ECONOMIA MORAL
Julio Boltvinik
Verdad técnica y verdad oficial
Sedeso recortó la población pobre definida
por el comité técnico Vara oficial para evaluar al gobierno
de Fox Modelo económico en duda
La economía moral es convocada a existir como resistencia
a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede
equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de
la gente
ROTO EL SILENCIO OFICIAL, por fin. Desde 1993,
año en el cual el INEGI presentó su estudio conjunto con
la Cepal, Magnitud y evolución de la pobreza en México,
1984-1992, no contaba el país con cifras de pobreza anunciadas
desde el Ejecutivo y respaldadas técnicamente. Durante el gobierno
de Zedillo, los sucesivos secretarios de Desarrollo Social manejaron discrecionalmente
las cifras de pobreza. Ahora la Secretaría de Desarrollo Social
(Sedeso), tomando parcialmente los resultados del estudio llevado
a cabo por el Comité Técnico para la Medición de la
Pobreza, que ella misma constituyó con académicos de su elección,
anunció cifras oficiales para 2000. En mayo pasado el comité
terminó su encargo.
EN PAPA CALIENTE se convirtieron, para el gobierno,
los resultados del comité. Trascendió, por aquel entonces,
que la cifra de pobres era muy alta y que el gobierno no sabía qué
hacer con ella. Ahora sabemos que este trascendido era verdad. El comité
llegó a la conclusión de que casi dos terceras partes
(65 por ciento) de la población del país son pobres.
LA SALIDA DEL GOBIERNO, aprovechando que el comité
subdividió a la población pobre en tres estratos, fue eliminar
el estrato superior, bajando con ello la proporción de 65 a 54 por
ciento. Además de eliminar el estrato superior, la Sedeso introdujo
un estrato intermedio entre los dos restantes del comité. En el
cuadro anexo se presentan los tres niveles definidos por el comité
y los tres niveles adoptados por la Sedeso. Es importante aclarar el sentido
de estos niveles. La definición de la pobreza en el país
está dada, solamente, por la línea de pobreza más
alta (52.17 pesos al día por persona en el medio urbano), ya que
ésta establece el nivel de ingresos necesarios para satisfacer "todos
los bienes y servicios indispensables". Los dos estratos inferiores
del comité sólo pueden tener el propósito de subdividir
la población pobre en grados de intensidad de la pobreza, pero ninguno
de los niveles inferiores puede sustituir al superior. Sólo éste
separa los pobres de los no pobres. El comité no le puso nombre
a sus niveles, aunque los apelativos usuales son indigencia, pobreza extrema,
pobreza moderada. La forma en que el comité define los niveles va
indicando (véase primera columna del cuadro) cómo las líneas
más bajas marcan los ingresos que alcanzarían a cubrir solamente
una parte de las necesidades humanas. El corte intermedio de nivel de ingresos
del comité (que es el que Sedeso adopta como su nivel superior),
permite solamente satisfacer, según el comité, los requerimientos
de bienes y servicios en las áreas de alimentación, salud,
vestido, vivienda, transporte y educación. Quedan fuera áreas
tan básicas como higiene personal y del hogar, electricidad y gas,
comunicaciones, equipamiento básico del hogar, recreación,
y gastos legales. Por eso el comité señala que todos los
bienes y servicios incluidos en el nivel 3 son indispensables.
RECORTAR LA POBREZA (eliminando el nivel 3), introducir
un nivel intermedio y bautizar a los estratos son las acciones que el gobierno
hizo a partir del informe del comité. Como se aprecia en el cuadro,
los niveles 1 son en ambos casos iguales, salvo el nombre de pobreza alimentaria.
El nivel 2 del comité se convierte en el nivel 3 de Sedeso, al que
se bautiza "pobreza de patrimonio". Sedeso introduce un nuevo nivel, intermedio
entre los niveles 1 y 2 del comité, al que llama "pobreza de capacidades".
Por último, la Sedeso elimina el nivel 3 del comité, logrando
con ello reducir la papa caliente de 65 millones de pobres a la papa tibia
de 54 millones.
LA VERDAD TÉCNICA del comité se convirtió
en la verdad política de Sedeso. Sin embargo, a la opinión
pública esta operación no le ha quedado clara. Por las formas,
aunque veremos que no por el contenido, se dio la impresión de que
el resultado del comité era el que se había adoptado tal
cual. Una vez aclarado que el resultado del comité es diferente
al anunciado por el gobierno, vale la pena reflexionar sobre las relaciones
entre la técnica y la política. La verdad política
corresponde, de alguna manera, a la "definición de política"
de la pobreza, término acuñado por la Comisión Presidencial
para el Mantenimiento del Ingreso de Estados Unidos en 1969 y que define
como pobreza aquellas carencias que las posibilidades del país le
permiten enfrentar. Al respecto, Amartya Sen ha dicho: "aceptar que algunas
privaciones no se puedan eliminar de inmediato no equivale a conceder que
no se deban considerar como privaciones"1. Si la Sedeso hubiese
seguido esta visión de Amartya Sen habría dicho que los pobres
son 65 por ciento pero que va atender, por limitaciones de recursos, sólo
a 53.7 por ciento.
¿VALIO LA PENA ESPERAR un año a un
comité para después no hacerle caso o hacerle caso sólo
a medias? El gobierno tiene facultades legales para realizar su propio
diagnóstico de la realidad del país y actuar en consecuencia,
pero entonces ¿para qué buscar el apoyo de los técnicos
y, sobre todo, para qué esperar tanto los resultados de éstos
y luego descalificarlos?
LOS ARGUMENTOS PARA ELIMINAR la línea de
pobreza más amplia los expresó Josefina Vázquez en
la "sesión académica" en la que se presentaron los resultados:
"El Comité Técnico", dijo, "identifica también hogares
cuyo ingreso por persona es menor al necesario para cubrir las necesidades
de los bienes incluidos en la canasta de bienes de patrimonio, además
del consumo de otros bienes y servicios (como algunos enseres de consumo
duradero, tabaco y bebidas alcohólicas). Sin embargo, en su informe
señala que en esta clasificación se incluye, cito: 'el consumo
de bienes que no necesariamente forman parte de una canasta que mida la
pobreza de manera estricta'". La mención innecesaria de tabaco y
bebidas alcohólicas (por qué no detergentes, jabones, pasta
de dientes) busca descalificar al comité por la vía de los
"vicios", aunque la mención de bienes durables descalifica a los
descalificadores. Hay aquí una contradicción. Aunque todavía
no cuento con el documento completo del comité, la síntesis
de dicho documento, elaborada por el Comité Técnico, usa
las palabras que he marcado con negritas en el cuadro, esto es, califica
todos los bienes y servicios incluidos en este nivel como indispensables.
Descalificar técnicamente a su propio Comité Técnico
parece políticamente inapropiado.
LA POBLACION OBJETIVO de los programas oficiales
de lucha contra la pobreza debieran ser esos mismos 53.7 millones de pobres
que el gobierno reconoce en su "definición de política".
Recordemos que el comité (véase el cuadro) define estos pobres
como los que tienen un ingreso insuficiente para satisfacer (solamente)
las necesidades de alimentación, salud, vestido, calzado y educación.
Por tanto, tener un ingreso diario por persona igual a 42 pesos en el medio
urbano significa que las demás necesidades (las no incluidas en
este nivel) quedan insatisfechas. Los pobres oficiales tienen, además,
un ingreso menor a este nivel por lo cual alguna, varias o todas las necesidades
enumeradas quedan insatisfechas.
UN RECORTE ADICIONAL (esta vez en cuanto a la atención)
pareció anunciar la secretaria de Desarrollo Social cuando asoció
cada uno de los niveles con líneas programáticas específicas.
Para los "pobres de patrimonio anunció que irían orientados
los esfuerzos de construcción y mejoramiento de las viviendas, así
como las de acceso a los mecanismos de ahorro y crédito, mientras
a los pobres de capacidades irían el Oportunidades y a los pobres
alimentarios los complementos nutricionales. Es fácil mostrar ?ya
lo he hecho en otros trabajos, pero el espacio se me agota y tendré
que posponerlo para futuras entregas? que todos los grupos identificados
por el gobierno y el comité son pobres alimentarios, ya que su ingreso
no les alcanza para comprar la canasta básica de alimentos de INEGI-Cepal,
que el comité adoptó como su punto de partida, puesto que
buena parte de su ingreso tienen que dedicarlo, inevitablemente, a otros
rubros.
LOS NOMBRES AÑADIDOS son inadecuados. Todos
son pobres de ingresos. Las capacidades y el patrimonio no fueron
evaluados, para ello se hubiese requerido un método multidimensional,
mientras que el adoptado fue sólo de ingresos. Todos son también
pobres alimentarios porque el método usado, por su procedimiento
basado en el costo de la canasta de alimentos y la proporción que
los hogares gastan en alimentos, lleva a identificar solamente la pobreza
alimentaria.
UNA VARA PARA EVALUAR al gobierno es, por el lado
positivo de los hechos, lo que la Sedeso ha proporcionado a la sociedad
al adoptar líneas oficiales de pobreza. Con ellas se habrá
de evaluar el desempeño del gobierno de Fox. En el documento "La
medición de la pobreza al año 2000" (portal electrónico
de Sedeso), se señala que la medición de la pobreza es una
herramienta importante para evaluar no sólo las políticas,
programas y acciones públicas de desarrollo social, sino también
el desarrollo general del país. En efecto, la evolución de
la pobreza es un indicador mucho mejor que la evolución del PIB
para ello. Al hacer explícita y transparente la vara de medición,
el gobierno de Fox se verá obligado a dejar el inmovilismo en el
que se encuentra, abandonar la cautela y tomar medidas agresivas para que
el país retome la senda de crecimiento y desarrollo. Salinas también
anunció una vara oficial de medición, pero lo hizo al final
de su gobierno, mientras Fox lo hace al comienzo. Finalmente, y muy importante,
el reconocimiento oficial, a pesar del recorte, de que más de la
mitad de la población del país vive en la pobreza, pone en
duda el modelo económico vigente en el país, como ya lo han
manifestado varias voces.
1 Amartya Sen, "Sobre conceptos y medidas de pobreza",
Comercio Exterior, vol.42, núm. 4, abril de 1992, México,
p.315.