La participación privada permitiría
alcanzar la eficiencia en el cobro, afirma
Propone la CNA concesionar a particulares el manejo
del agua
Analizan especialistas los principales problemas en
el abasto y distribución del líquido
CAROLINA GOMEZ MENA
Para la Comisión Nacional del Agua (CNA) el manejo
del líquido ya "no puede hacerse exclusivamente desde la perspectiva
del gobierno", sostuvo César Herrera Toledo, subdirector de programación
de la dependencia.
Las razones son diversas: una de ellas es que "se ha demostrado
que el gobierno carece de los recursos suficientes para enfrentar un reto
de tal magnitud", puntualizó Rodolfo Ogarrio, secretario técnico
del Consejo Consultivo del Agua, quien agregó que actualmente se
invierten al año alrededor de 7 mil millones de pesos en las redes
de agua potable, cuando deberían invertirse unos 20 mil millones
de pesos al año por lo menos durante una década para poner
al día la red.
A
ello se suma la escasa eficiencia en el cobro del servicio, pues aunque
se deberían recibir al año unos 42 mil millones de pesos
por el consumo de líquido a nivel nacional, se recaudan "14 mil
millones de pesos", de acuerdo con información de la CNA. De ahí
que una posibilidad es permitir la "participación ciudadana" mediante
concesiones a particulares de ciertas tareas en el abasto de agua potable.
Según los especialistas hay ejemplos exitosos en
algunas ciudades de Francia, España, Argentina y Colombia, e incluso
en México: en Cancún y Aguascalientes, y también hay
"algunos concesionarios en el Distrito Federal" en lo que se refiere a
la "instalación de medidores y medición".
En la inauguración del foro internacional Agua
para las Américas en el siglo XXI, organizado por la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la CNA y el Consejo
Consultivo del Agua, Rodolfo Ogarrio afirmó que es necesario un
cambio, tanto para aumentar la eficiencia en la distribución del
líquido como para reducir costos, no sólo porque el agua
es escasa, especialmente en el valle de México, en donde la disponibilidad
es de apenas "300 metros cúbicos por habitante", sino también
porque "en nuestras redes se pierde entre 40 y 50 por ciento" del elemento
debido a fugas.
Para Eduardo Mestre Rodríguez, secretario técnico
permanente de la Red Latinoamericana de Organizaciones de Cuenca, el problema
apunta más a una cuestión de organización que a si
se privatizan algunas áreas del servicio o si las sigue operando
totalmente el gobierno, "porque hay muchos países en donde está
todo en manos estatales y funciona bien".
Ante todo, añadió, el gobierno debe seguir
la tendencia que prevalece a nivel mundial respecto a que la primera medida
para ordenar el cobro del agua es establecer una tarifa que refleje el
costo real del líquido, tarea en la que México está
muy alejado de la realidad, pues de cada mil litros consumidos sólo
se cobran 300.
"Lo que hay que resolver -expuso-; es el problema de la
tarifa y su relación con el costo del agua, es muy difícil
y poco rentable mantener una tarifa más baja que el costo, eso debe
cambiar. La única manera sostenible es que las tarifas reflejen
todos los costos, pero ello no significa que no se deba cuidar que los
que no la pueden pagar tengan algunas ventajas", es decir, que se establezcan
subsidios cruzados, se cobre más al que más consume y puede
pagar para ayudar a financiar a las clases pobres.
No obstante que en opinión de Mestre la entrada
de la iniciativa privada no es la primera opción, descartó
que las concesiones parciales puedan derivar en que particulares se adueñen
del líquido, porque los contratos de servicios dejan en claro que
tanto el agua como las tuberías son propiedad de la nación.
"Mientras no haya un cambio en la ley, la figura de contrato de servicios
seguirá igual", indicó.
Por su parte, Ogarrio resaltó que en diversos países
la tendencia es hacia el aumento de la participación privada, no
sólo porque esto permite tener "eficiencia en el cobro", sino porque
también permite "que el dinero del agua se invierta en el agua misma".