El aniversario del golpe de Pinochet, 28 años
antes que el ataque a Estados Unidos
Los otros septiembres negros: Chile y Alemania
Artista suizo dedica instalación al asalto de
palestinos en la Villa Olímpica de Munich
DE LA REDACCION
En la mañana del 11 de septiembre un ataque aéreo
destrozó un prominente edificio. El hecho resonó en el mundo
entero. Unas 3 mil personas murieron a causa del asalto ordenado por una
figura cuyo nombre es ahora sinónimo global de violencia. La tragedia
sucedió en 1973.
Por una macabra coincidencia, los ataques contra Nueva
York y Washington coinciden con el aniversario de uno de los actos más
controvertidos en la historia reciente de Latinoamérica.
Veintiocho años antes del 11 de septiembre del
2001, en Chile el general Augusto Pinochet derrocó al presidente
electo Salvador Allende.
El
golpe militar abrió una herida que aún no cierra en Chile,
un país considerado ahora el más estable de Sudamérica.
''Fue un momento trágico en la historia del país.
El 11 de septiembre de 1973 marcó el fin del sistema democrático
que había en Chile y el comienzo de un periodo muy duro. Eso nos
dividió y aún nos duele'', dijo a Reuters el presidente Ricardo
Lagos.
Aunque de una repercusión menor que los ataques
a Estados Unidos, el 11 de septiembre chileno fue ejemplo de la tensión
en la llamada guerra fría, pues Rusia acusó a la CIA
de promover el golpe de Estado.
En una operación planificada cuidadosamente, Pinochet,
como jefe militar, envió aviones caza a bombardear el palacio presidencial
de La Moneda, en el corazón de Santiago, como una manera de forzar
a su rival a dejar el poder.
Atrincherado junto a otros 30 colaboradores en el palacio,
Allende intentó resistir el ataque, pero no lo consiguió.
Ordenó a sus acompañantes abondonar el edificio y rendirse.
Durante la dictadura, los militares habrían asesinado
a unos 3 mil opositores, de los cuales más de mil aún están
desaparecidos.
Allende se convirtió en mártir de la izquierda
mundial y Pinochet en el arquetipo del dictador latinoamericano.
Terrorismo-espectáculo en Berlín
Pero ni el golpe militar en Chile ni el ataque a las Torres
Gemelas y el Pentágono fueron los únicos hechos lamentables
ocurridos en un septiembre.
El 5 de septiembre de 1972 ocho palestinos irrumpieron
en la Villa Olímpica de Munich para tomar como rehenes a atletas
israelíes.
En memoria de dos septiembres sangrientos que llevaron
al mundo moderno a la fobia del terrorismo -el de 1972 y el de 2001-, el
artista suizo Christoph Draeger muestra Septiembre negro, obra sobre
la puesta en escena del horror.
Los medios de comunicación, transmisores indispensables
de este terrorismo-espectáculo, amplifican aún más
el aspecto teatral: tal es el sentido de la obra de Christoph Draeger,
cuyas instalaciones de video y telas en una galería berlinesa denuncian
esa ''coalición''.
''Las fronteras entre ficción y realidad se borran:
la vida se parece a Hollywood y Hollywood se parece a la vida'', señala
el artista de 37 años a la Afp.
Dos camas, ropa deportiva desperdigada y un televisor
que transmite un montaje de varias entrevistas e imágenes de archivo
es la reconstitución de la habitación en la que nueve atletas
israelíes fueron retenidos por miembros de la organización
palestina Septiembre Negro, y que murieron en el tiroteo entre la policía
y los extremistas.
''Desde allí podían ver en la televisión
el desarrollo de los acontecimeintos en los que su vida estaba en juego.
Eran espectadores de su propio destino'', apunta Draeger.
El artista propone además una instalación
sobre los atentados del 11 de septiembre, una sátira en video de
la mediatización del acontecimiento en Estados Unidos.
''De un día para otro se desencadenó una
maquinaria infernal de autocompasión y de patriotismo agresivo'',
dice Draeger, quien vive en Nueva York desde hace seis años. ''Los
medios de comunicación sirvieron un espectáculo al estilo
de Hollywood para decir: en nuestro país los héroes no sólo
existen en el cine, existen de verdad''.