El plan de profesionalización benefició económicamente a amistades de directivos de la FMF

De la Torre busca sustituto para Estévez; quiere ahorrarse problemas y algo de dinero

MIGUEL ANGEL RAMIREZ /II Y ULTIMA

Los grandes recursos económicos de la Federación Mexicana de Futbol permitieron que se pagara hasta por un proyecto de profesionalización, aunque al final se hizo a un lado y lo que imperó fue la amistad.

Así, Alberto de la Torre, titular del organismo, aceptó la sugerencia del presidente de Monarcas, Alvaro Dávila, de contratar a María de Jesús Estévez como gerente de Comunicación. Pero ya se arrepintió. Ahora busca sustituto y ofrece 35 mil pesos, y no los 52 mil 650 que gana Cucú.

Pero lo incongruente no es eso, sino que mientras De la Torre se queja de que la señora Estévez le crea más problemas de los que le resuelve, ella está considerada para recibir un incremento a 57 mil 915 pesos, de acuerdo con una propuesta que se hizo "para funcionarios altos" de la institución.

La empresa PriceWaterHouseCoopers fue la encargada de hacer el proyecto de profesionalización a la FMF. Le entregó organigramas, funciones, perfiles de los puestos ejecutivos claves y el proceso de transición.

La punta de lanza era la elección del secretario general, quien, entre otras cosas, debería ser "seguro, independiente y ambicioso", además de tener "gran capacidad para evaluar y controlar la calidad, gastos, tiempo y resultados".

Pero a la hora de la elección, según confesaría De la Torre, fue la presión que hicieron Juan José Leaño y Rafael Lebrija, en ese entonces presidente de Tecos y de la rama de primera división, respectivamente, para que Miguel Pasquel, quien ya había trabajado en la FMF, se convirtiera en el nuevo secretario general.

Arbol que crece torcido

La empresa propuso un sueldo de 207 mil 501 pesos mensuales para el secretario general, pero Lebrija, en un arranque de generosidad, pidió en una junta que se redondeara de una vez a 250 mil pesos.

Cuando Alberto de la Torre presentó el programa de profesionalización, dejó en claro que "si bien la propuesta inicial de reorganización fue elaborada por una prestigiada empresa internacional, se adecuó a la realidad y a los intereses de la federación". Esto convino a la mayoría de los "funcionarios altos".

Para el director de finanzas y administración, Gonzalo Fernández, se propuso un sueldo de 116 mil 779 pesos y lo dejaron en 116 mil.

En el caso del director de selecciones nacionales, Ricardo Peláez, la empresa consideró que 98 mil 54 pesos estaba bien, pero la FMF elevó la suma a 250 mil pesos.

Los mismos 98 mil pesos pensaban que eran justos para el presidente de la Comisión de Arbitros. La federación estimó lo contrario y Edgardo Codesal aparece en la nómina con 95 mil pesos de sueldo.

Codesal, sin embargo, está más que agradecido, pues los estatutos de la FMF establecen claramente que "siempre serán cargos honoríficos" los puestos de las comisiones "permanentes y temporales". La de árbitros está considerada entre las permanentes.

Otro punto que se ignoró del proyecto de PriceWaterHouseCoopers es el que indicaba que "ningún personal ejecutivo puede ocupar un puesto honorífico o ser parte de alguna asamblea de clubes, comité directivo, comisión o del consejo nacional", porque Héctor López, pro-secretario del consejo nacional, gana 87 mil 144 pesos como director del sistema nacional de capacitación.

Además, la federación consideró muy pocos los 45 mil 596 pesos que propuso la empresa para ese puesto.

Barriga, entre los prepotentes

El director de programación y de sistemas, Tomás Barriga, es otro a los que la FMF dejó más que contentos. No recibió los 51 mil 307 propuestos por la empresa, sino 80 mil pesos al mes.

El señor Barriga estuvo entre los señalados de ser "gente déspota, grosera y prepotente" cuando algunos empleados le mandaron una misiva de queja a De la Torre, el 6 de agosto de 2001.

En aras de la profesionalización, la gerente de archivo y estadística, Margarita Iglesias, quería ver "a los empleados de rodillas". A pesar de esta denuncia y a que fue desplazada para hacerse cargo del cierre de registros (el mismo De la Torre ordenó que la quitaran y que Jorge Romo realizara el trabajo), la señora Iglesias también está considerada para un aumento de sueldo: de 40 mil 730 a 44 mil 803.

La supuesta profesionalización de la FMF no les ha caído nada mal a muchos: Ernesto Cervantes, director general de la primera división, gana 118 mil 160 pesos mensuales; Jorge Romo, secretario adjunto, 94 mil 737; Manuel Moreno, contralor, 80 mil; Nicolás García, director general de primera A, 54 mil 223; Francisco Rocha Bandala, presidente de la comisión de controversias, 50 mil; Eduardo Esquivel, gerente jurídico, 40 mil 730; Luis Enrique Chávez, secretario particular de la presidencia, 40 mil 590, y Armando Aceves, gerente de prensa, 40 mil.

Hasta los árbitros no se pueden quejar. Arturo Yamasaki, profesor, percibe 25 mil pesos al mes; Enrique Mendoza Guillén, jefe de instructores, 20 mil 700; Tadeuz Kepka, profesor, 15 mil 789.

Esta última cantidad es el sueldo base de los silbantes Antonio Marrufo, Armando Archundia, Felipe Ramos Rizo, Gilberto Alcalá, Eduardo Brizio, Germán Arredondo, José de Jesús Robles, Marco Antonio Rodríguez y Jorge Gasso.

Es bueno, considerando que antes la FMF no les daba ni un lugar para entrenar.