CON VISTA AL ZOCALO
José Agustín Ortiz Pinchetti
Echeverría y la capital
LUIS ECHEVERRIA Alvarez compareció el martes pasado
como indiciado ante la Fiscalía Especializada para Movimientos Sociales
y Políticos del Pasado. Es la primera vez que un ex mandatario es
acusado de delitos tan graves como genocidio, privación ilegal de
la libertad y desapariciones forzadas, derivadas de hechos terribles perpetrados
en 1968 y 1971. ¿Cómo ha vivido la capital y el poder este
hombre hoy anciano, de 'conciencia tranquila', mirada oculta, labios rígidos
y una mueca de abatimiento en la sonrisa?
FUE EL primer Presidente de la República nacido
en la capital. Después de él y hasta Fox, todos han nacido
aquí, o por lo menos todos han vivido aquí su infancia y
aquí han estudiado y se han preparado para la vida. Como presidente
vivió la capital en función de mantenerla tranquila. Vio
la luz en 1922. Vivió su infancia en la colonia del Valle, se educó
en diversos planteles del Distrito Federal, y se graduó como licenciado
en derecho en la UNAM, en agosto de 1945. Casi inmediatamente comenzó
su carrera política en el PRI.
PASO AÑOS en el oscuro edificio de la Secretaría
de Marina, localizado no en uno de los puertos del país sino en
una pequeña calle cerca de la Alameda. Más tarde trabajó
en el hermoso ex convento luego convertido en sede de la Secretaría
de Educación Pública y decorado con el mural de Diego Rivera
El corrido de la Revolución. En ese lugar se desempeñó
como oficial mayor. Pero su estancia más larga transcurrió
en el palacete de Cobián, donde está aún alojada la
Secretaría de Gobernación. Fue subsecretario y luego secretario,
en las presidencias de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz
Ordaz. Entre 1958 y 1969 asistió día a día a ese edificio,
incluso muchos sábados y domingos. Se quedó a trabajar numerosas
noches. Frecuentó los cafés y restaurantes cercanos, los
baños Regis y otros sitios a donde asistían los políticos.
Pasó gran parte de su vida en el Centro Histórico. Debe haberse
acostumbrado a los largos recorridos entre su casa en el pueblo colonial
de San Jerónimo -él fue de los pioneros que compraron terrenos
y construyeron en ese paraje de huertos, arroyos y canales- y el centro.
JULIO SCHERER lo describe de esta manera: "...quince horas
diarias en su despacho, servil a fórmulas y rutinas, pendiente de
Díaz Ordaz hasta el celo, confundida la solidaridad con el servilismo..."
Y agrega: "Ante la mirada atónita del país, Echeverría
(una vez presidente) logró su transfiguración. De un día
para otro apareció en escena elocuente, vivaz, desenvuelto". Echeverría
y su esposa habían posado para Guayasamín, el famoso pintor
ecuatoriano. El llamaba al cuadro La familia del Tercer Mundo. Su
rostro era una dura máscara con anteojos. En la pintura, "los cristales
son dos círculos imperceptibles" ...no cubren el alma ni la cara
"extraña, triangular, cruel".
SU DISCURSO de apertura democrática fue la fachada
de su interés principal: el control político. Así
entendió gobernar al país y a esta ciudad. Esa fue su obsesión,
el centro de gravitación que marcó su rumbo y su mística,
expresada en un apetito insaciable de mandar.