Propone canonizar a Fernández de Cevallos
Señora directora: Diego Fernández
de Cevallos ha calificado como "porquería" la película El
crimen del padre Amaro, cuando ni siquiera la ha visto. Con su tronante
voz (poseedora de la verdad suprema), exigió (no podía ser
menos) esclarecer si el gobierno patrocina la creación del arte
o la producción de porquería. Él tiene la respuesta:
su cercanía con el poder le ha permitido ejecutar obras de arte,
como esa que se titula "Puma Diamante".
Propongo canonizar al mártir senador por su inmaculada
vida pública de honestidad, sacrificio y austeridad dedicada a la
patria.
Edgardo Contreras Oviedo
De cómo le fue arrebatada su plaza a funcionaria
de la SRE
Señora directora: Le solicito muy atentamente
publicar la siguiente carta dirigida al doctor Jorge G. Castañeda,
secretario de Relaciones Exteriores.
Ante la imposibilidad de hacerlo personalmente, por este
medio deseo hacer de su conocimiento la forma en que me fue arrebatada
mi plaza como directora de archivos en la Secretaría de Relaciones
Exteriores, por el embajador Gustavo Iruegas, subsecretario para América
Latina y el Caribe, y la doctora Mercedes de Vega, directora general del
Acervo Histórico Diplomático.
En la reunión efectuada con el objeto de presentarle
al subsecretario Gustavo Iruegas el programa Sistema de Clasificación
Archivística (Sicar), el embajador nos informó que ya no
se concentrarían en México los documentos que se generan
en cada una de las representaciones diplomáticas en el exterior,
como se había venido haciendo hasta esa fecha.
Consideré que como directora de archivos era mi
obligación expresar, en forma respetuosa y exponiendo mis razones,
que no estaba de acuerdo con el cambio de la política archivística.
Al finalizar la reunión, y en presencia de la doctora De Vega, el
embajador Iruegas me acusó de reaccionaria.
Un mes después, la doctora De Vega me solicitó
la renuncia, debido a que la liceciada Alicia Pineda y Mitolo, titular
del Organo Interno de Control en la Secretaría de Relaciones Exteriores
le había informado al embajador Iruegas que existía una sanción
gravísima en mi contra, por lo que al Acervo Histórico Diplomático
ya no le convenía mi presencia en esa dirección general.
Como posteriormente el Organo Interno de Control emitió un acuerdo
(oficio No. 05/3011/2001 de fecha 28 de diciembre de 2001), que resolvía
que no había habido ningún incumplimiento en mi conducta,
ni motivo de queja alguna, solicité se me reinstalara en mi puesto.
El director general del Servicio Exterior y de Personal, embajador Leandro
Arellano, entonces me informó que en mi expediente constaba que
se me había despedido porque me habían perdido la confianza.
De este cambio de motivo para solicitar mi renuncia no
se me informó, por lo que interpreto que la pérdida de confianza
derivó de la honestidad con que expresé mi desacuerdo con
el cambio en la política archivística.
A lo largo de los nueve meses transcurridos a partir de
que se me solicitó la renuncia, que nunca firmé, he recurrido
a varias instancias, como la Presidencia de la República, la Secretaría
de la Contraloría y Desarrollo Administrativo y la Comisión
Nacional de Derechos Humanos, sin resultado, lo cual ha servido para convencerme
que el cambio es un mito, y no se admite la opinión autorizada de
quien ostenta un cargo con base en sus conocimientos y desempeño.
Atentamente
Olivia Vázquez Vera
Rechaza lo publicado en
la columna Desfiladero
Señora directora: En la columna "Desfiladero"
(La Jornada, agosto 3, 2002; página 4), Jaime Avilés
su autor, subtitula a ésta con "Las Cochambres", haciendo afirmaciones
dolosas y despectivas.
Si su criterio difamatorio lo basó en la opinión
de la licenciada Olga Feliciana Medina Serrano, el señor Avilés,
hace evidente su parcialidad y lo tendencioso del contenido de su columna,
habiendo tenido un pequeño olvido, ¿por qué no convocar
a sus servidoras, para exponer nuestro punto de vista?, para lograr con
ello no sólo un artículo con información más
equilibrada, sino forjarse una opinión más objetiva y realista
de la situación social y política en el municipio de La Paz.
Cabe preguntar al señor Avilés, ¿por
qué referirse a mí, Irene Maricela Cerón Nequiz, despectivamente,
nombrándome La Cochambre Mayor, cuando ni siquiera me conoce?,
las personas merecemos respeto, por mínima educación; ¿por
dicho de la licenciada Olga Medina? a esta persona, popularmente se le
llama por un mote, pero sus servidoras siempre nos hemos dirigido a ella
con respeto, llamándola por su nombre; primeramente porque somos
vecinas de toda la vida y segundo porque, aunque no cuento con un título
profesional, en el caso de Irene Maricela Cerón Nequiz, como ella
y usted, en nuestro hogar se nos inculcaron valores morales, entre ellos,
el respeto a nuestros semejantes.
"(...) nuestra profesión no puede ser ejercida
por alguien que sea un cínico. Es necesario diferenciar: una cosa
es ser escépticos, realistas, prudentes; esto es absolutamente necesario,
de otro modo no se podría hacer periodismo. Algo muy distinto es
ser cínicos, una actitud incompatible con la profesión de
periodista, el cinismo es una actitud inhumana", Ryszard Kapuscinski.
Con esta cita textual, hacemos a usted el exhorto a que
visite a sus servidoras, y de viva voz escuche nuestro punto de vista a
todas y cada una de las difamaciones a que hace alusión en su columna
"Desfiladero". Manifestándole asimismo, nuestro más absoluto
rechazo a lo publicado por el señor Avilés, en forma dolosa
e irresponsable, apoyado en unas confusas y desordenadas declaraciones
de una oscura entrevista, sin una actitud crítica seria, como debiera
ser el caso de un periodista que se respete.
Atentamente
Irene Maricela Cerón Nequiz
Respuesta del columnista
Señora directora: Cínico era Luciano
Samosata y nunca habló con los caciques de Los Reyes La Paz.
Atentamente
Jaime Avilés
Pide a María Rojo su intervención para
acabar con arrancones
Señora directora: Le solicito amablemente
sea este espacio el conducto para dirigirme a la Delegación de Coyoacán.
María Rojo, delegada del Gobierno del Distrito
Federal en Coyoacán.
Soy residente del Pueblo de Los Reyes en esta demarcación,
y con enorme preocupación he visto como en los meses recientes se
llevan a cabo "arrancones" de autos y motos los jueves, viernes, sábados
y domingos entre las 11 de la noche y tres de la mañana en las avenidas
Miguel Angel de Quevedo, División del Norte, Pacífico y el
Eje Vial 10.
Un domingo como a las 11 de la noche, me disponía
a devolver unas películas en el local ubicado en el cruce de América
y Miguel Angel del Quevedo y estuve a punto de chocar con algunos de los
autos que imprudentemente se pasaron el alto de Miguel Angel de Quevedo
y Pacífico, que participaban en el "arrancón". Esperé
ahí más de 15 minutos y ninguna autoridad hizo acto de presencia,
a pesar de que llamé por teléfono a la Delegación
y al Sector de la Policía.
Entiendo que a la Secretaría de Seguridad Pública
le corresponde vigilar la prohibición de esta actividad ilegal,
pero estoy seguro que la intervención de la autoridad delegacional
sería decisiva para inhibir este tipo de juegos que se han convertido
en una molestia por la contaminación ambiental y auditiva, además
de seguridad y protección civil.
María, veo el trabajo tan intenso que desarrollas
en la Delegación y tu compromiso con los coyoacanenses, por eso
no sólo respetuosamente te pido que intervengas en este asunto,
sino que también estaré atento a cualquier convocatoria que
hagas para que con la participación activa de los que ahí
vivimos podamos encontrar la solución a" este problema.
Gracias.
Atentamente
Fernando Cravioto