Se presentó el libro Rumberos de ayer... y ocurrió la primera descarga sonera
Entre guayaberas, sombreros y cabellos blancos comenzó el Festival de Son de Veracruz 2002
MARIANA NORANDI ESPECIAL
Veracruz, Ver., 18 de octubre. Las previsiones de mal tiempo que días antes amenazaban el Festival de Son de Veracruz 2002 se disiparon este jueves cuando el encuentro sonero dio inicio. En su séptima edición, este festival representa un importante esfuerzo por conservar una tradición musical llegada de Cuba hace casi un siglo, e implantada en nuestro país, especialmente en Veracruz, como propia. Organizado por el Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec), el festival cuenta con diversas actividades, como cine, conciertos didácticos, talleres de instrumentos musicales, debates y descargas soneras.
La inauguración tuvo lugar a las 11 de la mañana en la capilla del Ivec. Mientras esperábamos que se celebrara la ceremonia inaugural, iban llegando diversas leyendas del son veracruzano y mexicano, como el músico Julio del Razo, el pianista Memo Salamanca o el cantante Luis Ángel Silva Melón. Guayaberas, sombreros y cabellos canos transportaban a los asistentes a otros tiempos y constataban que el son en Veracruz ya tiene su lugar en la historia musical. Cuando la capilla estaba bastante llena se llevó a cabo el acto inaugural, presidido por José González Vieira, cónsul de Cuba en Veracruz; Darío Jiménez Romero, secretario del DIF municipal, quien acudió en representación del alcalde José Ramón Gutiérrez Velasco; Leticia Perlasca, directora del IVEC; Miguel Sosa Costa, delegado de la Secretaría de Educación y Cultura de Veracruz, y los soneros Memo Salamanca y Luis Ángel Silva Melón.
Tras la ceremonia inaugural se presentó el grupo cubano Son de Ahora. Dirigido y fundado en 1998 por el músico Pavel Vitier, este conjunto realiza una interesante fusión de música campesina cubana con elementos pop y clásicos, representando un ejemplo de grupo sonero joven e innovador. Esta banda interpretó desde son montuno hasta changüí y, aunque demostró poseer una gran calidad y creatividad rítmica, se encontró con problemas de sonido que impidieron apreciar totalmente su propuesta musical.
Otro momento interesante de la primera jornada del festival fue la mesa redonda en la que participaron el investigador Miguel Angel Montoya y los músicos Julio del Razo, Luis Montané, Antonio Jiménez y Memo Salamanca. Todos ellos, oriundos de Veracruz, contaron sus experiencias soneras e intentaron llegar a puntos comunes acerca del año de llegada del son a Veracruz o de las características de los distintos estilos de son. Como era de esperar, nadie se puso de acuerdo, pero las vivencias y anécdotas que pudimos escuchar de ellos hicieron sumamente amena e ilustrativa la mesa.
Acabada la mesa, se efectuó la presentación del libro Rumberos de ayer. Músicos cubanos de México 1930-1950, del escritor Gonzalo Marté. Según el autor, es un libro testimonial basado en sus propias experiencias como rumbero y en las de sus amigos. Tras la exposición del libro, el cantante Melón acusó a Marté de escribir un libro mal documentado. Después de un intercambio de palabras, el autor proyectó un video de fragmentos de películas rumberas donde intentó demostrar algunas de las afirmaciones de su libro con las que Melón no estaba de acuerdo, pero éste ya no se encontraba en la sala.
En la noche, en la Plazuela de la Campana, se llevó a cabo la primera descarga sonera. Esta plaza está situada en el centro de la ciudad, y es de esos rincones veracruzanos sumamente pintorescos. Palmeras y almendros rodean la plazuela y, sobre ella, asoman sus barandales viejos balcones de colores. En el centro de la plaza, frente al escenario, las mesas de los restaurantes cercanos acogen a la gente que va a escuchar son, en su mayoría, un público que rebasa los 50 años. Mientras se toman una copa o comen una botana, aparece el primer grupo. Son Los Tigres de la Costa que, acompañados del arpa de Delfino Guerrero, interpretan son tradicional en el que incluyen décimas veracruzanas llenas de picardía. Tras ellos, los veracruzanos Sembradores del Son. Este grupo, fundado en 1987, provocó que la gente empezara a bailar en las orillas de la plazuela. El siguiente turno fue para el grupo Son Caribe, de San Luis Potosí, que acaba de llegar de una gira por Ecuador.
También actuaron los veracruzanos Pregoneros del Recuerdo y Son de la Loma, pero si hubo una banda que se llevó la noche fueron los defeños de La Nueva Nostalgia. Fundado en 1986 y compuesto por siete integrantes jóvenes, este grupo interpreta son y bolero. La Nueva Nostalgia logró que el público bailara incluso debajo de una llovizna que cayó durante un tema romántico. El grupo fue despedido por una décima improvisada por el compositor Félix Martínez: Qué manera de tocar/ el ritmo del son montuno/ ellos lo hacen cual ninguno/ es un grupazo sin par/ los deben ovacionar/ y su música contagia/ viva la Nueva Nostalgia/ con su música en derroche/ hoy se llevaron la noche /con su jícamo de magia.
Hoy sábado, en el Parque de los Volcanes, a las 20 horas, el festival contará con las actuaciones de Juventud Sonera, Joe Preston y su Rumba Casino, Son Clave Azul, Hugo Ceballos y su Trópico. Y a la misma hora, pero en el Teatro de la Reforma, habrá una gala homenaje a los soneros Tony Camargo, Luis Angel Silva Melón y Moy Domínguez, con la actuación especial de Celio González y Combo Ninguno.