Los caballos de batalla de LFC

Cada mañana cuadrillas de linieros, que arriesgan la vida por 161 pesos al día, salen a las calles para "remendar" los cables y artefactos que distribuyen la energía eléctrica a la capital del país y 149 municipios de entidades aledañas.

Son los trabajadores operativos de líneas aéreas de Luz y Fuerza del Centro, los de uniforme color caqui, los "caballitos de batalla", quienes con escaso material y viejo equipo manipulan los cables de energía viva, o sea los que sí electrocutan o, "cuando nos sale barato", queman.

Al llegar al centro de servicio desmontan un enorme brazo hidráulico, mejor conocido como jirafa, de la que penden dos canastillas aislantes. En esta ocasión los linieros Eduardo Monroy y Sergio Rodríguez, con salarios semanales de aproximadamente mil 200 pesos, acuden a la calle Cozumel a remplazar interruptores por cuchillas.

Primero se ponen guantes de algodón, luego otros de carnaza y mangas especiales. Abajo aguardan los supervisores para evitar cualquier accidente, aunque sólo ellos saben cómo auxiliarlos ante un "flamazo", porque en el botiquín de la jirafa sólo hay aspirinas y agua oxigenada. "Ya no hay mantas de gel para quemaduras, pues por la falta de presupuesto -dicen- las eliminaron.

Ahí van, en dos horas deben cambiar los aparatos y librar 23 mil voltios de las líneas energizadas. El peligro "es al 100 por ciento", y por ese riesgo eléctrico se jubilan a los 27 años y medio de antigüedad, dos años antes que sus compañeros. Nada más. No hay bonos extras ante los accidentes que ahí podrían ocurrir y cuyas secuelas son consideradas de graves a mortales.

En plena calle, el jefe de la cuadrilla, los linieros y los ayudantes -todos electricistas empíricos- dicen que están dispuestos a defender su empleo y preguntan a sus "repres", es decir, a sus dirigentes sindicales, Ƒcuándo es la marcha contra la privatización del sector?