El ex canciller cubano dice que no enfrenta ningún juicio
Admite Robaina haber cometido "errores políticos y éticos graves"
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 3 de agosto. En su primera declaración pública después de haber sido expulsado en forma "deshonrosa" del Partido Comunista de Cuba (PCC), el ex canciller Roberto Robaina reconoció hoy haber cometido "errores políticos y, sobre todo, éticos muy graves", pero confirmó que está libre y sin acusaciones ni proceso judicial alguno.
"Reconozco no haber sido lo suficientemente transparente con mis compañeros, quienes tienen motivos suficientes para sentirse traicionados por mí", dijo Robaina a la cadena televisiva estadunidense CNN. "No estoy preso. No estoy sometido a juicio ni militar ni civil alguno. No estoy acusado de nada. Son errores que cometí y que asumo".
Dirigentes de diversos niveles del PCC han sido informados, por medio de un video, de la acusaciones contra Robaina, que incluyen relaciones con el ex canciller español Abel Matutes, consideradas de excesiva confianza política, y la recepción de dinero para obras del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la embajada cubana en México por parte del ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, preso y enjuiciado por su presunta vinculación con el cártel de Juárez.
Interrogado sobre sus vínculos con el político mexicano, Robaina dijo a la televisora: "No debí haber hecho eso, pero no tiene absolutamente nada que ver con otros procesos o con otras cuestiones que ahora se expresan".
Aparentemente Robaina alude en este tramo al proceso por narcotráfico y corrupción contra 14 altos oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior, que en 1989 culminó con el fusilamiento de cuatro y condenas a prisión para los otros 10. Entre los ejecutados estaba el general de división Arnaldo Ochoa, ex jefe de la misión militar cubana en Angola.
De acuerdo con versiones concordantes entre testigos directos del video, publicadas por este diario el 31 de julio, las imputaciones a Robaina incluyen también el haber realizado gestiones políticas para abrir puertas en el gobierno cubano a empresarios extranjeros, que retribuyeron los favores con dádivas en especie y en efectivo.
Robaina también fue consultado sobre por qué la difusión de estas acusaciones y el acuerdo del PCC ocurren tres años después de que él fue depuesto de la cancillería, cuando, según los informes disponibles, ya se conocían los hechos.
El ex ministro, de 46 años, respondió: "Tres años se demoraron en llegar a una conclusión final. Pero a mí me parece que los problemas complejos requieren análisis profundos, serios y necesariamente largos".
En respuesta a otra pregunta, Robaina descartó también que su actual situación estuviera vinculada con su imagen pública. "No es ni de más ni de menos popularidad. Yo no fui transparente, y por eso la gente se puede sentir traicionada".
Una reunión plenaria del Comité Central del PCC adoptó en mayo pasado varios acuerdos sobre Robaina, según los informes que circulan en la organización: 1) Destituir al ex canciller de su cargo de miembro del Buró Político y del Comité Central, así como expulsarlo "deshonrosamente" del partido. 2) Recomendar a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) revocar a Robaina de su puesto de diputado. 3) Destinarlo a un puesto laboral modesto, sin protagonismo. 4) Nombrar una comisión de tres militantes para que muestren el video al ex ministro y le informen las decisiones.
"Ahora a mí me queda demostrar, con actitud y con trabajo, qué cosa es lo que puedo hacer", indicó Robaina.
Los medios informativos cubanos se han mantenido en silencio hasta hoy sobre el caso Robaina, que sólo ha sido registrado por la prensa extranjera. Sin embargo, el tema empieza a aparecer en corrillos en la calle.
Robaina se mantenía desde principios de año al frente de una empresa de restauración urbana de la capital, que tenía su sede provisional en el complejo militar colonial El Morro-Cabaña, que domina la entrada de la bahía de la ciudad. Anteriormente había estado asignado a la escuela de alto nivel y, según se comentaba en algunos sectores, se preparaba una rehabilitación de su carrera política.
Originario de la occidental provincia de Pinar del Río, Robaina saltó a la primera línea de la política cubana en 1986, cuando fue electo primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Más tarde pasó a integrar el Buró Político, el poderoso organismo de 24 miembros del PCC, y en 1993 fue designado ministro de Relaciones Exteriores, del que fue depuesto en 1999.