Demanda que ese tipo de delitos sean sancionados
de acuerdo con tratados internacionales
Persisten desapariciones forzadas y tortura en México:
Mary Robinson
Espera que con la puesta en marcha del Plan Puebla-Panamá
no se violen derechos de indígenas
VICTOR BALLINAS
La alta comisionada de la Organización de Naciones
Unidas para derechos humanos, Mary Robinson, planteó ayer al gobierno
mexicano su preocupación por los casos de desapariciones forzadas
y de tortura que siguen ocurriendo en el país, y preguntó
qué se está haciendo al respecto.
La respuesta la dio el fiscal especial para desaparecidos,
Ignacio Carrillo Prieto, quien le explicó que se está realizando
una investigación, y que este día comparecerá el ex
presidente Luis Echeverría Alvarez, a quien se señala como
presunto responsable de las desapariciones y de la masacre del 2 de octubre
de 1968.
Sobre
los casos de tortura que siguen ocurriendo en el país, la funcionaria
de la ONU pidió que esa práctica sea erradicada, que se le
tipifique de acuerdo con los criterios internacionales, y que a ese delito
no se les busque otra tipificación para sancionarlo de manera diferente.
Manifestó que espera que con la puesta en marcha
del Plan Puebla-Panamá "de verdad se beneficie a las comunidades
indígenas, y no que sus derechos humanos vayan a ser violados; además,
que nos se afecte a los migrantes".
Xóchitl Gálvez, de la oficina de la Presidencia
para asuntos indígenas, le dio respuesta en este punto y le explicó
que "yo también estoy muy preocupada, y en las reuniones de gabinete
he pedido que la aplicación de dicho plan sea de abajo para arriba,
y no al revés".
Robinson insistió en que ella espera que el Plan
Puebla-Panamá en realidad sea un programa para impulsar el desarrollo
del sureste, pero que no conculque los derechos humanos de los indígenas.
Intervención de Soberanes
El presidente de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos, José Luis Soberanes, explicó a la funcionaria de
la ONU la investigación que sobre los casos de desaparecidos durante
la guerra sucia llevó a cabo ese órgano, y la recomendación
que hizo al presidente Vicente Fox para crear la fiscalía especial,
indemnizar a los familiares de las víctimas y que se deslinden responsabilidades.
Soberanes también le dio respuesta a la señora
Robinson en el asunto de la tortura. Le manifestó que se está
trabajando en la elaboración de un diagnóstico de derechos
humanos a nivel nacional, y uno específico sobre tortura, para el
cual se seguirá la normatividad internacional, como el protocolo
de Estambul.
La alta comisionada insistió en que su preocupación
radica en que continúan presentándose casos de tortura, por
lo que urgió a que esa práctica sea eliminada, y los delitos
de ese tipo sean tipificados y sancionados de acuerdo con los tratados
internacionales.
Incluso, dijo, "la tortura no debe ser calificada o tipificada
de otra forma que busque evadir la sanción".
Por la mañana, Robinson se entrevistó en
privado con el presidente Vicente Fox, con quien conversó sobre
el asesinato de la defensora de derechos humanos Digna Ochoa y Plácido,
de los crímenes de las mujeres de Ciudad Juárez y sobre migración.
También conversaron sobre la apertura de la oficina
del Alto Comisionado de los Derechos Humanos en el país, y del compromiso
del gobierno mexicano de intensificar la cooperación con organismos
internacionales.
Fox Quesada le ratificó su voluntad de elaborar
el diagnóstico de derechos humanos nacional y el programa respectivo.
Por la tarde, tras firmar con el gobierno mexicano el
acuerdo para la apertura de la oficina del Alto Comisionado de los Derechos
Humanos en el país, Robinson fue invitada a una comida, a la que
asistieron el fiscal especial sobre desapariciones, Ignacio Carrillo Prieto;
el ombudsman nacional José Luis Soberanes; el presidente
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Genaro Góngora;
los investigadores Santiago Corcuera y Sergio Aguayo; el presidente del
Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, el padre Miguel Concha,
y la legisladora Micaela Aguilar, de la Comisión de Derechos Humanos
del Senado, entre otros.
En esa comida la funcionaria manifestó su preocupación
por las desapariciones forzadas y los casos de tortura, y ahí habló
del Plan Puebla-Panamá y de la participación de los organismos
ciudadanos de derechos humanos.
En esa reunión se comentó de que la tortura
debe ser tipificada de acuerdo con los parámetros internacionales,
porque la legislación nacional se queda corta.
Robinson abundó que ayer por la mañana se
reunió con el ombudsman del Distrito Federal, Emilio Alvarez
Icaza, quien le entregó información sobre 57 casos de tortura
ocurridos en el último año.
Sobre la militarización de la policía en
el país señaló que hoy se reunirá con el titular
de la PGR para conocer esa situación.
Más tarde, en conferencia de prensa de prensa la
funcionaria de la ONU dijo que los migrantes son un grupo muy vulnerable,
al que se le explota y violan sus derechos humanos.