La cinta, dirigida por John Woo, se estrenó ayer
En Códigos de guerra interpreto el personaje
más infeliz de mi vida: Cage
JORGE CABALLERO
En la Segunda Guerra Mundial los japoneses eran capaces
de descifrar transmisiones militares codificadas de manera continua, lo
que menoscababa de manera dramática el progreso de los aliados en
la conflagración. Finalmente, en 1942, varios cientos de indios
de origen navajo fueron reclutados como marines y entrenados para utilizar
un código militar secreto basado en su idioma natal. Estos infantes
fueron conocidos como comunicadores de códigos. Este fue a final
de cuentas el único que nunca pudieron descifrar los japoneses y
se cree que fue una pieza fundamental para haber ganado la guerra. Esta
historia se cuenta en la cinta de acción bélica Códigos
de guerra, magistralmente filmada y dirigida por el cinerrealizador
chino John Woo y protagonizada por Nicholas Cage, Christian Slater, Adam
Beach y Roger Willie, que se estrenó ayer en nuestro país.
En
Códigos de Guerra, desarrollada durante la batalla en la
isla de Saipan, Japón, los infantes Joe Enders (Cage) y Ox Anderson
(Slater) son asignados para proteger a los navajos Ben Yahzee (Beach) y
Charlie Whitehorse (Roger Willie). Sus órdenes son mantener a salvo
a estos hombres, pero si un comunicador de códigos llega a caer
en manos del enemigo tendrán que "proteger el código a toda
costa", o sea matar. Conforme los hombres se vuelven amigos y los vínculos
de guerra se forjan, cada uno tiene que enfrentar una decisión terrible
si no pueden proteger a sus compañeros infantes.
Años antes, mientras filmaba Face/Off (Contracara),
Woo disfrutó de una relación laboral muy íntima con
el actor Nicolas Cage, e inmediatamente pensó en él para
el protagónico de Códigos de guerra. "John es el autor
por excelencia", comenta Cage. "Su visión es un mundo en el que
yo quiero trabajar. Es alguien sumamente confiable que gusta de colaborar
con los actores. También creo que le gusta trabajar en extremos,
su visión es extrema y también la mía".
Estas sensibilidades similares funcionaron bien al darle
vida al personaje de Joe Enders, infante de marina hastiado por la guerra
que ha quedado deshumanizado por sus experiencias en el campo de batalla.
"Enders tiene neurosis de guerra, sufre de un desorden de estrés
postraumático", comenta Cage. "Ha experimentado cosas horribles
en la guerra y ha perdido su inocencia. Es probablemente el personaje más
infeliz que me ha tocado interpretar en mi vida".
Ben Yahzee es el cargo que le asignan a Enders. Yahzee
es un recluta nuevo que exuda un sentido de equilibrio y calma, espiritualmente
guiado por las enseñanzas de su cultura. A diferencia de Enders,
su espíritu todavía no ha sido contaminado por la guerra.
Sin embargo, Yahzee aprende rápidamente qué tan brutal puede
ser la misma.
Después de una búsqueda extensa para encontrar
a un actor navajo que pudiera interpretar el papel, los realizadores decidieron
que Adam Beach era la elección perfecta. Al analizar su personaje,
Beach comenta: "Yahzee es un infante de marina inteligente, pero aprende
en combate que no es muy bueno para matar gente". Yahzee busca entablar
una amistad con Enders, pero éste no está interesado, pues
no quiere complicar su misión. Sin embargo, eventualmente el estrés
de la batalla hace que se unan.
Yahzee utiliza el código para transmitir coordenadas
por radio a Whitehorse, un compañero comunicador de códigos,
al que también le han asignado un guardia, Ox. Christian Slater
y Roger Willie interpretan a Ox y Whitehorse, respectivamente.
Un actor veterano, Slater -quien describe a su personaje
como "generoso y encantador"-, probó ser invaluable para el actor
novato Roger Willie. En el papel de Whitehorse, Willie dependió
de la experiencia de Slater. "Yo seguía a Christian -comenta-. Confié
en él y dejé que guiara el camino".
La historia de los comunicadores de códigos es
sagrada para Willie, y fue un honor para él haber interpretado a
uno de los héroes de su legendaria tribu. "Significa mucho para
mí. Siempre vi a los comunicadores de códigos como gente
especial. Son nuestros propios héroes". Tratado con reverencia en
la comunidad navajo, Willie comenta: "La película representa una
oportunidad para que los comunicadores de códigos y la gente navajo
en general sea conocida en todo el mundo".