CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Metro capitalino: caciquismo sindical
ESTA MAÑANA, DESPUES de 33 años de servicio ininterrumpido, paró el Metro porque el liderazgo sindical enquistado en ese sistema de transporte desde hace 23 años supone que este es el mejor momento para atacar al gobierno de la ciudad.
SI, HAY MOTIVOS de preocupación en cuanto a la seguridad del servicio: desniveles en las vías, falta de refacciones y algunos otros males derivados del tiempo y también, por qué no decirlo, descuido.
TODO ESTO ES verdad, pero es una verdad que miente. De entrada habría que recordar que el sindicato y la empresa mantenían hasta ayer mismo pláticas para hallar soluciones a los problemas del Metro y se empezaban a programar las fechas para corregir los errores.
NUEVOS TRENES, RENIVELACION de vías y en general una reconstrucción en las líneas afectadas hoy por el paro. Pero detrás de ello está el terror del líder Fernando Espino Arévalo a perder el control del arma que siempre apuntó a la cabeza de los gobiernos perredistas.
UNA CORRIENTE DE ideas diferentes, por decir lo menos, democrática, como se llama a sí misma, ha permeado el ánimo de muchos sindicalistas que quieren romper con el reinado de Espino.
ESTE LIDER, A quien los gobiernos priístas concedieron mucho dinero para fines que hasta ahora no parecen claros, ha gozado de la impunidad que le confiere ser, además, diputado local. Pero ese fuero, lo sabe Espino, se acaba.
ENTONCES NO TENIA muchas opciones. Presionar para conseguir alguna negociación favorable, con la que incluso pueda asegurar por más tiempo el control sindical, sería el objetivo del paro.
Y MAS ALLA de la situación personal, incluso de la sindical, la gente sintió desde la mañana de ayer un golpe serio a sus tiempos y a sus economías. Pero eso no es prioritario para el liderazgo del grupo, aun mayoritario, que comanda Espino.
HACE YA ALGUN tiempo, poco antes de las elecciones que llevaron a Cuauhtémoc Cárdenas a la jefatura de Gobierno de la ciudad, un funcionario del equipo de Oscar Espinosa me aseguraba con la mirada puesta en la derrota que el sindicato del Metro serviría en su momento para crear una situación de caos al nuevo gobierno perredista.
PASO EL GOBIERNO de Cárdenas y el relevo de Rosario Robles y seguramente no se consideró oportuno, en términos políticos, hacer reventar el conflicto, pero ahora que se han derrotado muchas o casi todas las canalladas en contra del Gobierno del Distrito Federal, éste se activó.
EN AQUEL TIEMPO lo que menos importaba era la situación de los usuarios del Metro o el caos vial que pudiera generar. Lo importante era desestabilizar al gobierno y me acuerdo de todo esto porque hasta hoy no se hallan por ningún lado los porqués de la actitud de la cúpula sindical, a menos que sean aquellos que me comentó el funcionario del ex regente.
Así se había dibujado la historia y la amenaza se cumple hoy.
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