La Iglesia, "secuestrada" por grupos de poder, dicen en libro

Denuncian sacerdotes abusos del arzobispo de Chihuahua

El gobierno del estado y el PRI defienden al prelado

MIROSLAVA BREACH Y RUBEN VILLALPANDO CORRESPONSALES

Chihuahua, Chih., 15 de agosto. Dieciocho sacerdotes, de esta capital y Ciudad Juárez, critican en un libro al titular de la diócesis de Chihuahua, arzobispo José Fernández Arteaga, a quien acusan de "tener mucho amor por el dinero y el poder", así como de estar "enfermo y obsesionado por la autoridad". Igualmente, en la publicación se quejan de que el prelado ha orquestado "el secuestro de la Iglesia católica chihuahuense" en favor de grupos de poder político.

Los coautores del libro JFA, Chihuahua 2000, editado en coparticipación con la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, cuya circulación ha impedido la diócesis capitalina desde marzo pasado, autorizaron la publicación de una síntesis del volumen en la prensa local. En el extracto se habla de diversas irregularidades en las que habría incurrido Fernández Arteaga a partir de su llegada al estado, en 1989, como obispo coadjutor; asimismo, se detalla el papel que tuvo la Iglesia católica en el movimiento poselectoral de 1986.

Los curas que participaron en la elaboración del libro, entre ellos Ildefonso Acosta Corrales, Martín Barraza Beltrán, Jorge Arturo Martínez García, Raúl Trevizo y Dizán Vázquez Loya, acusaron a José Fernández de someter la línea pastoral al poder de los grupos políticos y económicos de la entidad, por encima del interés general de la grey, sacerdotes y diáconos que conforman la comunidad eclesiástica.

En el libro se afirmó que al tomar posesión como arzobispo de Chihuahua, en 1991, Fernández Arteaga impuso un freno "a todas las actividades y a todo impulso de vida en la diócesis", luego del dinamismo que llegó a tener en la década de 1980.

En aquella época, especialmente en el verano de 1986, cuando el ahora secretario de la Contraloría, Francisco Barrio Terrazas, encabezó un movimiento de resistencia civil por el supuesto fraude electoral que le impidió ocupar la gubernatura, lo apoyaron la Iglesia católica y los entonces arzobispos Manuel Talamás Camandari y Alberto Almeida y Merino, quienes inclusos cerraron templos en apoyo al panismo.

Como muestra de la represión interna que se desató contra los católicos de Chihuahua, los sacerdotes acusaron a Fernández Arteaga de obstaculizar el ordenamiento de clérigos identificados con la línea pastoral de sus predecesores, e imponer aranceles o cobros por servicios religiosos que pagaban de forma voluntaria los fieles, quienes actualmente deben cubrir cuotas de 400 pesos por una misa de 15 años, o mil pesos por matrimonios.

Además le imputaron dilapidar recursos "en gastos ostentosos" para la remodelación de su casa particular y sus oficinas, así como eliminar apoyos a asociaciones de asistencia dependientes de la Iglesia católica, como Cáritas o la Granja Hogar de los Niños.

Los prelados que firmaron el libro relataron también que en los últimos años sostuvieron reuniones con el ex nuncio apostólico Justo Müllor para que intercediera ante el Papa y presentara "la crisis interna" en la diócesis de Chihuahua, para cuya solución pidieron el relevo de Fernández Arteaga.

La existencia del libro y su contenido salieron a la luz pública cuatro días después de que se publicaron fotos del banderazo de arranque a las obras de la carretera Cuauhtémoc-Guerrero, en las que apareció el jerarca católico al lado del gobernador, Patricio Martínez, a pesar de la polémica que existe entre las administraciones federal y estatal, así como sectores económicos y sociales identificados con los partidos PRI y PAN por la realización de la autopista, lo que levantó duras críticas contea el arzobispo por su respaldo al mandatario local.

En defensa del prelado, avalando su "integridad moral, intelectual y vocación pastoral", habló hoy en conferencia de prensa el secretario general de Gobierno, Sergio Martínez Garza, así como dirigentes del Partido Revolucionario Institucional, mientras que Acción Nacional no se pronunció al respecto.

En la arquidiócesis se negó el acceso a la prensa, que buscó una entrevista con Fernández Arteaga, quien no respondió las llamadas a sus teléfonos particulares o a su celular.

En cuanto a la publicación del extracto del libro, el sacerdote Dizán Vázquez aseguró que él y otros 17 clérigos solamente fueron avales de la edición, para que no apareciera sin firma. Explicó que el contenido del libro involucra a más de 100 personas, pues se trata de una recopilación de declaraciones, y desde ese punto de vista, "son autores todos los que rinden su testimonio".