Pyongyang exige abolir la delimitación marítima, que no reconoce
Corea del Sur reforzó el dispositivo militar en aguas fronterizas con su vecino del norte
Según nuevo balance, el incidente del sábado provocó más de 50 víctimas entre ambos bandos
AFP
Seul, 30 de junio. Corea del Sur reforzó este domingo su dispositivo militar luego de una batalla naval con Corea del Norte el sábado que dejó más de 50 víctimas, según responsables militares sudcoreanos, al tiempo que Corea del Norte exigió la abolición de la frontera marítima entre ambas naciones, que no reconoce.
Un buque de guerra norcoreano fue alcanzado y más de 30 marinos del norte murieron o resultaron heridos en el enfrentamiento más grave de los últimos tres años entre barcos de las dos marinas en una zona de pesca del mar Amarillo que se disputan ambas Coreas, declararon fuentes del estado mayor de Seúl. Del lado sur, cuatro marinos murieron, otro desapareció, 19 resultaron heridos y un patrullero fue hundido, según nuevo balance.
Un destructor sudcoreano y otros buques de la marina fueron enviados este domingo a la frontera marítima, pero la marina norcoreana permaneció en su zona respectiva y no se detectó ningún movimiento de tropas en la frontera, según responsables del sur.
El presidente de Corea del Sur, Kim Dae Jung, viajó a Japón para presenciar la final de la Copa del Mundial de Futbol, dejando a su ejército movilizado luego del incidente naval que provocó preocupaciones en Estados Unidos, China, Japón y Rusia.
Por lo pronto, Pyongyang rechazó la propuesta de realizar discusiones entre responsables militares en la zona desmilitarizada que separa a ambos países para disminuir las tensiones, informó la agencia norcoreana Yonhap. La fuente precisó que Corea del Norte exigió la abolición de la frontera marítima, la cual no reconoce, como una condición previa para una reunión.
Analistas señalan que el enfrentamiento generó un golpe a la politíca del presidente sudcoreano hacia el norte, a dos años de haber realizado una histórica cumbre que anticipó entonces una normalización de las relaciones entre los dos países, pero que en los hechos no tuvo resultados concretos.
También provocó una sombra sobre el intento estadunidense de relanzar el diálogo con Corea del Norte, considerada por Estados Unidos, integrante de un "eje del mal", junto a Irak e Irán.