Existe trato "preferencial" para la Iglesia
católica
Piden bautistas ampliar facultades de la SG contra
la intolerancia religiosa
JOSE ANTONIO ROMAN
El apoderado legal de la Convención Nacional Bautista,
Jorge Lee Galindo, propuso ayer que se amplíen las facultades de
la Secretaría de Gobernación, aun las de orden coercitivo,
para poner alto a la intolerancia religiosa en el país.
Dijo que a diez años de las reformas constitucionales
en materia religiosa todavía se percibe en las autoridades gubernamentales
cierta preferencia hacia la Iglesia católica. "Y aunque la ley señala
que ante ella todas las iglesias somos iguales, lo cierto es que hay unas
más iguales que otras", señaló.
En
entrevista, el representante bautista consideró también la
necesidad de hacer "ajustes" a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto
Público, sobre todo en lo relacionado con la "excesiva tramitología"
que se deben realizar ante la oficina encargada de llevar las relaciones
entre el gobierno federal y las distintas iglesias, con el propósito
de mejorar dichas relaciones.
Sin embargo, aclaró que se debe mantener no sólo
la educación laica en las escuelas públicas, sino también
la imposibilidad de que los ministros de culto puedan ser postulados y
votados a un cargo de elección popular y las restricciones para
que las iglesias posean medios de comunicación electrónicos.
Autor del libro Ley de Asociaciones Religiosas y Culto
Público, que se presentará el próximo jueves,
Lee Galindo lamentó que hasta ahora la Subsecretaría de Asuntos
Religiosos interceda sólo con sus "buenos oficios" cuando se presenta
un caso de intolerancia en cualquier zona del país, a expensas de
la voluntad política que muestren las autoridades estatales y municipales
en cuestión.
Señaló que la legislación federal
no brinda ninguna facultad a la Secretaría de Gobernación
para hacer cumplir el legítimo derecho constitucional que tiene
cualquier ciudadano a la libertad religiosa. Debe encontrarse, argumentó,
algún mecanismo para hacer respetar plenamente este derecho cuando
se presente un caso de intolerancia, incluso tener la posibilidad de recurrir
a una presión coercitiva.
Hasta ahora, dijo, la intervención de la subsecretaría
se circunscribe a la buena voluntad, a los buenos oficios y a la disponibilidad
que tienen los gobiernos locales. Además de que se percibe también
un trato diferenciado hacia las iglesias. Es decir, cuando la parte intolerante
la integran grupos católicos, la posición de las instancias
del gobierno es más suave y se insiste, a veces de manera excesiva,
en la negociación y en el diálogo, situación que no
se repite cuando estos grupos son evangélicos o pertenecen a otra
denominación religiosa.
"Las autoridades podrán decir, con cierta razón,
que el trato es igual para todas las iglesias, sobre todo en lo relacionado
con la tramitología, pero hay cuestiones finas ?y a veces
no tanto? que nos dicen que la iglesia mayoritaria tiene cierto trato preferencial.
No dudo en que si (los funcionarios) estuvieran ante la disyuntiva de tratar
a uno y otro, a mí me despacharían para otro día",
dijo.
En este mismo sentido, el apoderado legal de la Convención
Nacional Bautista señaló que son conocidos los múltiples
y frecuentes encuentros entre el jefe del Ejecutivo y los secretarios de
Estado con miembros de la jerarquía eclesiástica católica.
De su libro, editado por Sista, Lee Galindo señaló
que en dicho volumen se ha dado a la tarea de comentar la Ley de Asociaciones
Religiosas y Culto Público, legislación que por cierto el
próximo 15 de julio cumplirá su décimo aniversario.
Dijo que el libro recoge su experiencia a lo largo de estos diez años,
no sólo desde la perspectiva de cumplir con todos los trámites
impuestos a las iglesias, sino también la evolución que en
esta materia han tenido las relaciones entre el gobierno y las distintas
asociaciones religiosas.
En forma sintética, el representante bautista se
expresó en contra de la petición de la Iglesia católica
de impartir educación religiosa en las escuelas públicas,
del reconocimiento del voto pasivo a los ministros de culto y de la posesión
de medios de comunicación electrónicos.
Consideró la educación laica como garantía
insustituible de un Estado laico que respete la libertad y la tolerancia
religiosa. Incluso señaló que al plantear esta demanda pareciera
que la Iglesia católica desea que el Estado mexicano le haga la
chamba de evangelizar. Sobre el voto de los ministros religiosos Lee Galindo
argumentó: "lo veo como una incompatibilidad de funciones. La ley
dice que mientras seas ministro de culto no puedes ocupar un cargo de elección
popular. La ley no es violatoria de nada, porque dice que puedes acceder
a esto si presentas con cierto tiempo de anticipación tu renuncia
a ser ministro".
Respecto a la posesión de medios de comunicación
electrónicos por parte de las iglesias, indicó que según
la ley las asociaciones religiosas sólo podrán poseer los
medios que les son propios para el cumplimiento de su misión. "Se
trata, más bien, de un intento desesperado de la Iglesia católica
para no perder más fieles", dijo.