Javier Aranda Luna
Eficacia y calidad en la cultura
El sello de cultura empresarial que ha tratado de mostrar este gobierno desde su primer día es evidente. Por eso no extraña que entre sus objetivos se encuentren la búsqueda de la eficacia por una parte y, por otra, el de la calidad. Buenos principios para cualquier empresa humana; palabrería hueca si no los respaldan hechos.
La eficacia es, según los diccionarios, la virtud para lograr algo y, la calidad, sinónimo de excelencia. Esto significa que la administración foxista no sólo pretende hacer las cosas, sino hacerlas bien. ƑExistió eficacia y calidad en la selección de libros para las 750 mil bibliotecas de aula de la Secretaría de Educación Pública? No, si nos atenemos a los hechos: la preselección de títulos, vital para una buena selección, la hicieron editores. Y los editores pudieron pensar más en bajar sus inventarios que en la formación de lectores. Sólo después llegó la trouppe de especialistas convocados por la SEP.
No es una barbaridad decir que los escritores son los mejores lectores. Su cultura libresca, sin embargo, no ha impedido que elaboren antologías, series y colecciones editoriales dirigidas a los públicos más diversos. Pienso ahora en Alfonso Reyes, y el origen de la colección Sepan cuantos..., en los trabajos de Sergio Pitol, de Alvaro Mutis, de Jaime García Terrés, de Octavio Paz, de José Emilio Pacheco, de Gabriel Zaid, del multicitado José Vasconcelos y, si salimos del país, pero permanecemos en nuestro idioma, de Jorge Luis Borges.
Estos escritores han animado la mesa de la cultura no sólo con su producción, sino con las de otros que provocaron su entusiasmo. Han ejercido la lectura con calidad y eficacia. ƑPor qué no aprovecharon los funcionarios de la SEP todo ese trabajo hecho? Tal vez no lo conocían, pero Ƒy sus asesores?
El presidente Fox dijo hace unos días, enmendándoles la plana a sus subalternos, que lo realmente esencial en la discusión de la famosa lista era la creación de las bibliotecas. Y tiene razón, pero Ƒdónde quedó la búsqueda de calidad y eficacia? ƑPor qué pudiendo hacerse bien las cosas no se hicieron?
Otro de los objetivos de la presente administración ha sido la búsqueda de la transparencia. Si una muestra de lo que hace el gobierno al respecto es la adquisición de los 30 millones de volúmenes comprados por la SEP para las bibliotecas de aula y escolares, las cosas no van bien.
ƑSe convocó a las editoriales a concursar? Si es así Ƒpor qué nos se invitó de manera formal al Fondo de Cultura Económica, Cal y Arena y Colibrí a participar?
Seguramente, como anunció el presidente Vicente Fox, en las bibliotecas escolares se encontrarán muchos de los autores no seleccionados para las bibliotecas de aula. Ojalá allí se encuentre, por cierto, Don Quijote de la Mancha, el clásico capital de nuestro idioma. Quizá valga la pena recordar a los nuevos expertos en libros y lecturas que Don Quijote antes de ser un clásico fue un best-seller. Su primera edición publicada en Madrid en 1605 sólo duró unos meses, pues en ese mismo año se hicieron cinco ediciones más: dos en Valencia, dos en Lisboa y otra más en Madrid. Se tradujo al inglés en 1612, al francés en 1614, en 1621 se hizo una edición parcial en alemán y se tradujo al italiano en 1622.
En el siglo XVII no existían planes de alto rendimiento para promocionar la lectura. Ahora que existen esos planes, Ƒpor qué no aprovechar productos de calidad? Con ellos los planes de fomento a la lectura podrían ser eficaces de veras.
Ojalá la calidad y la eficacia no sean las grandes ausentes en los próximos proyectos educativos y de cultura.