Recorrido del jefe de Gobierno por las obras de la Torre Mayor
Posible, promover inversiones privadas y mantener la política social: López Obrador
LAURA GOMEZ FLORES Y ELIA BALTAZAR
En junio del próximo año será inaugurado elque será el edificio más alto de América Latina, con 55 pisos y 225 metros de altura. Denominado Torre Mayor, representará para el grupo Reichmann International una inversión de 200 millones de dólares y para la economía local "detonar su crecimiento con la creación de importantes fuentes de empleo y la radicación de nuevas inversiones".
Con esta obra, explicó el director del proyecto, Gerald Ricker, se trata de reafirmar a Paseo de la Reforma como el principal centro de negocios de la ciudad, con nuevos parámetros de calidad y eficiencia para la moderna comunidad empresarial, tras nueve años de negociaciones con vecinos y autoridades capitalinas, quienes "nos condonaron el pago del impuesto predial durante cinco años, como una forma de incentivar la inversión privada".
Este estímulo fiscal, dijo, es benéfico para impulsar los corredores estratégicos de Reforma y el Centro Histórico, y "nos lleva a pensar en nuevos proyectos, en el corto y mediano plazos".
Por su parte, durante un recorrido por la Torre Mayor, el jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador, enfatizó que es una obra "extraordinaria, bien construida" y que cuenta con todo el apoyo de su administración; "en esta gestión se ha demostrado que se puede invertir en la ciudad y al mismo tiempo contar con una política social, por lo que no faltarán apoyos para las grandes obras", resaltó.
Tras explicar que las obras llevan un avance de 78 por ciento, Ricker aclaró que la inseguridad que priva en la ciudad no representa un obstáculo para sus planes de inversión. La experiencia adquirida, agregó, resulta la mejor predicción del futuro y ésta es "muy positiva, por lo cual estamos en busca de nuevos proyectos".
Estimó que los 200 millones de dólares invertidos en el proyecto se recuperarán en un plazo de tres a cinco años, mediante la renta de espacios a firmas internacionales que ocuparán parte de los 20 pisos que estarán listos a partir de enero.
Inicialmente, recordó, se contó con la participación de George Soros, el hombre más rico del mundo, quien adquirió 25 por ciento de las acciones; otro porcentaje similar estaba en manos de Reichmann y el 50 por ciento restante pertenecía a Ingenieros Civiles Asociados (ICA). El primero se retiró del negocio por cuestiones personales y el año pasado vendió sus acciones el grupo de Bernardo Quintana (ICA), quedando sólo Reichmann al frente del proyecto.
Con esos movimientos se garantizó que la mitad de las inversiones en insumos y maquinaria fueran nacionales y el resto extranjeras, mientras la mano de obra es 99 por ciento del país, a excepción del personal especializado encargado de la verificación del edificio, que será uno de los más seguros del mundo, indicó.
Precisó que cuenta con 98 dispositivos disipadores de energía o "amortiguadores" para reducir las fuerzas sísmicas en la estructura, y con un sistema de aspersores y recubrimiento de seguridad contra incendios. Su diseño combina sistemas operativos y materiales de alta calidad con tecnología de punta.