Las familias más pobres gastan entre 100 y 170 pesos al mes para atender sus males
Un mito, la gratuidad de los servicios médicos, afirma subsecretario de Ssa
Diseñar un modelo integrado de atención, reto del gobierno, dice Ruelas Barajas
ANGELES CRUZ
La gratuidad de los servicios médicos "es un mito", afirmó el subsecretario de Innovación y Calidad de la Secretaría de Salud (Ssa), Enrique Ruelas Barajas. Explicó que las familias más pobres de México gastan entre cien y 170 pesos al mes en la atención de sus enfermedades, lo que constituye la peor forma de financiar el sistema de salud.
Al dictar una conferencia magistral, después de inaugurar la Expo Salud Internacional, Ruelas Barajas se refirió al problema de la calidad de los servicios sanitarios, considerado uno de los retos del gobierno federal. Señaló que es similar a un laberinto, lleno de encrucijadas que parecen no tener salida, principalmente por la cantidad de aspectos que involucra.
Afirmó que uno de los más críticos es el desabasto de medicamentos en las instituciones del sector público, que alcanza niveles de 25 a 30 por ciento. Destacó la importancia de no negar la existencia del problema, que se presenta en varias facetas del proceso: adquisiciones, licitaciones, precios de los fármacos, distribución e incluso la prescripción. A esto se suman los actos de corrupción, subrayó.
Apuntó que se ha encontrado en la voluntad compartida entre gobierno, instituciones y la industria farmacéutica el principio de solución a la problemática.
Mencionó que aunque en términos generales los usuarios están satisfechos con la atención que reciben, se han obtenido algunos resultados "poco creíbles" en las encuestas sobre la materia. Por ejemplo, si se pregunta al paciente si recibe información del médico sobre su enfermedad, en la mayoría de los casos, la respuesta es afirmativa, pero esto no es prueba de que se haya cubierto la necesidad de conocimiento del interesado.
Además, agregó Ruelas, existe una percepción diferente sobre la calidad de los servicios, dependiendo de si la persona es usuaria en el momento de la entrevista o si se manifiesta desde fuera, como ciudadano; en este último caso persiste una opinión negativa.
Acerca de las deficiencias en la prestación de los servicios médicos, indicó que a diferencia de Estados Unidos, donde existe clara evidencia de los errores que cometen los médicos en la prescripción, administración de terapias y operaciones quirúrgicas, entre otros, en México "seguramente también suceden", pero no se conocen. Las equivocaciones tienen origen en la falta de una atención integral de los pacientes, y aún "tenemos que lidiar con enfoques totalmente parciales", apuntó.
Ruelas Barajas dio cuenta de las anomalías que presenta la atención médica en el país, que tienen que ver con las pésimas condiciones laborales en que los galenos desarrollan su trabajo, los "desencuentros" con las compañías aseguradoras, la falta de incentivos y el nivel de desempleo, pero también con los "errores garrafales" que los médicos cometen en sus diagnósticos clínicos. Puntualizó sobre la necesidad de que cualquier veredicto esté sustentado en evidencia científica.
Al abundar sobre los lados oscuros y claros de la prestación de los servicios, mencionó el creciente número de escuelas de medicina de muy dudosa calidad y la proliferación de los egresados. Aseguró que uno de cada seis médicos titulados que aspiran a ingresar a una residencia médica de especialidad es rechazado, lo cual da cuenta del nivel de desempleo que existe en el sector. Por otro lado, recordó que hace unos meses se constituyó formalmente el Consejo Mexicano de Acreditación de Escuelas de Medicina, con el cual se empezará a avanzar en esta materia.
Ante médicos y especialistas en salud que participaron en el simposio sobre la calidad de los servicios, Ruelas Barajas también habló de las enfermeras. Dijo que no hay duda de su dedicación, y señaló que son los verdaderos pilares de la atención pero las menos reconocidas del sistema.
En relación con la infraestructura hospitalaria, el subsecretario -impulsor de la Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios-, admitió que "un puñado" de nosocomios, no más de cien, son de muy alta calidad.
La Ssa tiene registro de 3 mil 100 unidades en el país. De ese total, 2 mil 600 hospitales privados carecen de laboratorio clínico y área de rayos X, y unos mil de médicos de tiempo completo.
Comentó que en los centros hospitalarios de la iniciativa privada los usuarios encuentran comodidades y tecnología de punta, pero en la mayoría no existen actividades de enseñanza e investigación. Reconoció que en algunas unidades particulares hay aportes a la salud, pero hay "otros donde no se sabe qué sucede".
Finalmente, Ruelas dijo que, en aras de mejorar la calidad de los servicios de salud, el gobierno se plantea como meta el diseño de un modelo integrado de atención, a cumplirse en los próximos 50 años, y aseguró que sin calidad no será posible garantizar la protección financiera de las familias que destinan gran parte de su presupuesto a curar sus enfermedades.