Expondrán resultados en el Museo del
Templo Mayor
Aplican bioquímica molecular en hallazgos arqueológicos
Excavar el futuro, muestra que se abrirá
el viernes 11,
día en que ese recinto celebrará 15 años
de actividad
CARLOS PAUL
Por vez primera en el país, el Museo del Templo
Mayor presentará una exposición en la que se muestra cómo
la bioquímica molecular y la ingeniería genética pueden
ser aplicadas tanto en el trabajo arqueológico como en la medicina
forense.
Con
el título Excavar el futuro: la tecnología del DNA en
la antropología, se exponen los resultados de la investigación
emprendida en 1999 por el Museo del Templo Mayor, en coordinación
con la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) en la zona arqueológica de Tlatelolco, sitio
en el que se encontraron 43 individuos sacrificados al dios Ehécatl-Quetzalcóalt,
de los cuales 30 eran niños ''de corta edad".
El material analizado, explica Juan Alberto Román
Berrelleza, director del recinto, fueron estructuras óseas humanas.
La intención, en un principio, era conocer el sexo de esos infantes,
pero como desde la perspectiva de la antropología física
no se contaba con una técnica suficientemente confiable, se contactó
con el investigador Alfonso Torre Blanco, de la Facultad de Ciencias, con
quien trabajamos con base en la tecnología molecular.
Esta investigación sirvió no sólo
para determinar el sexo de los infantes, sino que abrió más
posibilidades de estudio, como descubrir diversas patologías.
Estas tecnologías, apunta Román Berrelleza,
''ofrecen una serie de herramientas valiosas para poder adentrarse en la
problemática de salud y enfermedad de las poblaciones prehispánicas,
no sólo analizando el material genético del propio individuo,
sino también los microrganismos que le causaron una patología
y eventualmente pudieron haberle provocado la muerte. Podremos saber si
murió de tuberculosis o por alguna enfermedad viral o bacteriana.
''Y dentro de poco tiempo, en el contexto de la arqueología,
podremos adentrarnos incluso en cuestiones de parentesco para, por ejemplo,
identificar las relaciones y las circunstancias de ciudades prehispánicas
como Teotihuacán, donde se sabe que había unidades multifamiliares."
Tecnología compleja y costosa
En esos momentos, explica Torre Blanco, se desarrolla
una investigación con tecnología molecular en la que se analiza
''material genético que nos permitirá conocer qué
tipo de parentesco biológico existía entre distintas poblaciones.
Estamos iniciando este estudio con una población de origen maya,
cuyo material genético proviene de las excavaciones en la zona arqueológica
de X'Caret. Y pensamos continuar este proyecto analizando una población
colonial que ha sido excavada en la capilla de ese sitio, con lo que queremos,
por un lado, comparar las frecuencias de estos marcadores genéticos,
con las frecuencias y marcadores de otras poblaciones mesoamericanas y,
por otro, comparar la población prehispánica con la población
colonial".
Por parte del Museo del Templo Mayor, destaca Román
Berrelleza, ''existe el proyecto de analizar individuos que están
por recuperarse en Xalla, en Teotihuacán, investigación dirigida
por Leonardo López Luján y con la que eventualmente, si tenemos
las muestras suficientes, podremos obtener otros marcadores genéticos".
La utilización de este tipo de tecnología
molecular, la cual es ''muy compleja, delicada y costosa", se realiza en
nuestro país sólo en tres instituciones: en el laboratorio
de bioquímica de la Facultad de Ciencias de la UNAM, en el Centro
de Investigaciones de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico
Nacional, con el equipo de la investigadora Lourdes Muñoz, y en
el Instituto de Investigaciones Antropológicas, también de
esa universidad, con el equipo de la investigadora Rocío Vargas.
La exposición Excavar el futuro: la tecnología
del DNA en la antropología, se divide en cinco módulos:
material genético humano; fuentes del DNA de interés antropológico;
obtención y manejo de las muestras de DNA; técnicas y metodologías
básicas para la extracción, purificación, amplificación
y secuenciación del material genético humano, y aplicación
de esta tecnología en diversos campos.
Estará ilustrada, entre otras cosas, con cédulas
explicativas, fotografías, modelos de ADN (ácido desoxirribonucléico);
un cadáver plastinado; la reproducción de un entierro
prehispánico; una momia humana; la simulación del escenario
de un crimen, y la recreación de un laboratorio de bioquímica
molecular, y será inaugurada el viernes 11, a las 13 horas, en el
vestíbulo del Museo del Templo Mayor, día en que el recinto
cumple 15 años.