El gobierno está cerrado a las verdaderas exigencias de los ciudadanos,
aducen
Defienden diputados locales priístas a Espino
Arévalo y su partido; rechazan que sean mafia
Consideran legítima la petición del líder de la mayoría
de trabajadores del Metro
GABRIELA ROMERO SANCHEZ
Los diputados locales priístas Cuauhtémoc
Gutiérrez de la Torre, Juan José Castillo Mota y Arturo Barajas
salieron una vez más en defensa de su compañero Fernando
Espino Arévalo, quien -dicen- enfrenta una "lucha cruenta con el
gobierno capitalino y el PRD", por el solo hecho de exigir garantías
de seguridad para los usuarios del Sistema de Transporte Colectivo-Metro.
En conferencia de prensa, el legislador Gutiérrez
de la Torre remarcó que "la persecución política que
utiliza Andrés Manuel López Obrador en contra de quienes
no respetan su autoritarismo sólo demuestra que el jefe de Gobierno
está cerrado a las verdaderas exigencias de los ciudadanos".
El líder de los pepenadores señaló
que no se puede aceptar que el jefe de Gobierno califique de "chantaje
y falsas las declaraciones del sindicato. Mucho menos argumentar que mi
partido es una mafia y que estamos orquestando el movimiento".
Remarcó que el caso de la línea B del Metro
no es una demanda nueva, "ésta se ha estado llevando a cabo desde
que fue inaugurada por la señora Robles, en diciembre de 2000. Ahí
se le advirtió de la incompatibilidad de sus sistemas electrónicos
con la parte electromecánica y de una obra civil en mal estado".
Aseveró que la petición de Espino Arévalo
es legítima; sin embargo, acotó, López Obrador "privilegia
exclusivamente a sectores afines a su partido, paga cuotas de poder a grupos
que le han ofrecido ganancia electoral".
En suma, dijo Gutiérrez de la Torre, el mandatario
local se ha propuesto consolidar sus proyectos personales aún por
encima de los derechos de terceros. "A pesar de poner en riesgo nuestra
seguridad e ignorando las conquistas sindicales que por décadas
se han hecho y que han sido respaldadas cuando les han servido a su partido".
Agregó que López Obrador prefiere erogar
recursos del erario en una campaña de persecución política,
mediante panfletos e imprimiendo volantes aclaratorios en contra de Espino
Arévalo, "utilizando para su reparto material humano burocrático
y a estudiantes que trabajan por estímulos de 200 pesos al día".
Los tres priístas advirtieron que seguirán
apoyando a Fernando Espino contra "esa caterva de petardistas que sólo
ven luchadores sociales cuando son de su partido o criminales y mafias
cuando se trata de otras organizaciones que difieren de ellos".