La experiencia argentina
Una de las mejores enseñanzas que dejó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) en Argentina -el primer organismo de este tipo que se instituyó en América Latina- es que aun en momentos de crisis, la sociedad está convencida de que los militares no deben volver al poder.
Esta es la reflexión de Javier Mariezcurrena, abogado argentino que trabajó durante tres años en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos.
Expuso que las aportaciones de la Conadep fueron básicas para los procesos judiciales que se iniciaron posteriormente.
La Conadep nació por decreto el 15 de diciembre de 1983, durante el régimen de Raúl Alfonsín, y trabajó nueve meses. Fue presidida por el escritor Ernesto Sábato.
El reporte final titulado Nunca más documentó 8 mil 960 casos de personas detenidas-desaparecidas, contiene una lista con 340 centros clandestinos de detención y a partir de sus conclusiones, mil 80 casos fueron presentados ante tribunales.
Mariezcurrena señaló que el otro gran mérito de esta comisión es que generó un cambio social, debido a que el informe "fue muy leído". El día que se hizo público se vendieron 40 mil copias, a los dos meses 150 mil, después se convirtió en material de consulta en las escuelas y hasta ahora hay 25 ediciones.
"Hay un cambio simbólico muy fuerte que marca un antes y después de la comisión. Primero en el esclarecimiento de los hechos, pero también en el reconocimiento a las víctimas como individuos que padecieron el terrorismo de Estado", afirmó.
Sirvió además para esclarecer la "lógica de la represión" que se utilizó en esa época y que permitió conocer las particulares formas de exterminio que representaron los llamados Vuelos de la muerte, y la coordinación represiva ilegal entre países del cono sur mediante el Plan Cóndor.
En referencia al cambio social que provocó la comisión, dijo que gran parte de la sociedad argentina apoyaba la dictadura militar, inclusive había quienes prácticamente justificaban las desapariciones forzadas; sin embargo, después del informe estas mismas personas comenzaron a tener un vínculo de simpatía y de solidaridad con las víctimas, y la dictadura militar fue deslegitimada. CLAUDIA HERRERA BELTRAN