Estimada Carmen: Regresaba de un viaje por el que estuve ausente de la ciudad por varios días y con sorpresa y profundo desconcierto he leído la nota publicada el sábado 3 de agosto del presente año en el prestigiado diario que usted atinadamente dirige. En dicha nota se me atribuyen una serie de afirmaciones que no son de mi autoría.

Por lo que me permito hacer las siguientes precisiones:

No concedí ninguna entrevista con motivo de la visita de SS Juan Pablo II, ni a Jenaro Villamil, con quien me une antigua amistad, ni a Georgina Saldierna, a quien no tengo el gusto de conocer, ambos colaboradores de ese diario y quienes firman dicha nota. Lo anterior en virtud de que mi salud en los últimos tiempos es precaria y no estoy en condiciones de atender esas tareas.

La última ocasión que me reuní en mi domicilio particular con Jenaró Villamil, en una visita de carácter privado en la que sostuvimos una conversación que abarcó temas relacionados con la Iglesia, en el contexto de una charla entre amigos, fue hace varios meses. En esa ocasión no se me dijo que se trataría de una entrevista, ni se me solicitó autorización para publicar la conversación o partes de ella.

En la referida ocasión abordamos diferentes tópicos pero en ningún momento hice la afirmación que se me atribuye en el encabezado de la nota y que se repite en el cuerpo del artículo. Tampoco lo hizo ninguna de las otras personas que estuvieron presentes en esa charla.

No comparto la opinión de cualquier persona que en otro ámbito haya expresado una idea semejante, porque como católico practicante que soy respeto la investidura del Sumo Pontífice, con quien me unen experiencias que compartimos en común cuando en Roma asistí al Consejo de Laicos que se fundó con posterioridad al Concilio Vaticano II, al que asistí junto con mi esposa Luzma en nuestro carácter de auditores laicos y, con base en esta convivencia, le guardo una profunda y sincera estima.

Considero que la visita de SS Santidad Juan Pablo II honra a la Iglesia Católica mexicana y que la canonización de San Juan Diego es un esperado e inaplazable acto de justicia para uno de los indígenas de nuestro país, grupo en cuya defensa mi trabajo siempre ha estado comprometido y lejos estoy de comparar este evento trascendente con un espectáculo circense.

Me siento profundamente defraudado por la tergiversación que se ha hecho de palabras que he expresado amparado en la confianza que brinda la amistad. Me parece que esa clase de afirmaciones en este tiempo difícil que viven los mexicanos y particularmente los indígenas y otros grupos marginados y/o excluidos no contribuyen a construir el clima de concordia tan necesaria para su lucha.

Por lo anterior le solicito atentamente sea usted el amable conducto para extender a Jenaro Villamil mi ruego para que rectifique la información publicada.

Atentamente

José Alvarez Icaza Manero

Respuesta a José Alvarez Icaza

Señora directora: En relación con las aclaraciones enviadas por José Alvarez Icaza, un hombre que respeto y admiro profundamente por su trayectoria e integridad, quisiera hacer las siguientes precisiones:

1. La conversación transcurrió a finales del año pasado, con una grabadora de por medio, y a petición mía para hacer una entrevista de semblanza. En ocasión de la visita de Juan Pablo II consideré oportuno publicar una parte y agregarle el contexto de la relación entre el fundador de Cencos, un centro pionero en defensa de derechos humanos y del periodismo alternativo, y el entonces obispo de Polonia, Karol Wojtyla.

2. Es probable que en la transcripción surgiera alguna imprecisión entre lo expresado por Alvarez Icaza y otras personas presentes. Sin embargo, no fue el objetivo del reportaje tergiversar ni alterar la historia de ambos personajes.

3. Coincido con la necesidad de mantener la concordia y el afecto, a pesar de las diferencias de opinión y los malos entendidos de este oficio humano, no divino.

Atentamente

Jenaro Villamil

Alto a las agresiones en Montes Azules

Señora directora: La escalada represiva que los grupos paramilitares han intensificado contra los pobladores de los municipios autónomos del estado de Chiapas, son una muestra más del doble discurso que los gobernantes federales y estatales sostienen frente a las bases de apoyo zapatistas.

La última agresión fue perpetrada el 31 de julio en el poblado de La Culebra, donde 40 paramilitares de la Organización para la Defensa Indígena y Campesina (OPDIC), de clara filiación priísta, hirieron a siete integrantes del municipio autónomo Ricardo Flores Magón.

La artera incursión está ligada a los intereses del diputado Pedro Chulín, quien además es reconocido como el fundador del tristemente célebre grupo paramilitar MIRA. Queda claro que cualquier acto en contra de las comunidades autónomas zapatistas es una flagrante violación a sus derechos humanos.

Hacemos responsable a los gobiernos de Vicente Fox y de Pablo Salazar Mendiguchía de los daños físicos y morales que padezcan nuestros compañeros bases de apoyo del EZLN, que resisten dignamente los embates del neoliberalismo.

Atentamente

Enrique Avila Carrillo, CGR del FZLN-DF

Invitación

Ciclo de cine del FZLN

El FZLN, como parte de su ciclo de cine La Resistencia, invita a la sociedad a ver la película 4 de septiembre, dirigida por Bruno Barreto, la cual describe la historia de la lucha político-militar contra la dictadura brasileña en los años sesenta.

La película será comentada por Tatiana Fiordelisio. La cita es este viernes 9 de agosto a las 19 horas en la cafetería Rincón Zapatista, ubicada en Zapotecos número 7 a unas cuadras del Metro Isabel La Católica.

Informes al 57-61-42-36.

Agustín Vázquez