Tribunal aplaza hasta el 3 de octubre el juicio a Barghouthi, líder de Fatah
Aumenta la tensión entre israelíes y palestinos, horas antes del año nuevo judío; tres muertos
Fuerzas de Tel Aviv interceptan vehículo con 600 kilos de explosivos en el norte del país
AFP, DPA Y REUTERS
Ciudad de Gaza, 5 de septiembre. Dos militares israelíes y un palestino murieron en distintos actos de violencia en la franja de Gaza, al tiempo que el dirigente palestino Marwan Barghouthi, considerado por Israel como uno de los líderes de la actual intifada, comparecía este jueves ante un tribunal de Tel Aviv.
La tensión aumentó bruscamente en Israel y los territorios palestinos horas antes del Año Nuevo judío, que se celebrará a partir del viernes por la noche. Este incremento de la violencia ocurre horas después de que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, habló de "la posibilidad de un acuerdo político con los palestinos".
A última hora de este jueves, helicópteros artillados israelíes dispararon misiles contra un puesto policial palestino en la franja de Gaza. Esta madrugada medios israelíes informaron que cinco misiles fueron lanzados también contra un taller metalúrgico en Jan Yunes.
Horas antes, se impuso el estado de alerta en el norte de Israel luego de que autoridades israelíes interceparon un vehículo que llevaba 600 kilos de explosivos.
Por otro lado, se informó que una carga explosiva estalló al paso de un tanque, en un cruce de caminos en Gaza, sin que se reportaran heridos.
Además, un palestino sospechoso de colaborar con Israel fue asesinado en plena calle por hombres armados en la localidad de Anabta, en el norte de Cisjordania. El individuo fue liberado hace tres días de la prisión de Jericó, donde había sido encarcelado por su presunta colaboración con Tel Aviv.
En Gaza, el teniente druso Malek Grifa, de 24 años, de la unidad de elite Givati, murió y un soldado resultó levemente herido por la mañana cerca de la colonia de Nisanit, después de que un francotirador palestino les disparó "cuando comprobaban si el camino era seguro", según voceros militares.
El agresor, Mahmud Syam, de 22 años, fue abatido por otros soldados. Al parecer era miembro de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el grupo armado vinculado a Fatah.
Más tarde, otro soldado murió y tres militares, uno de ellos oficial, resultaron levemente heridos en la explosión de una potente bomba activada a control remoto al paso del tanque en el que viajaban, al norte del paso de Kisufim, entre Israel y la franja de Gaza, según un comunicado militar.
El ataque fue reivindicado por altavoces en el vecino campo de refugiados de Maghazi por los Comités Populares de Resistencia, una organización que agrupa a miembros de distintos grupos palestinos.
Esas víctimas elevan a 2 mil 482 el número de muertos desde el inicio de la intifada a finales de septiembre de 2000, incluidos mil 835 palestinos y 604 israelíes.
En el tribunal de Jerusalén, ante el cual compareció esposado, Barghouthi sólo permaneció unos minutos en la sala durante la lectura del acta de acusación. Luego se aplazó el juicio hasta el 3 de octubre. El jefe de Fatah para Cisjordania (el movimiento del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat), fue inculpado el 14 de agosto de "asesinato, complicidad en asesinato, intento de asesinato, participación en organización terrorista, posesión de armas y explosivos", cargos que podrían costarle cadena perpetua.
Detenido por el ejército israelí el 15 de abril en Ramallah, Barghouti no reconoce el derecho de la justicia israelí a juzgarlo. Sus abogados, que lo consideran un juicio político, boicotearon la audiencia.
Los padres de algunos de los 26 israelíes muertos en los atentados que, según Israel, organizó u ordenó Barghouti, sí estaban presentes y trataron al acusado de "asesino" y "terrorista", e insultaron a dos de sus cuatro hijos presentes en la sala.
Fuentes israelíes y egipcias, por otro lado, desmintieron informes de que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, rechazó el plan de paz presentado ayer por la presidencia danesa de la Unión Europea, y señalaron que el documento fue "aceptado con reservas".