Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 10 de agosto de 2002
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Economía
Supera al plan de rescate de México en 1995 para contener el efecto tequila

Contará Brasil con cifra récord de 47 mil millones de dólares

Los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo destinaron 7 mil millones más

Nadie esperaba un salvamento de esas dimensiones: especialista de la Universidad de NY

DPA

Washington, 9 de agosto. Con 30 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), 10 mil millones que fueron autorizados a gastar de sus propias reservas, y 7 mil millones del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, el paquete de rescate financiero a Brasil llegó a 47 mil millones de dólares.

La cifra es una de las más altas en la historia de los rescates financieros a países de América Latina, mayor incluso al que usó México en 1995, cuando el Tesoro de Estados Unidos, el FMI y otras instancias multilaterales armaron un paquete para poner fin al llamado efecto tequila.

A México le fueron ofrecidos 50 mil millones de dólares por los organismos multilaterales, pero nunca llegó a usar el total, y de los 20 mil millones ofrecidos por la administración de Clinton, usó 13 mil millones, junto con 17 mil millones del FMI y cifras menores de otras instituciones.

"Creo que todos los analistas políticos y económicos y operadores financieros están todavía con la boca abierta por la sorpresa. Nadie esperaba un rescate de estas dimensiones", dijo en entrevista con Dpa el doctor en ciencias políticas Christopher Mitchell, profesor en la Universidad de Nueva York especializado en América Latina.

La sorpresa se debe a que la administración Bush llegó a la Casa Blanca con la bandera de no more bailouts (no más paquetes de rescate), y el secretario del Tesoro, Paul O'Neill, se encargó de repetir en cuantas oportunidades tuvo que este gobierno no apoyaría enormes préstamos financieros a países en crisis, fustigando a la administración de Bill Clinton por haberlo hecho.

Una semana antes de partir de gira a Brasil, Uruguay y Argentina, O'Neill reiteró su posición, indicando que él no iba a aprobar préstamos en su viaje al Cono Sur, cuando el dinero iba a terminar en "cuentas bancarias en Suiza", lo cual generó un conflicto diplomático con Brasilia.

Pero el domingo pasado, día que O'Neill abordaba el avión rumbo al sur, el Tesoro aprobó un crédito puente para adelantar a Uruguay mil 500 millones de dólares que después recibiría de los organismos multilaterales, cifra gigantesca teniendo en cuenta el tamaño de la economía del país, de 3 millones de habitantes.

En proporción al producto interno bruto (PIB), el rescate a Uruguay es mayor que el rescate que el miércoles el FMI anunció para Brasil.

Las preguntas que quedan pendientes son: ¿fue un cambio en la política económica internacional de la administración Bush, o solamente una excepción para contener al contagio de la crisis argentina, antes de que caiga toda América Latina y se retorne a una "década perdida" como la de los 80?

"En realidad, todos los gobiernos llegan diciendo 'no más rescates'", dijo a Dpa el doctor en economía Ronald McKinnon, profesor de la Universidad de Stanford y especialista en programas de estabilización del FMI y mercados de capital en países no desarrollados.

"Todos los políticos en campaña dirán no more bailouts, y después, cuando están gobernando y llega una gran crisis, en algún momento se dan por vencidos", explicó.

En Estados Unidos hay una generalizada sensación de que los préstamos, sean del Tesoro o del FMI, se dan con el dinero de sus impuestos.

Aunque en el caso de los créditos del FMI esto no es así, y aunque el préstamo que el Tesoro dio a México en 1995 fue pagado en fecha, en total, y con intereses, O'Neill reforzó esta idea generalizada cuando este año se declaró en contra de respaldar un paquete de rescate para Argentina, indicando que él debía dar explicaciones sobre el dinero de los impuestos que pagan "los carpinteros y plomeros que sólo ganan 50 mil dólares al año" en Estados Unidos.

Sin embargo, McKinnon discrepó con su colega.

"Es cierto que los políticos en campaña tienen esa tendencia, particularmente los republicanos, a tomar posiciones contra los rescates. Pero yo creo que en este caso O'Neill de verdad estaba en contra, desde su más profunda convicción", dijo el experto.

"Nadie ha investigado esto todavía, y sería interesante hacerlo. El cambio se produjo en apenas unos días. Cómo fue que dieron una vuelta de 180 grados en un tiempo récord, es algo que todavía queda por ser contestado", agregó.

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