Impugnan la megafusión Lagardère-Vivendi Universal
Los editores independientes franceses prendieron el pasado miércoles los focos rojos, luego de darse a conocer que la rama editorial de Vivendi Universal, que incluye a sellos de Europa y América Latina, pasaría a formar parte del grupo Lagardère.
Lagardère, propietario de Hachette, el segundo consorcio editorial de Francia, se convirtió con la operación, calculada en mil 250 millones de euros, en el número uno de la edición de ese país y el tercero en la lista de los gigantes europeos, después del británico Pearsons y el alemán Bertelsmann.
La preocupación en Francia radica en que con esta adquisición Lagardère detentará 80 por ciento del mercado del libro escolar, 80 por ciento del libro de bolsillo y 70 por ciento de la distribución.
Así, la industria editorial francesa será dominada por un grupo casi 10 veces más grande que Gallimard, segundo en importancia. El volumen de negocios del nuevo conjunto representa casi 2 mil millones de euros frente a los 235 millones de Gallimard o los 216 millones de Flammarion, número tres de la edición en ese país.
Entre los sellos que Lagardère absorbió no sólo aparecen el emblemático Larousse o -también de Francia- Bordas, Nathan, Plon-Perrin, Laffont, Pocket y 10/18, sino también grupos de significativa trayectoria, como el español Anaya, con sus filiales Cátedra, Tecnos, Alianza, Siruela, Pirámide, Vox y Aique, así como las firmas británicas Harrap y Chambers.
En ningún país del mundo un solo consorcio tiene tanto peso en el sector de la edición como el que ahora ostentará Lagardère.
Los editores independientes se aprestan a impugnar la operación en la Comisión Europea de Competencia, con sede en Bruselas, y para tal propósito cuentan con el apoyo de pequeños libreros, que también estudian la posibilidad de interponer un recurso.
Los denominados libreros independientes, agrupados en el Sindicato de Librerías Francesas, están preocupados por la cesión porque, dicen, ya conocen las prácticas desleales de Lagardère en el aspecto de la distribución, y temen más abusos ahora que controle casi las tres cuartas partes de las ventas.
Jean-Paule Giraud, presidente de la FNAC, considerado el primer librero de Francia, expresó en declaraciones recogidas por Le Monde que estará atento a los derroteros que tome el nuevo holding.
''Estaremos en adelante frente a un grupo que representa 40 o 45 por ciento del sector y, sobre todo, 70 por ciento de la distribución. Es evidente que allí se sitúan los principales riesgos".
-ƑSe va a sumar a los recursos que interpondrán en Bruselas editores y libreros independientes?
-Tenemos buenas relaciones con Hachette. No promoveremos ningún recurso.
GUIDO PEÑA