Indígenas dicen que su derecho es ancestral porque las heredaron de un señorío tlahuica
Demandan campesinos de Tlayacapan tierras comunales en poder de ejidatarios
Los habitantes de Los Laureles desconocen un documento de 1539 sobre 887 hectáreas
LA JORNADA MORELOS
Cuautla, Mor., 9 de agosto. Más de 300 comuneros de San José de los Laureles, del municipio de Tlayacapan, demandaron al Tribunal Unitario Agrario (TUA) anular una resolución mediante la cual se determinó hace tres años que sus tierras comunales pertenecen al ejido de Tlayacapan, pese a que esa comunidad indígena las ha tenido en posesión y trabajado desde antes de la llegada de los españoles.
Hombres y mujeres del ancestral pueblo, en el que aún se habla náhuatl y se practica la medicina tradicional, rechazaron la resolución que reconoce el derecho del ejido de Tlayacapan basado en un documento primordial que data de 1539.
De acuerdo a los comuneros, la determinación del magistrado Luis Ponce del León Armenta está basada en un proceso distorsionado de origen, pues nunca estuvo en juicio la posesión de la tierra, sino los límites entre los ejidos de Tlayacapan y San José de los Laureles.
Asimismo, argumentan tener el reconocimiento legal de la posesión de 887 hectáreas por decreto presidencial de 1928, pero sobre todo el derecho ancestral
de haberlas heredado desde que este pueblo formaba parte de un señorío de tlahuica.
José Flores, comunero de San José de los Laureles, refirió que el conflicto por la posesión de las tierras comunales tiene más de 30 años, aunque fue hasta octubre de 1999 cuando se emitió una resolución por parte del TUA, misma que el ejido de Tlayacapan ha pedido que se ejecute.
La acción del TUA, consideró, contraviene su derecho como pueblo a la posesión de la tierra de la que viven, "esto es un genocidio, porque es una muerte social, le quitan su medio de vida, al pueblo que vive de la agricultura, que tiene sus esperanzas de vida en la semilla que está echando y que espera cosechar".
Mientras la comisión para la negociación y reconciliación de San José de Los Laureles era recibida en audiencia por el magistrado del TUA, los comuneros, con mantas, pancartas y consignas reclamaban la rectificación de la sentencia, por contravenir el artículo 27 constitucional, así como el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que señala que se debe reconocer la posesión de las tierras que ancestralmente ocupen los pueblos indígenas.
"Si no obtenemos una respuesta favorable nos veremos en la necesidad de actuar con el ejemplo del general Zapata defendiendo nuestras tierras... no permitiremos que manos extrañas profanen nuestro suelo", fue la expresión de los habitantes de esta comunidad.
