Javier Suárez, programado para morir el 14 en Texas

Subcomisión de Derechos Humanos de la ONU pide clemencia para condenado

KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL

Ginebra, 9 de agosto. La Subcomisión para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos de la ONU apeló a las autoridades de Estados Unidos para que "hagan lo posible" por revocar la ejecución, este 14 de agosto, del mexicano Javier Suárez Medina, y que se rexamine su caso, en vista de los "errores posibles" que pudieron cometerse durante el proceso judicial, como la interferencia a su derecho a la defensa contando con asistencia consular de su país de origen.

Por medio de la declaración del presidente de la comisión, adoptada ayer en la tarde por los 26 expertos que la integran, se demanda con insistencia que se suspenda la condena y se rexamine el proceso a fin de que el acusado pueda contar con su derecho a ser asistido por los servicios consulares y a tener un proceso justo.

Suárez Medina está detenido en el pabellón de condenados a muerte desde hace 13 años; su ejecución, por inyección letal, está prevista el próximo miércoles 14 en el estado de Texas. Tenía apenas 19 años cuando fue condenado a muerte y se considera que las autoridades judiciales estadunidenses no respetaron sus obligaciones respecto del artículo 36 de la Convención de Viena, de 1963, relacionado con el apoyo consular a que tienen derecho los detenidos extranjeros.

Luego de la decisión adoptada por la subcomisión, un representante de México presentó su agradecimiento e indicó que su país, que concede gran importancia a la abolición de la pena de muerte, provee protección consular a sus ciudadanos en el extranjero; resaltó que el derecho individual a la información sobre la asistencia consular, sobre todo en casos de condena a muerte, es decisivo para el respeto al derecho a un proceso penal justo, como lo prescriben numerosos tratados internacionales.

Según el representante oficial mexicano, en el caso del detenido Suárez Medina estas disposiciones han sido manifestadamente burladas.

La declaración fue adoptada por la subcomisión en el capítulo de violaciones a los derechos humanos en cualquier parte del mundo.