Algunos quizá fueron liberados, pero ya afectados de sus facultades
mentales: Carrillo Prieto
Víctimas de la guerra sucia podrían
estar aún en cárceles clandestinas
Solicitaría órdenes para catear predios de Acapulco en busca
de cementerios ilegales
GUSTAVO CASTILLO ENVIADO
Acapulco, Gro., 27 de julio. Es altamente probable
que presuntos integrantes de grupos armados de los años 70 se encuentren
aún recluidos en prisiones clandestinas, a más de dos décadas
de ocurrida la llamada guerra sucia, e incluso que algunos de los
detenidos hayan sido puestos en libertad por sus captores, pero ya afectados
de sus facultades mentales, por lo que es necesario elaborar un registro
nacional de indigentes, afirmó el fiscal especial para desaparecidos,
Ignacio Carrillo.
Entrevistado en este puerto durante un gira de trabajo
por la entidad, dentro de la cual acudirá a la población
de Los Piloncillos para tomar declaración a familiares de seis hombres
que en 1973 fueron asesinados por supuestos miembros de la Brigada Blanca
-integrada por paramilitares y elementos de grupos policiacos-, el fiscal
reconoció que su tarea en Guerrero "es cada vez más compleja
y difícil, ya que se ha incrementado el número de denuncias
por desaparición forzada".
Carrillo Prieto reveló que la fiscalía a
su cargo analiza de manera seria la necesidad de solicitar órdenes
de cateo en diversos predios de Acapulco, dado que se han presentado muchos
señalamientos en el sentido de que bajo los cimientos de inmuebles,
como hoteles y empresas establecidas a lo largo de la avenida costera,
así como en algunos terrenos baldíos de se localizan cementerios
clandestinos en los que estarían enterrados restos de presuntos
integrantes de grupos armados que en los años 70 operaron en la
región.
Más querellas
El
titular de la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos
y Sociales del Pasado informó que el órgano a su cargo ha
recibido denuncias de desaparición forzada independientes a las
más de 500 que presentó la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH).
Añadió que hasta el momento los agentes
del Ministerio Público Federal que trabajan en esa fiscalía
han recibido más de 200 denuncias. Puntualizó que los casos
presentados ante la también llamada fiscalía para desaparecidos
tienen que ser profundizados y divididos en grupos, con el objetivo de
que se desarrollen de manera completa los requerimientos diligenciales
ministeriales y documentales que se necesitan.
Señaló que investigar cada caso representa
una gran complejidad, ya que uno de los factores que más afectan
las investigaciones es el tiempo transcurrido después de cada hecho,
pero mencionó que gracias al trabajo de las organizaciones sociales
que han apoyado la labor de la fiscalía ha sido posible llevar a
cabo las indagatorias.
"Frente al silencio y escepticismo iniciales, hoy hay
declaraciones y denuncias; existe un principio de confianza para el trabajo
ministerial que desarrollamos. Sin embargo, es de reconocerse que en la
zona serrana de Guerrero aún existen muchas comunidades que desconocen
el trabajo de esa institución", dijo.
Carrillo Prieto indicó que su visita a la comunidad
de Los Piloncillos se debe a que ahí ocurrieron "hechos de gravedad
extrema, ya que un grupo que fue identificado como la Brigada Blanca
arribó al lugar con una lista de personas, de las cuales no a todas
encontró, pero las sustituyó al colocar en un lugar público
a los hombres que estaban en ese momento en la comunidad, y frente a sus
hijos y esposas los ejecutó".
Agregó que los testimonios señalan como
responsables a hombres vestidos de blanco, con un paliacate o pañuelo
rojo al cuello, y que días después de ocurridos esos hechos
miembros de las fuerzas armadas buscaron desagraviar al Ejército
llegando con regalos al lugar y asegurando que los que habían matado
a los hombres de Los Piloncillos habían sido los guerrilleros, según
refirió Vicente Estrada, un ex militante del Partido de los Pobres.
Carrillo Prieto recordó que en la comunidad de
El Quemado, también localizada en la sierra de Guerrero, 95 personas
fueron detenidas, algunas durante años, y hubo casos de desaparición
y otros que fueron puestos en libertad, y aunque hechos como los ocurridos
en Los Piloncillos sucedían de manera aislada, sí era una
práctica común de la supuesta Brigada Blanca asesinar
a pobladores de comunidades rurales.
El fiscal admitió que es posible que aún
existan cárceles clandestinas en México. "Si ocurrió
en Mozambique, por qué no en México", señaló,
para luego afirmar que "es altamente probable que supuestos desaparecidos
aún estén presos, y descartarlo sería atroz".
Carrillo Prieto aclaró que "en esto no hay dos
partes. La oficina del fiscal busca a los responsables; es decir, servidores
públicos que cometieron delitos contra personas vinculadas con movimientos
sociales y políticos del pasado. Este organismo de ninguna manera
averigua alguna otra cosa más, por ningún motivo".
Agregó: "a quienes nosotros debemos investigar
es sólo a aquellos servidores públicos que sean señalados
como responsables de hechos delictivos cometidos en el pasado".