Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 25 de octubre de 2002
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Cultura

José Cueli

El imperio del terror

El Diccionario de la Real Academia Española define el terror como un miedo muy intenso. Asimismo, como la denominación dada a los métodos expeditivos de justicia revolucionaria y contrarrevolucionaria. Renglones abajo aparece la palabra terrorismo que se traduce como dominación por el terror y como la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir el terror.

El terror va emparentado con lo siniestro. Lo siniestro es descrito de manera magistral por Sigmund Freud en su texto titulado Lo ominoso, en el que aborda el tema del afecto de terror que experimenta el individuo ante algún suceso que presenta el carácter de algo siniestro pero que a la vez, desde el inconsciente, retorna como algo que nos es familiar. Algo inherente a nuestra propia estructura síquica.

Así el terror y el terrorismo se nos presentan como fenómenos complejos en los que los extremos más paradójicos, irracionales e incomprensibles de la naturaleza humana nos salen al paso.

Si tratáramos de buscar una palabra que definiera el comienzo de milenio sería el vocablo terrorismo en diversos grados y con diferentes matices. Bajo la definición antes mencionada (actos de violencia para infundir el terror) pueden incluirse desde el secuestro hasta los atentados terroristas o el francotirador de Washington, pero también las represalias desmedidas e indiscriminadas sobre la población civil que se ejercen más como retaliación que como acto de justicia.

Pero, Ƒqué hay detrás del individuo que necesita mantener aterrorizado y controlado al ''otro"? Pensemos en un ejemplo común y frecuente, el del paciente alcohólico. Indefenso, con un vacío interior intenso que pretende silenciar con su adicción, intenta de manera permanente, bajo los efectos de la intoxicación alcohólica, aterrorizar y despertar temor en los que lo rodean, en un vano intento por proyectar y ''exorcizar los demonios internos" que pueblan su vacío.

Ante la zozobra mundial de la amenaza de una nueva guerra (ahora contra Irak) que puede tener toda clase de efectos deletéreos cabe preguntarse, Ƒqué es lo que orilla al presidente Bush a ignorar opiniones bien fundamentadas, regulaciones de organismos internacionales como la ONU y manifestarse por medidas unilaterales que desencadenen el terror entre la población mundial?

Existe entonces una terrible contradicción que quien se ha autoproclamado el adalid para combatir el terrorismo en el mundo pretenda ejercer el poder y el control usando como instrumentos la prepotencia, la irracionalidad y el terror.

Violencia engendra violencia y en un mundo atemorizado y convulsionado como el que habitamos lo que menos necesitamos es vivir bajo la égida del terror. Intentar someter al otro bajo este régimen sólo puede conducir a desenlaces desastrosos donde el terror de unos desencadene los mecanismos de defensa más primitivos en el otro y la lucha sea entonces desde lo más primitivo, lo más arcaico y lo más destructivo del ser humano.

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