Importante, cumplir la ley y entender las implicaciones
Respaldo popular al Presidente sobre sus acciones ante el Papa: especialistas
ALMA E. MUÑOZ
Elio Masferrer, antropólogo dedicado al estudio de las religiones, calificó a Vicente Fox como "un político temeroso de Dios", cuyo comportamiento es avalado por los creyentes.
Descartó que la actitud del Presidente de la República frente al papa Juan Pablo II resulte perjudicial para el mandatario, sobre todo si en el mundo católico el pontífice no es visto como jefe de Estado sino como jefe de la Iglesia.
Mientras tanto, Josué Tinoco, especialista en sicología política de la religión, consideró necesario que la Subsecretaría de Asuntos Religiosos emita un extrañamiento al Presidente para no perder respeto frente a las religiones ajenas al catolicismo.
"Fox puede ser católico o mormón, luterano o anglicano, es libre de creer o de no creer. Pero no es libre de poner la figura presidencial a los pies, literalmente, de un grupo religioso". Es importante hacer cumplir la ley, pues de lo contrario las acciones políticas de los próximos años, "incluyendo las campañas religiosas, podrán caer en peligrosos terrenos de ilegalidad".
Para los católicos, el beso de Fox al anillo papal "significa -sostuvo- la reafirmación de la fe, la coherencia en su pensamiento y actuar, el derecho del individuo a manifestar sus creencias y cosas por el estilo. Sin embargo, olvidan que quien le dio la bienvenida a Juan Pablo II fue el Presidente, no el feligrés".
Masferrer recordó que antes de las elecciones federales de 2000, la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, bajo su presidencia, realizó una muestra aleatoria en el DF en que se preguntó si importaba que Fox fuera creyente y 43 por ciento de los encuestados dijo no, contra un sí del 25 por ciento.
"La gente no se pelea ni con el Papa ni con el Presidente. Está más preocupada por otras cosas, como el nivel de desocupación, que por la euforia católica del mandatario. Pero quien sí debería estar preocupada es la jerarquía católica, porque la Iglesia, desde el Concilio Vaticano II planteó que no puede tener partidos confesionales, porque los políticos y los gobiernos duran una época y la institución aspira a continuar por lo menos 2 mil años más".
Seguramente, precisó Masferrer, ciertos obispos se sentirán "halagados" por la conducta presidencial, pero "la Iglesia en su conjunto debe estar preocupada, sobre todo si el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Luis Morales, fue ninguneado en la visita papal, mientras el cardenal Norberto Rivera estuvo en todo. Sé de buenas fuentes que la CEM está con los cabellos de punta porque los dejaron fuera, y eso compromete demasiado".