Advierten sobre los riesgos de la apertura comercial

Demandan avicultores fijar arancel a productos de EU

MATILDE PEREZ U.

Los Cabos, BCS.,31 de octubre. "No tengo forma de enseñar el padrenuestro a los apóstoles'' dijo a los avicultores el subsecretario de Normatividad y Servicios a la Industria y al Comercio Exterior de la Secretaría de Economía (SE), Juan Antonio García Villa. Los productores esperaban mayores definiciones en torno al blindaje agroalimentario que prometió desde mayo el gobierno federal para el sector agropecuario.

La única certeza que dio a los integrantes de la Unión Nacional de Avicultores (UNA) -reunidos en su 41 congreso nacional- es que la SE está trabajando a marchas forzadas para emitir en diciembre una resolución de inicio en torno a la salvaguarda para pierna y muslo de pollo que los productores solicitaron, pero -acotó- eso no implica que empiece a tener efectos directos a partir de 2003.

Al respecto, la subsecretaria de Comercio Interior de la SE, Rocío Ruiz Chávez, explicó que esa salvaguarda "consentida o acordada'' está en estudio en la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales y además está sujeta al acuerdo entre los gobiernos de Estados Unidos y México. "

La UNA mantiene la esperanza de lograr un acuerdo en torno a dicha salvaguarda, que implicaría mantener un arancel durante los próximos cinco años de 98 por ciento, con una cuota superior a las 100 mil toneladas -principalmente para pierna y muslo- libre de arancel para la franja fronteriza.

Los avicultores insistieron ante los funcionarios de la SE en la urgencia de que el gobierno tome una decisión política para impulsar esa salvaguarda, ya que ante la apertura en 2003, las importaciones de pollo y muslo de carne de pollo pueden sustituir 30 por ciento de la producción nacional. La angustia no es para menos, ya que la industria avícola genera 990 mil empleos y aporta 4.4 millones de toneladas de alimento para el consumo humano, con un valor de 36 mil millones de pesos.

Las aportaciones del sector avícola al producto interno bruto (de 0.5 por ciento) no reflejan la importancia de esta industria, pero tienen efectos multiplicadores en la economía que deben tomarse en cuenta, abundó el subsecretario García Villa, quien trató de convencer a los avicultores de aprovechar las ventajas por la firma de 32 acuerdos comerciales. Sí, hay asimetrías y distintos grados de desarrollo, pero los avicultores han demostrado su capacidad de competencia, ya que han mantenido un ritmo de crecimiento anual de 4.6 por ciento en huevo, 5.9 por ciento en carne de pollo y de 9 por ciento en pavo, dijo.

El compromiso de la SE, aseguro el subsecretario, es activar la norma de pavo para productos empacados, vigilar que se cumplan las normas de origen para evitar las triangulaciones, establecer una norma oficial de huevo y eliminar la fracción arancelaria para carne de ave en salmuera.

Mientras las buenas intenciones del gobierno para apuntalar la competitividad de la industria avícola nacional eran expuestas por los funcionarios de la SE y el administrador de la Central de Planeación Aduanera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Mireles, el presidente de la UNA, César de Anda, reiteró la exigencia de los productores de que el gobierno federal instrumente una serie de acciones políticas que propicien la competitividad del sector, y subsanen las distorsiones y desequilibrios estructurales de la economía. Entre las propuestas adicionales a la salvaguarda para pollo y muslo de pollo sugirió el establecimiento de un apoyo directo de 25 por ciento a las exportaciones sobre el valor de la mercancía y apoyos directos de 500 pesos por tonelada para granos forrajeros y pastas oleaginosas.

Aclaró que los avicultores no pretenden que se baje la cortina frente a la competencia internacional sino que se apliquen normas, que se les respalde para "defender nuestro pedazo de pastel. Si logramos detonar la salvaguarda de carne de pollo daremos un paso histórico".

El presidente de la UNA aceptó que esa salvaguarda "no es la varita mágica ni la panacea para la industria avícola mexicana, pero sí una forma de demostrar que el blindaje agroalimentario tiene elementos para ser tal". Aceptó que los productores mexicanos deben estar atentos al mercado internacional, a lo que sucede en Brasil y China -dos de los mayores productores avícolas-, y no sólo a lo que acontece en Estados Unidos. "Sabemos que nuestra situación es compleja y por eso estamos batallando por lograr una situación mejor, pero necesitamos decisiones políticas".