Detrás del sol, colisión
entre elementos diferentes, expresa Salles, director del filme
Llevan al cine una reflexión sobre la violencia
La cinta, adaptación de la novela Abril despedazado,
del albanés Ismaíl Kadaré
OCTAVIO MAYA ROCHA ESPECIAL
Una camisa ensangrentada cuelga de frente al sol. El debilitamiento
del color rojizo y la aparición de un amarillo pálido anunciará
el fin de una tregua. Entonces la familia Breve podrá clamar venganza
por la muerte de su hijo mayor, producto de la pelea con los Ferreira por
un mismo territorio. Los asesinos acudirán al entierro de sus víctimas
para honrarlas y acordar los términos de la próxima agresión
por cuenta de la parte ofendida en turno.
Así, en una trama repleta de simbolismos, Gjorg
Berisha, personaje central de Abril despedazado, novela de Ismaíl
Kadaré, se convertirá en Tonho Breve en la nueva cinta del
director brasileño Walter Salles, Detrás del sol (2001),
luego de su exitosa Estación central (1998).
En una minuciosa adaptación se logra descubrir
una similitud entre las familias afincadas en Brasil a principios de siglo
XIX y la guerra de los Balcanes.
En
exclusiva, Salles expresa: "Soy cada vez más sensible a las narrativas
que hablan del círculo interminable de la violencia. Esa fue una
de las razones que me hicieron optar por ese texto fabular, más
próximo de un teatro al aire libre que de las narrativas realistas
que yo había desarrollado hasta entonces. La calidad no verbal del
texto también permitía ver una película en que cada
cuadro, así como cada elemento dentro del cuadro, pudiese tener
una función expresiva, un poco como se hacía en la época
del cine mudo.
"En otras palabras, veo Abril... como una película
de transición, que me permitió explorar áreas que
desconocía y no eran ligadas a mi práctica de documentalista,
como lo eran Central do Brasil, Terra Estrangeira y O
Primeiro Dia."
Salles se interesa por los temas vinculados al exilio
y el destino, al igual que Kadaré, nacido en Pétrea (1936),
ciudad de Cjirokaster, sur de Albania, considerado fundador de la novela
albanesa.
Sobre las novelas y los poemas de Kadaré se encuentra
una selecta lista de películas inspiradas en hechos que lo han enfrentado
el totalitarismo desde la trinchera del pensamiento.
Radioestacioni (1979) basa su trama en algunos
episodios de la novela Noviembre de una capital, primera novela
de Kadaré en ser llevada al cine.
Le sigue Ballë për ballë (Frente
a frente, 1979), basada en un pasaje de la novela El gran invierno
(o El invierno de la gran soledad). Después El general
de la armada muerta, novela que significó el primer éxito
fuera de territorio de los Balcanes, que en 1982 Luciano Tavoli filmó
con las actuaciones de Marcello Mastroiani y Anouk Aimée.
Al igual que Tres cantos fúnebres por Kosovo
y El año negro, Detrás del sol renueva el interés
manifiesto en 1987, cuando Liria Bémeja filmó la segunda
versión cinematográfica de Abril despedazado, bajo
producción francesa.
Respecto a las posibles influencias de estas primeras
versiones de Abril despedazado, Salles comenta: "Preferí
no asistir a esa versión, como tampoco asistí a aquella que
la precedió y que fue filmada en Albania en los años 80,
por una simple razón: para tener independencia autoral y partir
por un camino que me fuera propio. Abriendo un paréntesis, el hecho
de que un libro sea adaptado tres veces en 20 años no es raro. O
Falcão Maltês, primera película de John Huston,
era la tercera adaptación del libro de Dashiell Hammett en poco
más de 10 años".
Detrás del sol promueve principalmente una
reflexión sobre la violencia; sin embrago para Salles esa no es
la única cuestión que analizar: "La discusión de la
violencia está en el corazón de la novela de Kadaré,
pero lo que me interesó trasciende mucho esa cuestión. Lo
que me pareció interesante en el punto de partida es la colisión
entre estados diferentes: aquello que es de orden trágico y aquello
que es de orden poético; entre un orden defendido por el padre y
un desorden anunciado por los hijos; entre el movimiento en falso, circular
y repetitivo de los hombres arraigados en la tierra y la movilidad de los
nómadas, los circenses que cruzan aquel territorio arcaico. Es de
esa oposición, de esa colisión entre elementos con calidades
tan diversas que fue hecho Abril despedaçado. Es esa calidad,
al mismo tiempo lírica y muscular, lo que más me atrajo."
A sugerencia de Kadaré, Salles abordó una
segunda línea dramática a través de las obras de Esquilo,
sobre la base de la tragedia griega, aportando la definición de
los tonos dramáticos en el proceso de adaptación de su novela,
dilucidando el tiempo y la periodicidad de temas universales en la historia.
"Kadaré es un hombre extraordinariamente inteligente,
de una sensibilidad aguda. El había visto Central do Brasil
y O Primeiro Dia, y al saber que las luchas de familia habían
definido algunos territorios en el nordeste brasileño me autorizó
a seguir adelante. Una de las más grandes satisfacciones que tuve
con ese proyecto fue, sin duda, el hecho de que, al ver la película,
Kadaré dijo en una entrevista al periódico Folha de São
Paulo, que de las tres adaptaciones hechas a partir de su mismo libro,
la que le parecía más próxima al original era la brasileña.
Eso tal vez ocurra porque, aunque ellos vivan en latitudes diferentes,
los hombres cometen los mismos errores o tienen, a veces, deseos semejantes
(...) La universalidad del tema fue una de las razones que me atrajeron
hacia ese proyecto".