Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 21 de octubre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Cultura
El escritor chiapaneco Juan Bañuelos llega a los 70 años con A paso de hierba bajo el brazo

''Con poesía, los monstruos se convertirían en seres humanos''

Los poetas nos hemos vuelto perezosos; ya no nos interesamos en las ciencias, lamenta

Recomienda volver a los grandes versos ''para llenar el vacío que estamos viviendo''

CESAR GÜEMES

Como buen maratonista de la palabra escrita, cruza la meta de los 70 años sin asomo de cansancio, lleno de proyectos, feliz de la vida aunque un tanto desencantado del papel que algunos compañeros de pluma han destinado para la poesía, su materia de trabajo. Juan Bañuelos llega a su aniversario, como era de esperarse, con un nuevo libro bajo el brazo, A paso de hierba. Poemas sobre Chiapas, editado por el sello de Colibrí, y con la perspectiva de un homenaje en toda regla que a propósito del festejo le brindaron ayer en la Sala Ponce de Bellas Artes, a las 12 horas, Miguel León Portilla, Samuel Ruiz y Marco Antonio Campos, con la presencia del violinista Samuel Maynez.

-Llega a los 70 años escribiendo, que ya es decir, Juan.

-Y no nada más, gozo de buena salud y, sobre todo, en efecto, estoy escribiendo mucho, en particular un libro sobre los ocho años que pasé como integrante de la Conai, que fue para mí un neoarraigo con Chiapas. Esa fue una de las experiencias más intensas que he vivido. Como bien sabemos, el problema no está resuelto, no hay paz en el estado, el drama chiapaneco cada vez es peor. Y en función de ello está el libro que ahora escribo.

''A nivel personal me siento bien, entonces. Veo, sin embargo, que no he logrado lo que me propuse desde muy joven en la poesía. O al menos no siento que lo haya conseguido, porque me estoy exigiendo cada vez más y sobre todo por lo que pasa ahora en el país y en el mundo. Creo que los poetas nos hemos vuelto perezosos al no interesarnos en las ciencias. Nos volvemos cada vez más lejanos de la ciencia y la tecnología para refugiarnos en lo que se llama humanismo. Digo se llama porque ya no es el humanismo clásico. El término se ha convertido meramente en una palabra que, por cierto, ya está pasada de moda, no tiene la intensidad que vive México. Pensemos que los grandes creadores siempre se preocuparon por la ciencia. Uno de los últimos poetas que volvió los ojos a ese terreno del conocimiento fue Borges. Eso nos da la medida temporal de cuánto hemos abandonado el mundo real".

-Es una actitud que lo mismo puede ser vista como alejamiento o ceguera.

-Claro, todos prefieren seguir escribiendo sobre sus tragedias personales o sobre cuestiones baladíes, sin leer para acercarse, por ejemplo, a los más recientes avances sobre astronomía. Al decir esto no significa que yo sea un experto en asuntos científicos, sino que me parece que los poetas mexicanos somos muy presumidos sin base. Es decir, se ha perdido la fe en la palabra. ¿Cómo es posible que haya pereza en México ante un parteaguas social tan importante como el que se dio en 1994? Muchos poetas y escritores en general ignoran la trascendencia de ese hecho, como si eso no fuera la otra mitad de nuestra identidad. Regatear la justicia de los derechos indígenas no es más que una bomba de tiempo que pone en peligro a nuestro país. Sin equilibrio social estamos perdidos. No olvidemos que hay 500 millones de habitantes en el planeta que pertenecen a etnias claramente definidas. A pesar de esto, en los diversos encuentros internacionales a los que he acudido, diversas personalidades de la poesía mundial me señalaron que la gente se refugia en la literatura, en particular en la poesía.

-Si algunos escritores han dejado de tocar tierra, los políticos no se quedan a la Zaga.

-Claro que no, ahora estamos ante la inminencia de un demente como George W. Bush que busca la destrucción de la humanidad. Hablamos de un problema tan grave como se había visto desde la Segunda Guerra Mundial. Los propios estadunidenses saben que equivocaron el rumbo. Sin embargo, creo que la humanidad no va rumbo al suicidio.

-¿Cuál diría que es el papel del intelectual dentro de este caos?

-Recordemos al clásico que pedía una palanca para mover el mundo, y a partir de ahí podremos decir que nos den un verso de Vallejo, de Esquilo, de López Velarde o de Quevedo para convertir a los monstruos de la guerra en seres humanos. Con esto afirmo que es necesaria la poesía, es una medicina en estos momentos. Debemos volver a los grandes poemas, si bien estos viven sin requerirnos. Somos nosotros los que necesitamos de ellos. Llega el momento, como ahora, en que los precisamos para curarnos, para llenar el vacío en el que estamos viviendo.

-Da a conocer ahora un nuevo libro, específicamente dedicado a Chiapas. Cerremos el diálogo con esto: ¿cómo consigue hacer un antología de lugar, no de tema?

-Fue a pedido del editor. Un pedido singular porque suelen solicitarme antologías generales. Y creo que el momento de que aparezca en un solo libro buena parte de lo que he escrito a propósito de mi estado, es el mejor. En mi tierra, ante tanta realidad dramática, un poeta nace cuando quiere y muere cuando puede. Poesía y realidad no son ni una disyunción ni una conjunción, sino el producto de un lenguaje más profundo de sensaciones, de ideas y de la materia del mundo que nos rodea. Para mí la poesía es el pueblo enlazado con la estructura misma de la naturaleza. Entre los indígenas he aprendido que ser y palabra, ser y lenguaje, son una sola realidad. Todos nosotros somos sonido y palabra puestos de pie para dialogar. Lamentablemente lo que ha prevalecido no es la conversación, sino el monólogo falto de imaginación. La ausencia de imaginación nos puede hacer inválidos de la realidad mexicana.


Bellas Artes

Los pueblos indios, depositarios de mi homenaje: Bañuelos

CESAR GÜEMES

Ante sus lectores y entre amigos -un historiador, un religioso y un literato-, Juan Bañuelos comenzó a cumplir 70 años. Reunidos en la Sala Ponce del Palacio de Bellas Artes, Miguel León Portilla, Samuel Ruiz y Marco Antonio Campos llevaron a cabo el homenaje al poeta chiapaneco al que se unieron musicalmente Samuel Máynez al violín y Juan Carlos Rodríguez al piano.

El escritor Marco Antonio Campos definía el arraigo de Bañuelos al decir que la existencia del poeta ''no puede verse separada de los sentimientos que se atisban en sus versos'', a lo cual correspondió en su momento al autor de A paso de hierba que el homenaje lo aceptaba como ''acto dirigido a los pueblos indios, quienes reconocen que sin el cosmos y su sabiduría no habrá paz en México''.

Por su parte, el obispo emérito de Chiapas, Samuel Ruiz, al tomar la palabra hizo énfasis en que el homenajeado saber del fatalismo ante las cosas que aparentemente no pueden cambiar, pero ''no se resigna y es por ello que rompe cadenas de rima y ritmo para expresarse con palabras''. Ya que a lo largo del encuentro campearon las referencias al nuevo poemario de Bañuelos dedicado precisamente a Chiapas, don Samuel agregó: "Al estado de Chiapas lo conociste de mejor forma por tus impresiones a las comunidades zapatistas", es por eso que luego de "tus encuentros selváticos en busca de un sitio para hacer realidad tus utopías, tus poemas cambiaron. De modo que te fuiste y dejaste de ser tú mismo para volver a ser de una manera renovada".

Con motivo también del compromiso entre la vida diaria y la escritura, el historiador Miguel León Portilla definió al poeta como luchador inagotable, "que por cierto no solamente está comprometido con Chiapas, sino con todo México, país a quien canta y por el cual se duele".

Sencillamente pleno, Juan Bañuelos agradeció a los asistentes, y reconoció, poco antes de que fuera ovacionado de pie por la asistencia: "Mi vida ha sido de soledad pero, por primera vez, en esta tarde, mi soledad está concurrida".


El ciego

Juan Bañuelos


Anciano desplazado de Acteal

llorando dijo: "si por esta ciega
cárcel transitas... ¿mi hijo dónde está?
¿por qué no te acompaña?"


 
DANTE
 

*

Somos
La fruta
Pudriéndose
En el árbol
Somos el río paralítico de sangre

-Yo
que tantos
hombres
he sido
no fui nunca el vagabundo azar
ni el tiempo persistente

**

¿Por qué
la luz
quieren
nombrarla
oscuridad?
Tanta noche/ tanto día

Nos han arrincado a un bosque con rejas
Duras espantable
Se sube
Como humo
Nuestro
Pálpito

***

Dicen
    Que el mar es muy grande
           No lo creo
Dicen
     Que nací hace mucho
           Me sorprende
Nunca
Me he
Visto
En un
Espejo

****

     -Eh señor
     ¿ya se fue?
     ¿Quiere
     una pera?

Déme mi bastón/ camino sin nombre
Caminar o ser ¿qué importa?
Estamos vestidos de carne

Nunca fue
Acariciosa
Con nosotros
La eternidad¿
      -¿o es que es una mujer
                siempre en trance
                             de parto?

     Entre lluvias y frío
      Nos cobija el lodo
Y el terror

Y esa tos que no nos deja dormir

*****

Antes

     El frijo sobre el fuego olía a familia

Callan los musiqueros
     ¿No oyes?
             El silencio
             Es agua con sal
             Y sombra-
     Voz de nadie

Como se anda su espanto mi corazón
                              -¿caso me acuerdo
                                      que el mundo
                                          era grande?

No tengo
Lágrimas

Insecto tierno
Es el rocío

******

Cómo se pega a la pared la sombra de esa silla

             -Somos
             solamente
             inquilinos
             del tiempo

No pregunten quién me ha muerto
-que yo me he muerto

             Plantas animales hiedra
             Ruido oscuro de bocas
             -vientres de mujeres sajados
             por cabrones

 *******

Soy el que soy ...
             Cómo lo siento miedo
Cuando un mi pie Alcanza
                         El otro pie
Soy el oído vivo
           Que sólo
                       Tejedor de redes
                                 Adenbalde
Con palabras insepultas
           Cambio de rostro
                          Como el campo
 
 

 Paraje de Polhó, Chiapas 2000

Poema que se publica con base en el formato original del autor, así como la numeración maya

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año