Preocupación sobre sus finanzas lo lleva a perder un tercio de su valor en la bolsa de París

Se desploman acciones del gigante del espectáculo Vivendi Universal

Menciona Le Monde un manejo poco claro de la contabilidad; Moody's recorta la calificación de la deuda a bonos basura Hoy renuncia el presidente de la firma ante el directorio que lo presiona

REUTERS Y AFP

París, 2 de julio. El gigante franco-estadunidense de medios, Vivendi Universal, el segundo del mundo, perdió un tercio de su valor este martes en la bolsa de París debido a que las persistentes preocupaciones por sus finanzas y su deuda generaron pánico entre los inversionistas.

La jornada bursátil del martes, que para los operadores iba a ser un día de festejo por la inminente salida del presidente de Vivendi, Jean-Marie Messier, se transformó en una sangría para las acciones de la empresa.

El diario Le Monde mencionó un manejo contable poco claro de la empresa, mientras Moody's recortó su calificación de deuda a bonos basura, al citar crecientes dudas sobre la capacidad de Vivendi para pagar obligaciones y refinanciar su deuda a corto plazo.

Pese a que la compañía desmintió la información de Le Monde, el precio de sus acciones en la bolsa de París llegó a derrumbarse 40 por ciento, antes de estabilizarse levemente para cerrar con baja de 25.52 por ciento, a 17.80 euros, lo que borró casi un tercio del valor de mercado de Vivendi. Wall Street canceló la cotización de los títulos del grupo desde la apertura, aunque a media jornada permitió su reanudación. Las acciones cayeron a 17.76 dólares.

Las autoridades del mercado de valores francés confirmaron lo publicado por Le Monde y precisaron que intervinieron para evitar que Vivendi registrara una compleja transacción en sus libros contables de forma que habría incrementado sus ganancias en 2001. Advirtieron que Vivendi no cometió irregularidades y que sus balances fueron publicados según las reglas de contabilidad francesas.

El nerviosismo empañó el alza de 9 por ciento que registraron el lunes las acciones del grupo un día antes, cuando los inversionistas celebraron anticipadamente la esperada renuncia del jefe de la compañía.

Vivendi comprende a la productora musical Universal Music, los estudios Universal de Hollywood y el canal europeo de televisión de paga Canal Plus.

En las horas recientes Messier, que se enfrenta a una rebelión de los directivos de Vivendi por su gestión en la empresa, se dio por vencido y comenzó a prepararse para presentar su renuncia en una reunión de directorio que se realizará el miércoles, de acuerdo con fuentes cercanas a la compañía.

El grupo, que tiene contratadas a estrellas del espectáculo como Sting, Eminem y U2 no perdió el tiempo y comenzó a evaluar la estrategia que adoptará una vez que Messier haya salido, así como una restructuración.

Pero justo cuando los analistas empezaban a celebrar la posibilidad de que la compañía escinda sus negocios, un artículo de Le Monde causó temor entre los inversionistas, al citar nuevas revelaciones sobre las cuentas de Vivendi.

En una nota de portada titulada ''Las cuentas opacas de Vivendi'', el diario informó sobre nuevas investigaciones en relación con un intento por parte de la empresa para sumar beneficios por mil 500 millones de euros en su balance de 2001.

El periódico no dijo que Vivendi haya cometido alguna irregularidad contable, pero su artículo agitó más las preocupaciones del mercado por los complejos balances del grupo y la fuerte caída bursátil de Vivendi alcanzó a los bancos franceses.

Los inversionistas son muy sensibles a los problemas de contabilidad de las empresas, a la luz de los recientes escándalos en Estados Unidos que comenzaron con el gigante comercializador de energía Enron y cuyo capítulo más reciente lo protagonizó WorldCom .

''Hay ventas de pánico. Cualquier mención de las palabras contabilidad e irregularidades, y los inversionistas huyen. Si eso se añade a la desaparición del presidente ejecutivo (de Vivendi) y a los cuestionamientos sobre la estrategia de la compañía, los inversionistas no ven motivo para tener esta acción en este momento'', dijo un analista.

Vivendi mantenía el martes silencio sobre su futuro, aunque varias fuentes explicaron que el directorio había aceptado la renuncia de Messier y estaba buscando un remplazo mientras el actual jefe de la compañía negocia su compensación.

Messier transformó una antigua empresa de aguas, de 150 años de vida, en un titán mundial de medios con control sobre los estudios de cine Universal de Estados Unidos. Pero ahora, el ejecutivo se enfrenta a resistencias de otros directivos que lo culpan por los problemas de Vivendi.

Según las mismas fuentes, existen dudas sobre quién remplazaría a Messier y se barajan los nombres de Charles de Croisset, presidente del banco francés CCF, y de Jean-René Fourtou, vicepresidente del laboratorio francés Aventis.

Por su parte, Moody's reflejó su preocupación sobre la liquidez de Vivendi tras las adquisiciones desaforadas de Messier, y dijo que estaba preocupada por la capacidad de la compañía para recortar y refinanciar su deuda en los próximos 12 meses.

Tras una oleada de adquisiciones, Messier dejó a Vivendi con una abultada deuda, un precio de acción a la baja y la mayor pérdida registrada por una empresa francesa hasta la fecha.