Ceguera y parálisis cerebral, secuelas
de partos prematuros
Premian al descubridor de enzima que rompe la fuente
Fabián Arechavaleta, del Inper, obtuvo hace cuatro
años la patente de su hallazgo Científicos internacionales
lo retoman
ANGELES CRUZ
Desde ceguera hasta hemorragias intracraneanas y parálisis
cerebral puede sufrir un recién nacido por la ruptura de membranas
durante el embarazo. El origen de esta patología, que afecta a entre
10 y 12 por ciento de las mujeres gestantes en México, es la enzima
metalofoteasa (MMP 9), por cuyo descubrimiento el doctor Fabián
Arechavaleta recibió el premio GEN de Investigación sobre
Defectos al Nacimiento.
El
equipo de trabajo de Arechavaleta pertenece al Instituto Nacional de Perinatología
(Inper), y hace cuatro años obtuvo la patente de su hallazgo, el
cual ya ha sido retomado por científicos de otros países,
quienes también están en busca de aplicar este conocimiento
básico para prevenir los partos prematuros derivados del comúnmente
conocido "rompimiento de la fuente".
El especialista mexicano, posdoctorado en bioquímica
y biología molecular, explicó que la aparición de
la enzima metalofoteasa, a partir de la semana 22 de gestación,
es un claro indicativo de que la mujer podría desarrollar el problema
de rompimiento de membranas antes de tiempo, es decir, sin que existan
contracciones uterinas ni dilatación cervical. Lo normal es que
estas tres acciones ocurran simultáneamente alrededor de los nueve
meses de embarazo, explicó.
La ruptura prematura de la fuente deriva en pérdida
de líquido amniótico, sufrimiento fetal y varias posibles
consecuencias para el producto. Según Arechavaleta, esta es una
complicación perinatal muy importante a escala nacional por el costo
económico y humano que implica. Felipe Vadillo Ortega, director
de Investigación del Inper, comentó que sólo en ese
nosocomio, la atención clínica de un recién nacido
prematuro cuesta alrededor de 4 mil pesos diarios, y su estancia promedio
es de 30 días, sin que al final exista la garantía de una
recuperación física total. La mayoría de los niños
queda con alguna secuela durante toda su vida: pérdida de la visión,
sordera o problemas neurológicos graves.
En conferencia de prensa, los médicos comentaron
ayer que la aparición de la enzima MMP 9 se ve favorecida por la
presencia, considerada casi normal, de infecciones intrauterinas en el
embarazo. 60 por ciento de las pacientes padece candidiasis, dijeron.
Además de lo anterior, están en estudio
otros factores como la violencia intrafamiliar y el estrés. Vadillo
señaló que en dos años se obtendrán los resultados
finales de la investigación, actualmente en fase clínica,
con los cuales esperan certificar plenamente la conveniencia de incluir
el examen de determinación de la enzima MMP 9 en secreción
vaginal, como parte del manejo integral de la mujer embarazada.