En México hay menos investigadores que en Argentina y Brasil, dice Francisco Patiño
Desastroso, el desarrollo de la ciencia aquí: diputado
La legislación contiene errores; faltan financiamiento y políticas en la materia, asegura
FABIOLA MARTINEZ
El desarrollo de la ciencia y la tecnología en México "es un desastre": 20 entidades se encuentran abandonadas con un presupuesto equivalente a 0.02 por ciento del producto interno bruto (PIB), mientras el gasto público total para esta materia no rebasa 0.40 por ciento de la riqueza nacional.
Francisco Patiño, secretario de la comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, señaló lo anterior y anunció que en el próximo periodo ordinario de sesiones presentará una iniciativa para elevar a rango constitucional el desarrollo científico e integrar una secretaría del ramo.
El 4 de diciembre de 2001, el Ejecutivo envió al Congreso una iniciativa de Ley de Ciencia y Tecnología, la cual fue modificada por los especialistas que participaron en la consulta y finalmente aprobada seis meses después.
Sin embargo, el propio diputado Patiño reconoció que en la práctica esta ley contiene "hoyos negros" e incluso errores, que hacen necesaria una modificación urgente, pero sobre todo cambios en materia constitucional que garanticen un mayor presupuesto para este rubro.
En este sentido, René Drucker Colín, coordinador general de Investigación Científica de la UNAM, advirtió que de nada servirá una ley "buena, mala o regular" si el financiamiento hacia el desarrollo científico y tecnológico no aumenta.
"Si no hay financiamiento no habrá ley que sirva para nada... está claro que en el país no hay una política científica y que al gobierno no le interesa procurarla, por lo que el problema grave no es la ley (actual) sino la falta de compromiso del Estado hacia la ciencia", dijo.
En el Foro Nacional sobre Ciencia y Tecnología, organizado por una decena de sindicatos e instituciones de educación superior, Drucker dio algunas cifras para sustentar sus argumentos: en el país los únicos que se dedican al quehacer científico son las instituciones públicas; la UNAM, precisó, realiza 63 por ciento de las investigaciones.
Además, resultan una ilusión las previsiones del Ejecutivo para destinar en 2006, 1 por ciento del PIB para el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que equivaldría a una cantidad cercana a los 36 mil millones de pesos, "yo me conformo con que aprobaran unos 10 mil", dijo.
La realidad, acotó Drucker, es que en México sólo se generan alrededor de mil doctores por año, 90 por ciento de los cuales se dedican a la academia y 10 por ciento restante "puede estar desempleado o en el sector productivo".
Lo anterior ilustra el contexto nacional si se considera que en Estados Unidos el número de doctores que egresan anualmente rebasa los 58 mil, y de éstos 90 por ciento logran insertarse en el sector productivo y el resto se dedica a la academia.
En su participación, el legislador Patiño, de la bancada del PRD, precisó que en el Sistema Nacional de Investigadores están registrados 8 mil especialistas (52 por ciento residen en la ciudad de México), cifra que equivale en México a tener 0.8 investigadores por cada 10 mil habitantes, mientras que en países con desarrollo económico similar al nuestro, como Brasil o Argentina, la relación es de tres por cada 10 mil. La cifra anterior resulta ínfima si se le compara con 49 y 80 en Japón y Estados Unidos, respectivamente.
En México, precisó el diputado perredista, la situación "es un desastre" si se considera que, por ejemplo, en estado de Hidalgo están registrados sólo 54 investigadores, es decir, la relación es de 0.27 especialistas de este tipo por cada 10 mil habitantes.
"Cincuenta y dos por ciento del presupuesto total de ciencia y tecnología se queda en el Distrito Federal; 42 por ciento se aplica en 11 estados privilegiados y el resto, apenas 6 por ciento, queda en 20 entidades. Incluso estados como Oaxaca, Tabasco o Chiapas no tienen investigadores", dijo.