Es para que les paguen bien por sus tierras, asegura

En "acto de buena fe", Fernández de Cevallos ofrece defender a ejidatarios

JUAN MANUEL VENEGAS Y MARIANA CHAVEZ ENVIADO Y CORRESPONSAL

El Marques, Qro., 12 de julio. Durante la presentación del proyecto para construir el aeropuerto internacional de Querétaro se conocieron dos historias: una, la de la "generosidad" del abogado Diego Fernández de Cevallos, que invirtió "entre 5 y 6 millones de dólares" en maquinaria para el arranque de las obras, y otra, la de los ejidatarios que vendieron sus tierras y hoy se dicen engañados, porque la prometida "generación de empleos" no se ha cumplido y se les niega, incluso, el acceso a lo que fue de su propiedad.

Las bondades del millonario senador panista fueron ensalzadas por el gobernador del estado, Ignacio Loyola. El presidente Vicente Fox Quesada sólo sonrió cuando escuchó el agradecimiento entre correligionarios. Loyola repartió reconocimientos a todos los que hicieron posible el proyecto, pero se detuvo en alguien "muy especial, un vecino de estas localidades, un licenciado que ha estado avecindado aquí durante muchísimos años... me refiero al senador Diego Fernández de Cevallos, quien ha puesto a disposición del gobierno la maquinaria que aquí vemos... obviamente sin costo alguno".

Y Fox sólo sonreía, ante las muestras de la bonanza económica del abogado que recientemente ganó al gobierno de la República un juicio por el que reclama para sus representados mil 214 millones de pesos.

Sin embargo, aquella "generosidad" del senador panista no sólo fue presumida por Loyola. Antes, en entrevista, el mismo Fernández de Cevallos se ofreció para defender los intereses de los campesinos de San Salvador Atenco, estado de México, "para que les paguen bien" por sus tierras que el gobierno federal quiere expropiar para construir el nuevo aeropuerto de la ciudad de México.

Si se lo piden, los defenderá, porque él no estudió "para grillo, simulador ni para sinvergüenza". Está, pues, a disposición de los ejidatarios de Atenco como abogado litigante, asesor legal y consultor, "en un acto de buena fe", porque "con los estudios profesionales que tengo estoy al servicio de la gente".

Criticó, incluso, a las autoridades federales que pretenden pagar por las tierras de los atenquenses "precios de burla", aprovechando que los ejidatarios "no cuentan con buenos abogados" y que están representados por líderes "rijosos, alborotadores y luchadores sociales".

La gira

Fox Quesada realizó este viernes una gira por la entidad. Como primer acto, atestiguó la firma del convenio de colaboración para la construcción de la terminal aérea en el municipio de El Marqués, entre Aeropuertos y Servicios Auxiliares y el gobierno del estado.

Todo está listo. Los campesinos de las comunidades de Biborillas, La Laborcilla y Navajas vendieron sus tierras y, según Loyola, el aeropuerto entrará en operaciones en septiembre de 2003. El mandatario vino a dar el banderazo de arranque a las máquinas que empezarán a preparar el terreno.

Y mientras Loyola Vera agradecía la "generosidad" de Fernández de Cevallos por "prestar" la maquinaria, a unos metros de donde se instaló el templete oficial un grupo de ejidatarios de aquellas tres comunidades protestaban por el incumplimiento del gobierno estatal a un convenio firmado, el cual establecía que podrían participar en los trabajos de construcción de la nueva terminal aérea.

José Elías León, uno de los afectados, explicó que en el convenio acordaron que los campesinos adquirirían camiones de volteo para participar en la obra, con su respectiva remuneración económica. Vendieron sus tierras y firmaron aquel acuerdo, creyendo en el discurso oficial de la "generación de empleo".

Sin embargo, ahora que adquirieron "más de 53 camiones" con los recursos que obtuvieron por la venta de sus tierras, las autoridades no les permiten el ingreso, porque les exigen modelos más recientes a 1998. "Nosotros invertimos cerca de 200 mil pesos por vehículo... šy de algo han de servir! Pero no nos dejan. En cambio, han permitido el ingreso de la maquinaria que prestó Fernández de Cevallos", explicó Elías León.

Para la construcción del aeropuerto, el gobierno del estado adquirió más de 700 hectáreas en las tres comunidades mencionadas. Pagó a los campesinos 150 mil pesos por hectárea de riego, 100 mil pesos por hectárea de temporal y 75 mil por las de uso común.

Hoy los campesinos se dicen "engañados". A las tierras que fueron suyas se les impide entrar con sus camiones. La "generación de empleos" prometida no se les ha hecho realidad.

No obstante, en el discurso ante el presidente Fox, el gobernador Loyola pintó otro escenario. Según él, "aquí no hay afectados... todos, absolutamente todos, seremos beneficiados" con la construcción del aeropuerto intercontinental de Querétaro, como se llamará oficialmente al complejo.

Fernández de Cevallos, en tanto, en entrevista con la prensa, precisaba sobre su riqueza y alardeaba de su generosidad: "la maquinaria está a disposición de todos los municipios del estado; yo la pagué con mi dinero, de 5 a 6 millones de dólares, y si me buscan tantito, la pongo al servicio de todos los municipios del país".