Cataluña: prostíbulos en orden
Sólo se regula la infraestructura a favor de la IP; la mujer en la calle, olvidada: ONG
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 2 de agosto. Cataluña se convertirá en la primera comunidad en España y buena parte de Europa en regularizar el ejercicio de la prostitución, una vez que entre en vigor el decreto ley que firmó ayer el gobierno autonómico. La iniciativa sólo afecta de momento a los locales que bajo los giros comerciales de "bares" y "restaurantes" funcionan en realidad como prostíbulos, pero que desde ahora tendrán que cumplir una serie de condiciones sanitarias, administrativas y de seguridad. En el decreto no se hace referencia ni a las miles de mujeres que se prostituyen en las calles ni a sus derechos laborales.
El gobierno de la Generalitat, presidido por Jordi Pujol, dirigente de los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (CiU), se convirtió en pionero al iniciar la regulación de una actividad que pese a ser tan añeja, implicar a decenas de miles de personas y ser un negocio que mueve miles de millones de dólares, siempre ha existido en la semiclandestinidad. Tan sólo en Cataluña existen unos 450 clubes de alterne y en cada uno trabajan alrededor de 40 prostitutas, mientras que en España se calcula que alrededor de 200 mil mujeres ejercen esa actividad.
El único país europeo que cuenta con una regulación vanguardista del ejercicio de las prostitución es Holanda, donde esa actividad entera al fisco y cuenta con los servicios sanitarios y de seguridad necesarios. Como contraparte está Suecia, donde desde 1999 está en vigor una ley que incrimina a las personas que acudan a un centro que ofrezca ese servicio.
El decreto ley pretende regular las condiciones en las que podrá funcionar un prostíbulo, desde horarios, situación geográfica y accesorios de las habitaciones donde se ejerza "la actividad sexual", hasta la obligación de proveer al cliente de "condones homologados".
La iniciativa, que será competencia de los ayuntamientos y previsiblemente entrará en vigor en un año y medio, considera la creación de "licencias específicas" para este tipo de negocios, pero también hace alusión a otros detalles, al obligar a los responsables del establecimiento a "que las habitaciones cuenten con baño, bidet, ducha, mobiliario adecuado, aislamiento acústico y suficiente ventilación".
En cuanto a la ubicación del local, el gobierno prohíbe que se sitúe cerca de centros escolares o sociales. La iniciativa también hace responsable al club del "control sanitario del personal", que deberá ser periódico.
Respecto a los horarios, que serán obligatorios, se establece la apertura a las 5 de la tarde y el cierre a las 4 de la madrugada, si bien se podría ampliar hasta un par de horas los fines de semana y las vísperas de festivos. Además, se debe contar con un guardia de seguridad por cada 50 personas.
Artur Mas, máximo responsable del gobierno catalán y delfín de Jordi Pujol, explicó que con esta ley no se pretende fomentar la prostitución. "Nada más lejos, lo que ocurre es que no podemos girar la cara ante una realidad social", dijo, y justificó la medida, ya que ésta "da contenido al vacío legal en que se mueve el sector".
Al ser cuestionado por la ausencia de normas que regulan la actividad en las calles, Mas replicó que "por algo se empieza, pues es imposible acabar con la prostitución en calles y carreteras, pero lo que desde la administración no se puede hacer es cerrar los ojos y simular que no existe esta actividad. Así, es mejor que esté lo menos a la vista posible y no hacer exhibición de la misma".
Simpatizantes y detractores
El vocero de la asociación más afectada por esta medida, la Española e Clubs de Alterne, Joan Cantarero, se mostró en favor de la ley y anunció que su entidad exigirá a los dueños de los locales que quieran asociarse cumplir con las características físicas del nuevo decreto.
Otra virtud que ve Cantarero en el decreto es que "acaba con la actividad delictiva de las bandas mafiosas" y puede ser el punto de partida para "poner fin a la prostitución en la calle, que pretende proteger al menor y al ciudadano ante situaciones que pueden resultar incómodas".
Sobre la regulación de las condiciones sanitarias y laborales de las prostitutas, Cantarero explicó que esta ley "ya existía con la República y es una reclamación de muchos grupos feministas".
Sin embargo, desde diversas asociaciones de mujeres se ha criticado que en la iniciativa de la administración no se haga ninguna mención a las prostitutas que ejercen en las calles, mayoritarias y que viven en peores condiciones, y desde sectores más conservadores se criticó al gobierno por "fomentar el proxenetismo" con esta ley.
La entidad Ambit Dona, de Barcelona, que se dedica a la atención de prostitutas que ejercen en la calle, considera que la normativa "deja desamparadas a esas mujeres", por lo que debe regularse su actividad. Cuando ellas fueron al Parlamento reclamaron que se impulsaran los mecanismos para su reconocimiento laboral, y esto no se refleja.
Rocío Nieto, de la Asociación de Prevención y Reinserción de la Mujer Prostituida, criticó duramente el decreto, al señalar que "no se puede regular la actividad porque no es una profesión, y además la mayoría de las mujeres que la ejercen lo hacen obligadas porque están en situación ilegal".
Considera que "lo único que hace la nueva ley es regular las infraestructuras donde se ejerce la prostitución y la actividad económica del sector por el bien de los empresarios, de los recaudadores de impuestos y de los propios clientes. Se está regulando una forma de proxenetismo".