El panorama musical está jodido, lamenta
Es hora de buscar nuevos canales para crear y llegar
a la gente: Manu Chao
DPA
Madrid, 4 de octubre. Manu Chao, el incansable
trovador que viaja por el mundo a la caza de sonidos, palabras y melodías,
está buscando "nuevos canales para crear y llegar a la gente", según
afirmó el jueves por la noche en una rueda de prensa en Madrid.
Con su último disco en el mercado, Radio Bemba
Sound System, que recoge parte de su gira del año pasado, el
cantante hispanofrancés terminó su contrato con la discográfica
Virgin y ahora sólo piensa en cómo seguir creando y difundiendo
su música.
"Internet y la piratería cambiaron la industria
discográfica. Las grandes casas de discos saben que se acabaron.
Son como grandes dinosaurios de otra época que no ven que cambió
el clima y se mueren", afirmó el cantante.
Su
último disco, grabado en directo en París y que incluye piezas
de sus dos álbumes en solitario, canciones inéditas y algunos
temas de Mano Negra, resume, según Chao, "una etapa acabada".
"Me jode esa teoría de que la piratería
le hace daño a la industria discográfica. Seamos claros:
no cierran la tienda, simplemente les araña los beneficios", aseguró.
"A Virgin le salió más caro el contrato con Mariah Carey
que la piratería".
Para el músico, éste es un momento de pensar
en alternativas interesantes, "de hacer una parada y reflexionar" sobre
su carrera y en cómo mantener su libertad creativa.
La historia de la humanidad es el mestizaje
El lugar elegido por Manu para realizar la rueda de prensa
fue un pequeño bar llamado Bodega Máximo, que se encuentra
a pocos metros de la plaza de Lavapiés, barrio donde es posible
cruzarse en la misma acera -y al mismo tiempo- con un senegalés
enfundado en una llamativa túnica naranja, una familia ecuatoriana
haciendo las compras y un español hablando acaloradamente por un
móvil.
¿Dónde más que en uno de los barrios
más multiculturales de Madrid podía convocar el artista,
para quien "la historia de la humanidad es el mestizaje"?
Para Manu Chao, el panorama musical está "jodido"
y no lo ve demasiado prolífico. "Pocas cosas me sorprenden. Es difícil
llegar a lo que realmente se cuece, ya que lo que nos llega es poco, y
llega por los canales de distribución tradicionales", opinó.
Sin embargo, a pesar de considerar el panorama "bastante
desolador", el artista trata de ver las cosas con optimismo: "Cuando hay
fases de poca creación, luego viene una que te cagas".
Estar sin discográfica no influye en el trabajo
del músico, ya que, según afirmó, su único
criterio de creación es pasárselo bien. "Yo canalizo mi rabia,
mis penas, pero no pienso para quién lo haga ni para qué.
Si tuviera que pensar si lo hago para mi madre o para mi vecino 'okupa',
no hago nada", aseguró.
Chao dijo que ya está pensando en su próximo
disco solista y que lo que le falta no son ideas, sino tiempo. De todas
formas, siempre tiene tiempo para hablar sobre política.
"Lo que no me gusta de la palabra antiglobalización
es el 'anti'", sostuvo el músico. "Me gusta hacer cosas para, no
contra. Pero ahora nos toca luchar contra esta falsa democracia, ya que
lo que vivimos es una dictadura del dinero", señaló, dándole
una profunda calada al porro que sostenía entre sus manos.
Quizá la culpa de que se le pidan respuestas sobre
casi todo no reside sólo en el contenido de sus discos sino en su
actitud, que hace que sus conferencias de prensa se asemejen más
a una relajada rueda de tintos entre amigos que a un acto periodístico.
Y a un amigo, bien se sabe, se le puede preguntar de todo.
De todas formas, hace un tiempo el músico intenta
despegar un poco del lugar de "gurúpolítico" en el que lo
han entronizado. Sin embargo, para quienes insisten, hay malas noticias:
Manu Chao no tiene las soluciones a los problemas de este mundo.
"La verdad es que el problema me desborda. Yo puedo encontrar
soluciones donde vivo, en mi barrio. El vecindario es muy importante: allí
tienes gente de izquierda, fachos (fascistas), gente muy distinta,
pero allí hay contacto, puedes hablar", afirmó.
Pero cuando de los problemas del barrio se pasa sin escalas
a los globales y uno trata de comprender el mosaico que conforman Bush,
Irak, el hambre en el Africa negra y la deuda externa del Tercer Mundo
-por citar sólo algunos ejemplos- Manu se queda sin respuestas:
"A nivel mundial, esto es un caos. Yo no sé quién va a arreglar
esto, pero yo no voy a ser".