Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 6 de octubre de 2002
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Líder sindical, perseguido, candidato, ¿presidente?

Sao Paulo, 5 de octubre. "Hemos llegado al final de la campaña y todo está muy bien, pero también todo se encuentra listo para volver a empezar otra si fuera necesario. Eso está en todos nosotros, así como la voluntad y la esperanza, pensando en que Brasil es nuestra fuerza", dijo el candidato a la presidencia por el Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula da Silva, a La Jornada.

La misma esperanza es compartida por José Alencar, del Partido Liberal, candidato a la vicepresidencia en la coalición con el PT, quien está de acuerdo con Lula "en llevar adelante a Brasil y poner un alto al terrorismo económico que se intenta emprender contra nosotros".
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Da Silva, quien está en la puerta de la presidencia, es un político surgido del liderazgo sindical. Cuando sólo tenía 7 años salió con su familia de la localidad de Garanhuns, en Pernambuco, región de terrible abandono social. En Villa Carioca, por sus propios medios, aprendió a leer y escribir.

En 1956 terminó la escuela primaria y luego hizo el curso de tornero mecánico en la secundaria. Su primer trabajo, de aprendiz de operario, fue en la fábrica de Miguel Serrano, quien a los 84 años sigue votando por Lula, "porque era un joven responsable que amaba a su familia y a sus compañeros, que dedicaba todo su sueldo a ayudar a los suyos. Luchaba en una vida difícil con fuerza y generosidad".

Posteriormente, en San Bernardo do Campo, periferia de Sao Paulo, trabajando en la metalúrgica Villares, ingresó al movimiento sindical y fue dos veces presidente del Sindicato de Metalúrgicos de San Bernardo y Diadema (75-78), líder de las huelgas del sector durante la dictadura militar (1964-1985) bajo la cual estuvo preso en 1980.

En febrero de ese mismo año fundó el PT. En 1980 ya habían regresado muchos políticos e intelectuales de izquierda desde el exilio, quienes se integraron al nuevo instituto político. Lula ha dicho que cuando el PT no parecía un partido, sino "una lista de perseguidos políticos y ex presos, desde ahí seguimos trabajando y creciendo, aprendiendo y madurando, pero el PT siempre fue muy creativo".

En 1982 Da Silva ya estaba de lleno en la política, y agregó legalmente el sobrenombre de Lula -como lo llamaba su madre- a su apellido. En 1986 fue diputado constituyente, en 1989 disputó la presidencia enfrentando no sólo a Fernando Collor de Mello, del Partido Frente Liberal, sino al nuevo poder de los medios, ya concentrados, que jugaron mayoritariamente en favor del liberal. "Yo he dicho que no han sido derrotas los sucesos, porque hay que estar en Brasil para saber lo que significó que un partido de izquierda, de trabajadores, con una idea nueva, se atreviera a desafiar tantos poderes y llegara a tocar a las puertas de la presidencia", ha asegurado.

Lula defiende la necesidad de un gobierno plural con el mismo ímpetu con el que que lucha para que exista una integración real en el Mercosur, en desafío al Area de Libre Comercio de las Américas, al que considera "un intento temible de anexión de América Latina por parte de Estados Unidos".

Recientemente, el candidato señaló: "Los brasileños debemos saber que la crisis no es solamente nuestra, sino que está en la mayoría de los países, incluyendo a Estados Unidos. Pero vemos que su presidente (George W. Bush) está siempre pensando en la guerra, cuando el mundo clama paz y justicia".

Además, Lula confía en que la transición en su país será no sólo benéfica, sino pacífica. "Yo creo en la palabra del presidente Fernando Henrique Cardoso, de que habrá una transición muy ordenada, seria y democrática, si nosotros ganamos. Esa será la mejor señal para el mundo de lo que puede hacer un gobierno en Brasil. Se habla mucho, hay rumores de los mercados". Lula ha demostrado que no le preocupan los grupos financieros, sino la economía real. Por eso tampoco ha querido adelantar nombres del gabinete. "No necesitamos fisuras internas. Hay tiempo para ver si ganamos y lo que decidimos". (STELLA CALLONI, ENVIADA)

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