El funcionario encomia la ''ética secularizada'' del gobierno

Nada impide que la política sea conducida por católicos: Abascal

ALMA E. MUÑOZ Y MIREYA CUELLAR

La separación entre la Iglesia y el Estado constituye una realidad conveniente y necesaria, pero ''no impide que la política pueda ser conducida por católicos comprometidos, no para imponer o gobernar en nombre de su fe, sino para inspirarse y tener fortaleza en los principios de la doctrina social cristiana'', planteó el secretario del Trabajo, Carlos Abascal, y encomió que el gobierno mexicano se conduzca con el fundamento de la ''ética secularizada del cristianismo''.

El cardenal Norberto Rivera Carrera, por su parte, pidió orientar las políticas globalizadoras a ''la luz de los criterios evangélicos y de la doctrina social de la Iglesia, antes de caer en la frustración'', y dejar que ''persista el fracaso en la economía, la cultura, la ecología y la espiritualidad''.

Ambos intervinieron en la presentación del libro Globalización e identidad católica en América Latina, de Guzmán Carriry, funcionario del Vaticano.

En el auditorio de la Curia Metropolitana y ante la complacencia de Rivera, el secretario del Trabajo subrayó la importancia de que en México, como Latinoamérica, los católicos sean la población más numerosa, porque en ellos, dijo, se basa ''la fuerza de la democracia''. Por eso, precisó, es indispensable incluir dentro de las políticas públicas la nueva evangelización. Esto permitiría, entre otras cosas, ''salarios justos, equitativa distribución de la riqueza y condiciones humanas para el trabajo''.

En ese sentido apremió a reformar el sistema educativo mexicano, incluido el universitario, para ''asegurar que de una manera gradual y sostenible todas las personas sean incluidas en los beneficios del desarrollo'' y así permitir que la Iglesia ''cumpla su misión en este siglo XXI''.

Subrayó entonces que la política ''puede ser conducida por católicos comprometidos, no para imponer o gobernar en nombre de su fe sino porque sus propuestas de gobierno tendrán un fundamento en esa ética secularizada del cristianismo, no obstante que las mismas estén fundamentadas en el conocimiento económico y social''.

El secretario del Trabajo insistió en que los políticos ''deben ser artífices de la esperanza para toda la sociedad, como demandó el papa Juan Pablo II en la Basílica de Guadalupe. Esta generación tiene el reto -pese a las resistencias- de acabar con la visión desesperanzadora de mirarnos desde la perspectiva trágica, fatalista, para asumir en plenitud el reto de convertirnos en el continente de la esperanza, como lo denomina el mensajero de la esperanza (Karol Wojtyla)''.

Robles critica el beso de Fox al anillo del Papa

Más allá de sus creencias personales, que son totalmente respetables y corresponden al ámbito de lo privado, Vicente Fox ''está obligado a entender que es el Presidente de la República, que lleva siempre esa investidura y por lo tanto tiene que respetar la Constitución y, en ese sentido, no es correcto lo que hizo'', señaló la dirigente nacional del PRD, Rosario Robles, en relación con el ósculo del mandatario al anillo de Juan Pablo II.

La clase política -dijo-, especialmente la que está al frente del gobierno, debe mostrarse respetuosa de la religión católica como de otras, porque el Estado laico es una de las grandes conquistas en la historia del país.

Robles precisó que no se trata de confrontar a un pueblo que es católico en su mayoría, pero reivindicó el derecho de todos los mexicanos a que se respeten sus creencias.