación, Santiago Creel, adelantó que para la aprobación del presupuesto el gobierno federal hará ''lo de siempre'', es decir, dialogará con los grupos parlamentarios y los actores políticos y sociales ''relevantes'' del país. El funcionario destacó que, por primera vez, la entrega de las iniciativas de presupuesto tiene lugar los primeros días de noviembre, para que los legisladores puedan revisarlas con antelación y tengan tiempo suficiente para analizar ''adecuadamente'' los documentos que les entregó Hacienda.
Tras destacar que el rubro de gasto social tendrá un acento importante en el presupuesto del año próximo, Creel convocó a los tres niveles de gobierno a ejercer este gasto de manera transparente y sin sesgo político alguno.