Un ataque cardiaco y un derrame en el esófago acabaron con su vida;
tenía 72 años
Falleció Roberto Cobo, célebre por sus
personajes de El Jaibo y La Manuela
Lo bonito es que me recuerden por dos papeles tan diferentes: un delincuente
juvenil y un pobre homosexual, decía el actor
Participó en más de 70 películas y fue reconocido
internacionalmente
GABRIEL LEON ZARAGOZA
A los 72 años de edad, el ícono del cine
alternativo y actor en 79 películas nacionales e internacionales,
Roberto Cobo Calambres, murió a las 20:25 horas de ayer debido
a un paro cardiaco provocado por un derrame en el esófago, este
último lo mantenía internado desde el pasado lunes 29 de
julio, según reportes médicos y familiares. Su cuerpo será
velado en la agencia Gayosso de Félix Cuevas. Padecía cáncer.
La madrugada del jueves había sufrido un paro cardiaco
del que ya no se repuso. El domingo tuvo un derrame estomacal y permaneció
todo el día solo e inconsciente en su domicilio, sin atención
médica.
Dejó pendiente su actuación en el monólogo
Eros, club privado, escrito para él, que una semana antes
de su internamiento había montado en Guadalajara y pretendía
hacerlo en Monterrey. Además, iba a participar en la cinta, El
exorcismo.
Cobo y Calambres nacieron en el teatro
Su sobrenombre nació el 11 de marzo de 1950 en
el teatro Lírico por sus exagerados movimientos al bailar. Como
actor-bailarín recorrió los mejores centros nocturnos de
México, Cuba, Puerto Rico, Costa Rica, Venezuela y Argentina.
Cuenta la anécdota que Roberto García Romero
-nombre original del actor- nació el 20 de febrero de 1930, al término
del segundo acto de una obra teatral que sus padres presentaban con una
compañía itinerante, lo que lo llevó a ser registrado
en Zuazu, Nuevo León. Su padre, Luis García, murió
cuando él era pequeño y su madre, Cristina Romero, contrajo
segundas nupcias con Alejandro Cobo, de quien adoptó el apellido.
A los ocho años de edad Cobo debutó en carpa
con la obra Los chicos crecen. Por problemas económicos y
atraído por la actuación, estudió hasta el sexto grado
para después unirse a las compañías de José
Cibrián y del teatro Iris.
Incursionó en radio con El Rancho del Edén,
de la XEW. En 1943 se incorporó a la compañía infantil
de zarzuela y opereta en el teatro Hidalgo e ingresó a la Compañía
de Teatro Infantil de Bellas Artes.
Su debut cinematográfico fue a los 15 años
en la película Los siete niños de Ecija. En 1946 participó
en El secreto de Juan Palomo, que de forma oficial se considera
su primera cinta, y en La niña de mis ojos.
Participó además en La casa colorada,
La sin ventura, El ángel caído, Dueña y señora,
Ya viene Vidal Tenorio, El baño de Afrodita, El diablo no es tan
diablo, Perdida, El rey del barrio, Si fuera una cualquiera, Te besaré
en la boca, Donde nacen los pobres, En carne viva y Nosotras, las
taquígrafas.
En Los olvidados, papel para recordar
En cine trascendió hasta 1950 con Los olvidados,
de Luis Buñuel, donde personificó a El Jaibo, papel
ganador e instaurador del premio Ariel al Mejor actor juvenil.
Siguió con El pecado de ser pobre, La reina
del mambo, Ritmos del Caribe, Dancing, Los enredos de una gallega, Una
gringuita en México, Mujeres de teatro, Pompeyo el conquistador,
Subida al cielo, Vuelva en sábado, Póker de ases, Sor Alegría,
Al compás del rocanrol, Los claveles, La casa de los espantos, Echenme
al vampiro, Jóvenes y bellas, Se alquila marido, Viento negro, El
águila descalza, Pedro Páramo y Las apariencias engañan.
En 1977 se estrenó El lugar sin límites,
de Arturo Ripstein, que le dio el Ariel, la Diosa de Plata y El Heraldo
al mejor actor del año al interpretar a La Manuela, protagónico
que recibió homenajes y distinciones en Cartagena, Colombia, y San
Sebastián, España.
Siguió con A paso de cojo, Amor libre, Cadena
perpetua y Estas ruinas que ves. De 1979 hasta su deceso actuó
en Naná, D. F., Angel de barrio, ¡Que viva Tepito!, El
día del compadre, La combi asesina, Las glorias del Púas,
Nocaut, El corazón de la noche, El milusos 2, El hijo de Lamberto
Quintero, Objetos sexuales, Los pasos de Ana, Flaco, flaco pero no para
tu taco, Pecado original, La leyenda de una máscara, Cabeza de Vaca
(producción de México, Gran Bretaña y España),
Hembra o macho, Contigo a la distancia (cortometraje coproducido
entre México y Cuba), La Güera Chabela, Dulces compañías,
Sobrenatural, Santitos y Danik, el viajero del tiempo.
Además de El agujero, De noche vienes Esmeralda,
Masacre nocturna, Hubo un tiempo en que las noches dieron paso a largas
noches de insomnio, Un boleto para soñar (cortometraje), A
propósito de Buñuel (coproducción de México,
España y Francia), Sin destino y Entre la tarde y la noche.
En este año participó en El sueño del Caimán,
coproducción México-España que se exhibió en
el Festival de San Sebastián, y El secreto de doña Esperanza.
''¡Agarro parejo!''
En 1991, la Cineteca Nacional le rindió un homenaje
por 45 años de trayectoria artística, y en 1994 la Asociación
de Cronistas de Espectáculos de Nueva York le entregó el
premio ACE por su trayectoria.
Al tiempo que se presentaba en teatro y carpas como bailarín,
Cobo participaba en cintas y esketches. En escena se reconocen sus participaciones
en La sexicienta, Lolita está embarazada, Cinco locos en uno
y Eros, monólogo muy elogiado en los años 90.
Sobre sus principales personajes decía: "Se los
agradezco, pero mi futuro no es ése, es mi pasado y lo llevo en
el corazón, como lo lleva la gente. Lo bonito es que me relacionen
con dos personajes tan diferentes como El Jaibo, un delincuente
juvenil, y La Manuela, un pobre homosexual. También la he
hecho de teporocho; me ha tocado interpretar toda clase de personajes y
me ha gustado porque todos han significado lo mismo. ¡Agarro parejo!
"Cuando terminé Los olvidados, el 10 de
marzo de 1950, no sabía lo que había hecho porque al día
siguiente nació Calambres en el teatro Lírico. Me
olvidé. Luego se estrenó en 1952 y no pasó nada hasta
que regresó la pelicula del Festival de Cannes, Francia, con todos
los premios y las palmas de oro que le dieron a Buñuel, que entonces
estaba vetado en España por cuestiones políticas", relató
Cobo en una de sus tantas entrevistas.