Si los padres son más jóvenes, mayor riesgo: expertos
No se detecta la mayoría de los casos de maltrato infantil
Desempleo y baja escolaridad, factores desencadenantes
KARINA AVILES
Entre 80 y 90 por ciento del total de los casos de maltrato infantil no son detectados, lo cual implica graves riesgos porque los menores no reciben atención médica oportuna, expresaron especialistas de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM al señalar que este problema se ha convertido en un fenómeno que requiere de una respuesta urgente, no sólo en el ámbito de la salud, sino en lo social y en lo político.
Destacaron que los problemas económicos y sociales, así como la frustración y la depresión constituyen un campo propicio para detonar el maltrato infantil, aunque existen otros factores, como el desempleo y la falta de vivienda, que determinan la presencia de este problema.
Además, mientras más jóvenes sean los padres y menor su nivel de escolaridad, el riesgo de maltrato será mayor, señalaron. Aarón Pacheco Ríos, jefe de la Unidad de Investigación Nezahualcóyotl de la FM, informó que sólo se detecta entre 10 y 20 por ciento del total de los casos de maltrato infantil, y apuntó que aunque no existen cifras precisas sobre este fenómeno, se ha convertido en un conflicto que compete a los ámbitos de lo social, lo político y de la salud.
Por su parte, Roberto Sánchez Ahedo, de la FM, señaló que por lo regular
quienes agreden a los niños "son los padres -y en menor medida las madres- quienes no procuran la atención médica oportuna de los menores por un sentimiento de culpa o el miedo a ser descubiertos."
Al respecto, Pacheco Ríos recordó que en ocasiones los adultos agresores tienen el antecedente de haber sido niños agredidos. En ese sentido, "podría decirse que el maltrato es una enfermedad de los adultos reflejada en los menores."
El especialista Roberto Sánchez Ahedo recalcó que el maltrato infantil no sólo es el de tipo físico sino emocional, sexual, psicológico, social y por negligencia, aunque muchas de estas formas de agresión se pueden presentar al mismo tiempo.
En términos generales, las características de un niño maltratado tienen que ver con su dificultad para relacionarse con otras personas. Un menor maltratado en ocasiones es retraído y agresivo y se ha observado que estos pequeños tienden a desarrollar habilidades para resolver problemas, apuntó.
Frente al abuso sexual, los menores presentan miedo, ansiedad, sentimiento de culpa, desconfianza y enojo. Sin embargo, algunas de estas características son difíciles de explorar y por lo regular se detectan mediante de la aplicación de pruebas proyectivas, añadió.
Si el maltrato es emocional, los niños tienden a permanecer aislados, silenciosos y tristes. Cuando existe negligencia los infantes evidencian falta de higiene, deficiencias alimenticias, descuido y enfermedades parasitarias. En los casos de maltrato físico, el niño actúa con apatía y timidez, puede ser agresivo o destructivo y la mayoría de las veces presenta bajo rendimiento escolar, puntualizó.