Supera al plan de rescate de México en
1995 para contener el efecto tequila
Contará Brasil con cifra récord de 47
mil millones de dólares
Los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo
destinaron 7 mil millones más
Nadie esperaba un salvamento de esas dimensiones:
especialista de la Universidad de NY
DPA
Washington, 9 de agosto. Con 30 mil millones de
dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), 10 mil millones
que fueron autorizados a gastar de sus propias reservas, y 7 mil millones
del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, el paquete
de rescate financiero a Brasil llegó a 47 mil millones de dólares.
La cifra es una de las más altas en la historia
de los rescates financieros a países de América Latina, mayor
incluso al que usó México en 1995, cuando el Tesoro de Estados
Unidos, el FMI y otras instancias multilaterales armaron un paquete para
poner fin al llamado efecto tequila.
A México le fueron ofrecidos 50 mil millones de
dólares por los organismos multilaterales, pero nunca llegó
a usar el total, y de los 20 mil millones ofrecidos por la administración
de Clinton, usó 13 mil millones, junto con 17 mil millones del FMI
y cifras menores de otras instituciones.
"Creo que todos los analistas políticos y económicos
y operadores financieros están todavía con la boca abierta
por la sorpresa. Nadie esperaba un rescate de estas dimensiones", dijo
en entrevista con Dpa el doctor en ciencias políticas Christopher
Mitchell, profesor en la Universidad de Nueva York especializado en América
Latina.
La sorpresa se debe a que la administración Bush
llegó a la Casa Blanca con la bandera de no more bailouts
(no más paquetes de rescate), y el secretario del Tesoro, Paul O'Neill,
se encargó de repetir en cuantas oportunidades tuvo que este gobierno
no apoyaría enormes préstamos financieros a países
en crisis, fustigando a la administración de Bill Clinton por haberlo
hecho.
Una semana antes de partir de gira a Brasil, Uruguay y
Argentina, O'Neill reiteró su posición, indicando que él
no iba a aprobar préstamos en su viaje al Cono Sur, cuando el dinero
iba a terminar en "cuentas bancarias en Suiza", lo cual generó un
conflicto diplomático con Brasilia.
Pero el domingo pasado, día que O'Neill abordaba
el avión rumbo al sur, el Tesoro aprobó un crédito
puente para adelantar a Uruguay mil 500 millones de dólares que
después recibiría de los organismos multilaterales, cifra
gigantesca teniendo en cuenta el tamaño de la economía del
país, de 3 millones de habitantes.
En proporción al producto interno bruto (PIB),
el rescate a Uruguay es mayor que el rescate que el miércoles el
FMI anunció para Brasil.
Las preguntas que quedan pendientes son: ¿fue un
cambio en la política económica internacional de la administración
Bush, o solamente una excepción para contener al contagio de la
crisis argentina, antes de que caiga toda América Latina y se retorne
a una "década perdida" como la de los 80?
"En realidad, todos los gobiernos llegan diciendo 'no
más rescates'", dijo a Dpa el doctor en economía Ronald McKinnon,
profesor de la Universidad de Stanford y especialista en programas de estabilización
del FMI y mercados de capital en países no desarrollados.
"Todos los políticos en campaña dirán
no more bailouts, y después, cuando están gobernando
y llega una gran crisis, en algún momento se dan por vencidos",
explicó.
En Estados Unidos hay una generalizada sensación
de que los préstamos, sean del Tesoro o del FMI, se dan con el dinero
de sus impuestos.
Aunque en el caso de los créditos del FMI esto
no es así, y aunque el préstamo que el Tesoro dio a México
en 1995 fue pagado en fecha, en total, y con intereses, O'Neill reforzó
esta idea generalizada cuando este año se declaró en contra
de respaldar un paquete de rescate para Argentina, indicando que él
debía dar explicaciones sobre el dinero de los impuestos que pagan
"los carpinteros y plomeros que sólo ganan 50 mil dólares
al año" en Estados Unidos.
Sin embargo, McKinnon discrepó con su colega.
"Es cierto que los políticos en campaña
tienen esa tendencia, particularmente los republicanos, a tomar posiciones
contra los rescates. Pero yo creo que en este caso O'Neill de verdad estaba
en contra, desde su más profunda convicción", dijo el experto.
"Nadie ha investigado esto todavía, y sería
interesante hacerlo. El cambio se produjo en apenas unos días. Cómo
fue que dieron una vuelta de 180 grados en un tiempo récord, es
algo que todavía queda por ser contestado", agregó.