El cielo por un beso, exposición
del grabador en el Museo de la Estampa
Los cuadernillos de pequeño formato, faceta
poco conocida de Posada
Compendian todo su saber como ilustrador o artista publicitario,
señala López Casillas
Su vasta producción gráfica va más
allá de sus tradicionales calaveras, expresa
MERRY MAC MASTERS
Más allá de sus archiconocidas calaveras,
corridos, fusilados y demás dramas, José Guadalupe Posada
es dueño de una vasta producción gráfica. El crítico
de arte Paul Westheim la calculó en 20 mil grabados. Una faceta
poco conocida del artista hidrocálido son los diversos cuadernillos
de pequeño formato relacionados con la vida cotidiana, entre cancioneros,
cuentos infantiles y manuales, 300 de los cuales ilustró de 1890
a 1912.
Con
motivo del 150 aniversario de nacimiento del grabador y en vísperas
de los 90 años de su muerte, que se cumplirán en 2003, el
Museo Nacional de la Estampa presenta El cielo por un beso. Cuadernos
populares de José Guadalupe Posada, exposición que será
inaugurada el lunes 28 a las 20 horas en el recinto de avenida Hidalgo
39, Plaza de la Santa Veracruz, a un costado de la Alameda Central.
Para Mercurio López Casillas, joven librero anticuario
y curador invitado, es rara la muestra que sale del ''discurso oficial"
respecto de Posada como artista precursor de la Revolución Mexicana.
''Claro que lo era, pero se me hace un poco triste que, teniendo una obra
tan extensa, limitarla a decir que nada más era el artista de las
calaveras, ya que sólo las hacía una vez al año. Los
demás días hacía otras actividades, por ejemplo, banderas
para el 15 de septiembre o unas tarascas para el día de las mulitas",
afirma el entrevistado.
No es ''casual", entonces, que cerca de la celebración
del Día de Muertos se abren tres exposiciones de Posada. Aparte
de la del museo de la Estampa, el Museo de la Ciudad de México organiza
para el 30 de octubre José Guadalupe Posada, su tiempo y su historia...
150 aniversario de su natalicio. Desde hace unos días Posada
y Daumier: crítica social se exhibe en el Museo del Palacio
de Bellas Artes.
Admirador de Posada desde niño, López Casillas
explica que los cuadernillos ''compendian todo su conocimiento como ilustrador
o artista publicitario, porque hay que tomar en cuenta que el grabador
siempre hizo su obra para acompañar un texto. Pero al redescubrirse
Posada, en 1930, Francis Toor en su monografía pone los grabados
sueltos como si los hubiera hecho así".
Advertencias morales
El entrevistado ya trabajaba con la Editorial RM en el
libro José Guadalupe Posada. Ilustrador de cuadernos populares
-con prólogo de Raquel Tibol y texto de López Casillas; se
espera para diciembre- cuando se presentó la ocasión de hacer
la muestra con el Museo Nacional de la Estampa. Aparte de las 40 piezas
que presta el curador, el resto de la obra proviene de las colecciones
Muyaes-Ozagón, Cedeño Vanegas y del propio museo, para sumar
220 piezas.
Dividida en tres apartados, el primero se refiere a los
cancioneros donde Posada hizo la portada de las melodías del momento:
valses, rumbas y marchas. La siguiente sección, Infantiles,
reúne cuentos, obras de teatro, cuadernillos de adivinanzas y de
versos de payasos. En muchos casos se trata de ''advertencias morales"
para los niños en cuanto a su comportamiento. De allí títulos
como La pesadilla de Alejito o el almuerzo de azotes o Las niñas
vendidas. El aguascalentense también ilustró La Cenicienta
y Blanca Nieves, pero con su estilo particular. Si se acostumbra
ver la obra de Posada a una sola tinta, casi todos los cuadernillos tienen
un fondo rojo.
El último apartado, Manuales en el bolsillo,
recopila epístolas amorosas, folletos de cocina, bordado, tejido,
pastelería, dulcería, predicciones, magia, oratoria, novenarios
y pastorelas, entre otros. También se exhiben cerca de diez placas
originales para mostrar cómo trabajaba Posada y el resultado final.