Prevén que sólo escuchará los cargos y en fecha posterior
responderá por escrito
Martínez Domínguez comparece hoy en un
hospital como indiciado por la masacre de 1971
El fiscal especial Ignacio Carrillo acudirá al nosocomio Muguerza,
ubicado en NL
DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL
Monterrey, NL, 21 de julio. Tarde le llegó
al ex regente capitalino Alfonso Martínez Domínguez el cobro
de las viejas cuentas, pero todas las facturas aparecieron juntas.
Sin embargo, a diferencia del ex presidente Luis Echeverría
Alvarez, a quien se ha visto prácticamente solo, Martínez
Domínguez ha recibido aquí el apoyo solidario de sus correligionarios,
los cuales coinciden en señalar que las acusaciones en su contra
son un "ardid" del gobierno de Vicente Fox para distraer la atención
ante la "falta de resultados" de su gestión y buscar la división
del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
A
31 años un mes y 12 días de la matanza del Jueves de Corpus,
el también ex gobernador de Nuevo León comparece este día
22 como indiciado por aquellos hechos ante la Fiscalía Especializada
sobre Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, cuyo titular,
Ignacio Carrillo Prieto, se trasladará hasta el cuarto piso del
Hospital Muguerza, en el área de terapia respiratoria, adonde el
político de 80 años ingresó hace una semana, aquejado
por problemas cardiacos, renales, respiratorios y pulmonares, que algunos
atribuyen a los excesos con el cigarro y a su intensa vida, que lo llevaron
a tener 11 hijos con cuatro esposas.
Martínez Domínguez, sostienen sus allegados,
está dispuesto a declarar para defenderse de las imputaciones que
le hizo Echeverría Alvarez, responsabilizándolo por el manejo
de Los Halcones.
Sin embargo, afirman que dadas sus precarias condiciones
de salud, es muy probable que se limite a escuchar los cargos en su contra,
se acoja a los beneficios del artículo 20 constitucional para guardar
silencio y en fecha posterior responda por escrito a las 98 preguntas que
tiene preparadas la fiscalía.
Tal vez, aventuran, ni siquiera podría efectuarse
la diligencia en esos términos, y sus defensores legales tendrían
que solicitar una nueva prórroga para que se realice la declaración
ministerial del también ex líder nacional del PRI, quien
se iniciara como elevadorista hace ya más de seis décadas.
Lejos de manifestantes
El controvertido político, acusado de reprimir
o corromper los movimientos democráticos y de izquierda durante
su periodo como gobernador de Nuevo León (1979-1985), aunque según
sus seguidores fue un gobernante "humanista" y uno de los que han realizado
más obra pública, no escuchará ni verá desde
su suite hospitalaria los reclamos que en gritos y pancartas los
ex líderes estudiantiles del 68 y del 71 tienen preparados para
la ocasión, según anunció Tomás Pérez
Alvarez, uno de los organizadores de la protesta.
Graciano Bortoni Urtega, amigo personal de Martínez
Domínguez y quien fuera secretario general de Gobierno durante su
periodo gubernamental, expresó que el veterano político está
dispuesto a declarar ante el fiscal Carrillo Prieto -"porque él
es un hombre respetuoso de la ley"-, pero dudó que pueda hacerlo,
"porque su estado de salud es delicado".
Agregó que no se puede platicar mucho con el ex
regente porque se cansa pronto. Afirmó que sólo entró
en la habitación de Martínez Domínguez para acompañarlo.
"Le hice unas cuantas bromas, está tranquilo, pero para una diligencia
judicial no creo que esté preparado", expuso.
Mientras sus críticos consideran que la hospitalización
fue una estrategia de su familia y los abogados para evitar los actos de
protesta, los parientes del político aseguran que el internamiento
fue una recomendación de los médicos que lo atienden, pues
en caso de agravarse sus padecimientos a la hora de la diligencia ministerial,
no estarían en condiciones de brindarle la atención que se
necesita para esos casos, por tratarse de equipo muy especial que se localiza
en el hospital Muguerza.
El hecho es que en punto de las 11:30 horas el fiscal
Carrillo Prieto ingresará en el nosocomio para levantar la declaración
de Martínez Domínguez, en una diligencia a la que sólo
podrán ingresar los abogados del político, los denunciantes
en el proceso iniciado en su contra y el personal de la fiscalía.
En la diligencia estará el coordinador de la fiscalía
especial, Américo Meléndez Reyna, quien es cuestionado por
ex líderes estudiantiles, como Tomás Pérez Alvarez,
pues consideran que "no tiene autoridad moral" para indagar sobre aquellos
hechos de la guerra sucia en México, ya que hace cuatro años
fue cesado del puesto de director de la Policía Ministerial de Nuevo
León debido a que, según se constató por una grabación
de una llamada telefónica que realizó al entonces procurador
de Justicia, José Santos González Suárez, pretendió
ocultar el homicidio por tortura de un detenido y la inhumación
clandestina del cadáver, hecha por agentes judiciales bajo su mando.